Misiones
Prolongado en el tiempo trae otros problemas en la salud
Mala higiene del sueño y estrés, los principales causantes del insomnio
El médico neurólogo Christian Bortoluzzi califica al insomnio como la pandemia de nuestros tiempos. Es que la vorágine de los días actuales producto de tener -en muchos casos- más de un trabajo a la vez, el estudio, la mala alimentación, el estrés, el uso excesivo del celular y la televisión, pueden acarrear problemas para conciliar el sueño, que perpetuados en el tiempo pueden ocasionar problemas en la salud.
«El insomnio se presenta como dificultad para la iniciación, duración, consolidación o calidad del sueño que se produce pese a tener las condiciones y el momento adecuado para dormir. En definitiva es la falta de un sueño reparador», sostuvo el profesional en diálogo con El Territorio.
Señaló además que, junto con la cefalea, es una de las principales consultas en neurología. El estrés cotidiano y una mala higiene del sueño, es decir, no tener hábitos saludables previo y al momento de ir a la cama pueden ser contraproducentes para un buen descanso.
«Hoy trabajamos hasta las 20 o 21 y recién ahí llegamos a nuestras casas, tenemos nuestra actividades familiares, nuestras actividades sociales de noche y eso hace que se vaya corriendo el ritmo circadiano, el relojito cronológico que tenemos. Así vamos acortando nuestro período de sueño y prolongando nuestro tiempo de vigilia por desconocimiento de las personas de lo dañino, lo nocivo que es no dormir», explicó el neurólogo.
En ese marco, recomendó que un adulto joven debe dormir al menos entre ocho y diez horas diarias para completar todas las fases del sueño y llegar a REM, que es el sueño profundo.
«Dormir es una actividad necesaria porque con ella se restablece el equilibrio físico y psicológico básico de las personas, además de producirse muchos cambios necesarios para nuestra supervivencia tales como generar inmunidad celular, producir ciertas hormonas, procesar la información adquirida durante el día, eliminar toxinas, entre otras. Por estos y muchos otros motivos es importante dormir en tiempo y forma adecuada», detalló.
Una mala noche la puede tener cualquiera, pero representa un problema real cuando se hace reiterativo y empieza a repercutir en las actividades de la vida cotidiana. Es decir, cuando ya no hay rendimiento en el trabajo, aparecen los problemas de memoria, algún tipo de torpeza o la persona se queda dormida en un lugar poco habitual.
«Ahí hay un problema real de salud, que se ve y es frecuente, aunque a veces no le prestamos atención. Cuando uno detecta que todos los días se levanta muy cansado, está un poco más irritable, se queda dormido en el trabajo, en la facultad, en ámbitos donde no debería dormirse, ahí tenemos que consultar porque evidentemente hay un problema que se está cronificando», advirtió.
Este cansancio físico y mental, insistió, produce un estado general de nerviosismo, tensión y ansiedad que, a su vez, conlleva al consumo excesivo de alimentos o sustancias como café, mate, bebidas como gaseosas o energizantes, cigarrillos y otros.
Dormir de noche
«El tiempo de descanso debe ser nocturno porque tenemos un reloj cronobiológico, que es el que manda el tiempo de sueño y es el que a través de la liberación de una hormona que se llama melatonina, que se libera cuando cae la luz del sol», explicó.
En esa misma línea, continuó: «Como hemos irrumpido en el factor biológico natural de la luz a través de la luz eléctrica con foco y le quitamos por lo menos dos o tres horas a nuestro sueño, ni hablar cuando aparece la televisión. La gente se queda cada día más tiempo despierta y con eso va cortando su tiempo de descanso y van trayendo problemas».
Influenciada por las pantallas, el insomnio es un problema cada vez más frecuente, aunque también se le suman como condimentos nocivos la mala alimentación y el ejercicio físico durante la noche.
«El estrés cotidiano en general genera que haya un insomnio de conciliación, sobre todo que la persona no pueda relajarse o no sepa relajarse en los tiempos nocturnos o tarda en bajar de los niveles de adrenalina porque está muy en boga ir al gimnasio a la noche cuando uno sale del trabajo y eso hace que no pueda conciliar el sueño».
Y sumó: «Si van a hacer crossfit a las 21 llegan a su casa y tienen por lo menos cinco o seis horas para bajar la adrenalina que le genera esa actividad física. Entonces hay muchos pacientes jóvenes que vienen a consulta porque no pueden conducir al sueño por el teléfono celular y la actividad física nocturna».
No hay recetas, sí otros hábitos
Conscientes de que el ritmo de vida actual y la realidad económica son impedimentos a la hora de querer lograr una buena higiene del sueño, la disciplina, la organización y un cambio de hábitos pueden ser aliados.
«Sabemos que la mayoría de nuestras actividades familiares o sociales son de noche, entonces por lo menos tratar de llegar en promedio a las 8 horas por día. Si no se pueden hacer siestas cortas que no superen los 30 o 40 minutos, así se puede transitar el resto del día con mayor normalidad. Si la persona duerme más de una hora la siesta entra en un sueño profundo y le cuesta un poco más salir de ese sueño. Se va a levantar un poco más cansada, más embotada, como más somnolienta».
Además recomendó mantener un horario de sueño regular, incluso los fines de semana, evitar la cafeína, mate, bebidas energizantes dentro de cuatro a seis horas previas a acostarse, evitar el tabaco y el alcohol, comer liviano durante la cena.
Asimismo, realizar actividad física preferentemente por la mañana y tratar de evitarlo siempre tres o cuatro horas previas a dormir. También practicar métodos relajantes antes de acostarse, crear un ambiente favorecedor al sueño, bajar las luces del ambiente y establecer temperaturas agradables. Por último, evitar el uso de celulares, computadores, televisión o cualquier otro dispositivo lumínico en el dormitorio.
No obstante, si todos estos métodos y recomendaciones no son suficientes o no logran un alivio en la persona, debe acercarse a un especialista con cuyo asesoramiento pueda aprender a manejar y superar el insomnio.
Algunas recomendaciones
Horario regular
Mantener un horario de sueño regular, incluso los fines de semana. No dormir siesta, y de hacerlo, que el descanso no supere una hora. Durante la cena comer algo liviano.
Ambiente agradable
Practicar métodos relajantes antes de acostarse. Crear un ambiente favorecedor al sueño, bajar las luces del ambiente y establecer temperaturas agradables.
Actividad física
Evitar la cafeína, mate, bebidas energizantes dentro de cuatro a seis horas previas a acostarse. Lo mismo con la actividad física, que se debería realizar preferentemente durante el día.
Celulares y TV
Evitar el uso de celulares, computadoras, televisión, o cualquier otro dispositivo lumínico en el dormitorio. Del mismo modoconviene evitar también el consumo de tabaco y alcohol.
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