La salud mental en adolescentes cobró relevancia en los últimos años, dado el aumento de consultas y problemáticas asociadas a la ansiedad, la depresión y la construcción de vínculos saludables. En este contexto, los centros de escucha buscan ser un espacio de referencia, en el que los propios jóvenes tengan un rol activo en la identificación y abordaje de sus necesidades.

“Los centros de escucha para adolescentes es una propuesta que nos trajo Unicef. Junto a ellos veníamos trabajando ya en salud mental perinatal. Y en una de las reuniones que tuvimos nos comentan que tenían esta propuesta que venían trabajando en otros lugares. Tenían experiencias hechas en Entre Ríos, puntualmente en Concepción del Uruguay, y después en la provincia de Salta, y estaban avanzando a la provincia de Jujuy”, explicó Nicolás Aranda, director de Salud Mental de Salud Pública.

Desde la experiencia en otras jurisdicciones, los centros de escucha funcionan en lugares comunitarios y no en centros de salud. De esta manera, se busca generar un espacio cómodo y accesible, como polideportivos o centros culturales, donde los adolescentes puedan acudir en horarios que no interfieran con sus estudios. Además, el trabajo se realizará con dos equipos: uno de profesionales y otro de jóvenes con perfiles de liderazgo, quienes serán parte de la planificación de actividades y la difusión en redes sociales.

“La idea en el espacio del centro de escucha es que sea un espacio colectivo, es decir, donde vayan los adolescentes y donde se vaya trabajando y se vaya abriendo la palabra a distintos temas que sean de interés para la población de los adolescentes”, detalló Aranda.

La selección de municipios interesados comenzó con una convocatoria a diversas localidades, como Eldorado, Iguazú, San Vicente, Apóstoles, Alem, Posadas y Oberá. Sin embargo, en esta primera fase se definió avanzar con las dos últimas, donde ya se inició la conformación de los equipos de profesionales.

“El compromiso nuestro es que en un principio tengamos esta prueba piloto en Posadas y en Oberá. Y obviamente tuvimos muy buena recepción de parte de los municipios, incluso algunos de los que nos fueron convocados también después nos escribieron que les interesaba”, indicó el funcionario.

En esta etapa inicial, Unicef acompaña el proceso a través de la asociación civil Intercambios, que brinda asesoramiento en la implementación del dispositivo. Según Aranda, una vez conformados los equipos profesionales, el siguiente paso será la selección de los jóvenes participantes y la definición de las primeras actividades.

“Si nosotros trabajamos de manera preventiva sobre la población adolescente, vamos a ver efectos positivos sobre nuestra población joven, porque después vamos a ver con los años una población que va a tener otro manejo de su salud mental, otro cuidado de su salud mental, y otra conciencia de la importancia que tiene”, sostuvo Aranda.

Además, desde la Dirección de Salud Mental indicaron que los talleres en escuelas secundarias han permitido conocer de cerca las inquietudes de los jóvenes. “Si bien llevamos una temática que nos piden los directivos, lo que tratamos siempre es de que haya participación adolescente. A ellos les inquieta mucho el autocuidado de su salud mental, tienen mucha intriga de esto, se ponen a investigar sobre el contenido al respecto, sobre diagnósticos, sobre qué consiste la ansiedad, qué consiste la depresión”.

Temas que le interesan a los adolescentes

Otro de los temas que más preocupan a los jóvenes es la formación de vínculos saludables. “Aparece mucho la cuestión de los noviazgos, cómo establecer vínculos sanos. Entonces, a partir de eso, trabajamos con el equipo adolescente y con el equipo profesional en brindar información sobre esto bajo una dinámica de taller, pero a su vez también decir, bueno, ¿qué podemos hacer para tener un impacto en la comunidad?”, añadió.

Por otra parte, el bullying también es una preocupación frecuente en las consultas. “Nosotros hacemos énfasis tanto en los efectos negativos que genera sobre la persona que recibe el bullying, pero también marcamos cómo ese ejercicio de crueldad o de hostigamiento genera un efecto a nivel subjetivo en quien lo ejerce”, señaló el funcionario.

“Nuestro objetivo es prevenir problemas de salud mental a futuro. Si trabajamos con los adolescentes desde ahora, en unos años podríamos ver un impacto positivo en la población joven, con adultos que manejen mejor su bienestar emocional y sus vínculos. Por eso creemos en la importancia de estos centros y de apostar por el futuro de los jóvenes en la provincia”, concluyó Aranda.