Los ciudadanos de Estados Unidos se vieron consternados ante la noticia de que un avión colisionó contra un helicóptero en los cielos de Washington en la noche del miércoles 29 de enero.
La nave, que transportaba a 64 personas y se encontraba realizando un vuelo de rutina, impactó al helicóptero, que pertenecía al ejército y tenía 3 personas a bordo.
Hasta el momento, los equipos de emergencia recuperaron 28 cuerpos y las autoridades no tienen esperanza de encontrar sobrevivientes.
El suceso ocupa el quinto lugar en la lista de accidentes entre aviones con mayor cantidad de víctimas. A continuación, recordamos los tres más trágicos.
El podio de los choques de aviones más trágicos
Aunque es un fenómeno poco frecuente, ha habido más de una colisión entre aviones y, en varias ocasiones, se ha cobrado cientos de vidas.
El primer gran choque ocurrió en el espacio aéreo de Ankara, Turquía, en 1963.
El avión Vickers Viscount 754D, de la aerolínea nacional del Líbano Middle East Airlines, estaba realizando un vuelo comercial desde Chipre con destino a Ankara.
Cuando la nave se encontraba descendiendo hacia el aeropuerto turco, colisionó contra un Douglas C-47, un avión de la fuerza armada de Turquía que llevaba a cabo un entrenamiento.
El Vickers Viscount transportaba 14 personas, mientras que el Douglas 3 tripulantes. Las 17 personas fallecieron en el momento del choque.
Los aviones cayeron sobre la ciudad, por lo que ocasionaron la muerte de 87 personas más.
La investigación posterior culpó a la tripulación libanesa por el accidente, ya que habría calculado mal la distancia que separaba al avión de la tierra.
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El accidente ocurrió en el Aeropuerto Nacional Reagan, cerca de Washington DC.
Con 104 fallecidos, hasta 1977, la colisión de Ankara era el accidente entre aviones con mayor cantidad de muertos. Pero ese año ocurrió una catástrofe que rompería con la estadística.
Se trató del choque entre un Boeing 747 de la estadounidense Pan Am y un avión de la misma empresa que pertenecía a la aerolínea holandesa KLM.
El siniestro tuvo una particularidad: los aviones chocaron en la pista de aterrizaje.
La nave holandesa salió Ámsterdam y se dirigía al aeropuerto de Gran Canaria, España, mientras que la norteamericana tomó vuelo desde Nueva York, con idéntico destino.
Sin embargo, una amenaza de aviso de bomba en el aeropuerto de llegada, realizada por un grupo terrorista, provocó que ambos vuelos fueran derivados hacia Los Rodeos, el aeropuerto ubicado en el norte de Tenerife, España.
En la pista de Los Rodeos había demasiados aviones, ya que otros vuelos también fueron redirigidos allí y, además, el día estaba muy neblinoso.
Lo anterior pudo ser causa de que, al iniciar su despegue, el avión de la KLM no advirtiera la presencia, a escasos metros, del Boeing estadounidense.
Al percatarse de la presencia de la nave de Pan Am, el KLM intentó levantar vuelo para esquivarla, pero no logró evitar el choque.
El Boeing holandés llevaba 248 personas, que murieron en el accidente. El otro avión transportaba 396 individuos, de los cuáles sobrevivieron 61.
Las cajas negras de los aviones fueron revisadas y se comprobó que el piloto de la KLM inició el despegue sin autorización, por lo que le corresponde gran parte de la culpa de la tragedia.
El avión Boeing de la aerolínea holandesa, responsable de la tragedia de Tenerife. Foto: Wikipedia CC BY-SA 2.0
Con 583 fallecidos, el desastre de Tenerife es, hasta nuestros días, el choque de aviones que más muertes se cobró.
Dejando de lado este accidente, la colisión entre naves aéreas más grave ocurriría en 1996, en los cielos de Charkhi Dadri, India.
Los implicados fueron un Boeing 747 de la aerolínea de bandera de Arabia Saudita, Saudi Arabian Airlines, y un Ilyushin Il-76, de la empresa nacional de Kazajistán, Kazakhstan Airlines.
El Boeing partió desde Nueva Delhi, India, hacia Arabia Saudita, mientras que el Ilyushin salió desde Kazajistán con destino a la capital india.
Los aviones, que compartían la misma ruta, colisionaron en el espacio aéreo de Nueva Delhi, cuando el avión árabe había recorrido unas pocas millas y el kazajo se disponía a aterrizar.
En la nave árabe viajaban 312 personas y en el Ilyushyn 37: todas murieron por el accidente.
Los análisis posteriores determinaron la culpabilidad de la tripulación de Kazajistán, pues por su desconocimiento del idioma inglés habrían entendido mal las indicaciones de las autoridades del vuelo.