La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) de Nueva York lanzó un plan piloto para frenar la evasión del pago de pasajes. La prueba se realizó en las estaciones 59th Street-Lexington Avenue y 42nd Street-Times Square, donde se instalaron barreras metálicas con pinches para impedir que la gente salte los molinetes.
Sin embargo, algunos usuarios cuestionaron su efectividad. En redes sociales, aparecieron videos de personas que lograron saltar las barreras sin problemas. Esto desató críticas y dudas sobre si la medida era una solución útil o solo un gasto innecesario para la MTA, según NBC Nueva York.
El costo económico de la evasión
La medida fue tomada para hacer frente a la crisis que enfrenta el sistema de transporte público, a causa de la evasión. En 2022, esta práctica generó un déficit de casi US$700 millones para la MTA, cifra que podría alcanzar los 800 millones una vez que se cierren los números de 2024. Este impacto compromete la capacidad de la agencia para mantener y mejorar el servicio, lo que afecta a los millones de neoyorquinos que dependen del metro a diario.
Los expertos temen que el problema se vuelva aún peor cuando las tarifas aumenten. Se espera que para agosto de 2025 el costo del pasaje suba de US$2,90 a US$3, lo que puede ser para muchos usuarios un incentivo adicional para eludir el pago. Ante este panorama, la MTA debe equilibrar sus necesidades financieras sin perjudicar a los pasajeros que cumplen con las normas.
Presencia policial como medida disuasoria
Otra estrategia que se probó fue la de sumar mayor presencia policial en las estaciones. Cerca de 800 oficiales adicionales fueron desplegados en puntos clave de la red, con el objetivo de reducir la evasión de tarifas y reforzar la seguridad de los usuarios. Este enfoque pretende frenar las pérdidas económicas y responder a las preocupaciones de los pasajeros sobre incidentes violentos en el transporte público.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que reforzar la vigilancia no ataca las causas estructurales de la evasión, mientras que otros señalan que el costo de mantener un contingente policial elevado podría superar los beneficios obtenidos.
Innovación tecnológica como alternativa
Expertos en transporte sugieren que la solución al problema de la evasión podría encontrarse en la implementación de sistemas tecnológicos avanzados. Entre las propuestas, se encuentra el uso de puertas de altura completa similares a las utilizadas en Europa, que dificultan el ingreso sin pagar. Estas estructuras podrían sustituir los molinetes tradicionales y garantizar un control más eficiente del acceso.
Otra opción en evaluación es el rediseño de las salidas de emergencia, utilizadas frecuentemente por quienes evaden el pago. Al limitar su uso indebido, se reduciría la evasión. No obstante, estas soluciones requieren una inversión inicial considerable, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de su implementación a gran escala en un sistema tan extenso como el de Nueva York.
Impacto en las comunidades vulnerables
El debate sobre las medidas para combatir la evasión no se limita a la efectividad de las barreras físicas o la vigilancia. Muchas organizaciones comunitarias plantean preocupaciones sobre cómo estas políticas afectan a las personas en situación de vulnerabilidad. Para algunos, evadir el pago del pasaje es una necesidad económica y no una decisión tomada sin argumento.
Frente a esta realidad, activistas y expertos proponen alternativas como la ampliación de programas de subsidios para personas de bajos ingresos. Estos programas garantizarían el acceso al transporte público sin penalizar a quienes enfrentan dificultades económicas. Además, se sugiere que la MTA considere medidas educativas y campañas de concientización para fomentar el pago del pasaje como una responsabilidad colectiva que beneficia a todos los usuarios.
Planes a futuro para un sistema más eficiente
La MTA reafirma su compromiso con la búsqueda de soluciones que permitan reducir la evasión y mejorar la sostenibilidad del sistema de transporte. Entre los planes futuros, se encuentra la posibilidad de incorporar tecnologías de monitoreo en tiempo real que detecten intentos de evasión y alerten a las autoridades.
El éxito de estas estrategias dependerá de un enfoque integral que combine medidas de seguridad, innovación tecnológica y políticas sociales inclusivas. Además, será necesario un diálogo constante con la comunidad para garantizar que las soluciones adoptadas reflejen las necesidades y realidades de los neoyorquinos.