Junto con el té es una de las bebidas favoritas por excelencia para despabilarse y empezar el día con un boost de energía. Esta popularidad ha hecho que cualquier hallazgo relacionado con los beneficios o efectos del consumo de café despierte gran curiosidad.
Cabe destacar que siempre han existido cuestionamientos hacia el café. Un ejemplo de ello ocurrió en 1991, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como “posiblemente cancerígeno”. Sin embargo, años más tarde la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard reveló que el café había sido reclasificado luego de que una investigación demostrara que su consumo no se asociaba con un mayor riesgo de tener cáncer. “La acumulación de investigaciones adicionales sugiere que el café, cuando se consume con moderación, puede considerarse una bebida saludable”, añade la institución en el informe.
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¿Quiénes deberían ser precavidos al tomar café?
Pese a las múltiples bondades que se le atribuyen al café, una revisión de estudios publicada en la revista Crítica de la ciencia alimentaria y la nutrición asegura que “se debe tener en cuenta la brecha de tiempo entre el consumo de café y algunos medicamentos para evitar la interacción“.
“En general, los alimentos no modifican el efecto de los medicamentos en el cuerpo, aunque sí lo hacen algunas bebidas con cafeína, especialmente cuando se trata de la absorción de nutrientes”, revela la licenciada en Nutrición, Mercedes Engemann.
Por su parte, Ramiro Heredia, médico clínico del Hospital de Clínicas José de San Martín, hace énfasis en que −en caso de tomar medicación− es fundamental siempre hacer una consulta previa con un médico de cabecera para evitar complicaciones con la cafeína y ser precavido en caso de ingerirla.
A continuación, los especialistas revelan cuáles son algunos de los medicamentos que pueden presentar efectos secundarios indeseados si se mezclan con café.
1) Antidepresivos, ansiolíticos y somníferos
“Las fenotiazinas −medicamentos que tratan trastornos mentales y emocionales− deben tomarse aproximadamente una o dos horas antes o después del café porque los taninos presentes en el café no permiten que el organismo absorba completamente los principios activos de las pastillas”, informa Engemann. Y detalla que sucede lo mismo con las medicaciones que se recetan para cuadros de ansiedad e insomnio.
Aldo Mietta (M.N. 10267), farmacéutico, señala que, en los casos de personas con depresión que ingieren cafeína, se podría producir un déficit de serotonina en el sistema nervioso central. “Los antidepresivos se indican para regular neurotransmisores, como la serotonina, mejorando la comunicación neuronal y aliviando los síntomas de la depresión“, explica.
2) Broncodilatadores
A las personas con asma se les receta medicamentos broncodilatadores como aminofilina o teofilina que relajan las vías respiratorias y facilitan la respiración. Sin embargo, combinarlos con café podrían desencadenar efectos secundarios como dolores de cabeza, inquietud, molestias estomacales, irritabilidad y también reducir la absorción del fármaco, concluye la investigación “El efecto del café sobre las propiedades farmacocinéticas de los fármacos: una revisión”.
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3) Medicación tiroidea
El Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido sugiere tomar levotiroxina −medicamento que trata el hipotiroidismo− una vez al día por la mañana, idealmente 30 minutos antes del desayuno o de tomar una bebida con cafeína”. Esto, según la institución, se debe a que el café impide la correcta absorción de la medicación.
“Los informes de casos de pacientes muestran que el café puede reducir la absorción de medicamentos para la tiroides a más de la mitad de efectividad”, advierte la entidad británica.
Mietta agrega que quienes tienen esta condición hormonal deben ser cautos con la ingesta de café dado que interfiere en el efecto de la tetraiodotironina o T4 –el principal tipo de hormona tiroidea secretada por las células foliculares de la glándula tiroides–.
4) Medicación para la presión arterial
Los medicamentos antihipertensivos tienen como función controlar la presión arterial. “Un consumo excesivo de café puede aumentar, aunque sea transitoriamente, la presión arterial, lo que puede llevar a requerir un mayor uso de medicamentos para tratarla», indica Ramiro Heredia. Lo mismo −explica− sucede con el café y ciertas arritmias, como las extrasístoles, e incluso la fibrilación auricular: a veces se puede llegar a precisar más medicación para su tratamiento en estas condiciones.
La investigación publicada en Biochemistry Research Journal sugiere que tomar café mientras se toman medicamentos como la amlodipina –fármaco que se usa para tratar la hipertensión y la enfermedad de las arterias coronarias– puede comprometer su eficacia. Aunque en el escrito se hace énfasis en que normalmente “no es algo que pone en peligro la vida, pero sí se debe evitar su combinación”.
5) Antialérgicos y descongestivos
El sitio médico MedlinePlus comunica que los pacientes que tienen recetada la fexofenadina –fármaco antihistamínico utilizado en el tratamiento de la alergia– o componentes como clorhidrato de pseudoefedrina –usado para aliviar la congestión nasal ocasionada por los resfriados–, deben tener precaución al tomar café porque la bebida podría tener ciertos efectos en el sistema nervioso central como el aumento de síntomas de inquietud, irritabilidad y alteraciones en el sueño.