Ya sea limpiar la mesa o recoger zapatos, los proyectos pequeños dan satisfacción.
Aquí te decimos cómo comenzar.
Tara Bremer, una organizadora doméstica profesional de Birmingham, Alabama, mantiene su negocio gracias a los grandes desórdenes:
cocinas desarregladas, garajes donde no hay espacio para los coches.
Pero los proyectos pequeños a veces consiguen las mejores reacciones.
Hace poco controló la desbordante colección de perfumes de una adolescente, como parte de una reorganización más amplia de su dormitorio.
Mantener la casa perfecta todo el año. Foto: FreePik.es
La chica y su madre “no paraban de mirar debajo del lavatorio”, dijo.
“Estaban muy contentas”.
Este tipo de mini-reorganización puede bastar para darnos a muchos lo que buscamos cuando pensamos en organizar:
una carga mental más ligera, un antes y un después que saborear.
“A veces necesitas un poco de control en un mundo que parece caótico”, dijo Bremer.
“Si se trata de un cajón de cachivaches, sé el jefe del cajón de cachivaches”.
Tentación
Es tentador, por supuesto, convertir este tipo de tarea manejable en una misión existencial.
“En lugar de pensar, voy a dedicar una hora esta semana al papeleo, se convierte en, voy a ser una persona organizada”, dijo Stephanie Preston, profesora de psicología de la Universidad de Míchigan.
Subrayó que, para algunas personas, la “limpieza furiosa” de todas las habitaciones durante un fin de semana largo funciona.
Ciertas personalidades están programadas para ese tipo de estimulación, del mismo modo que a algunas personas les gusta el reto de pasar “enero sin beber” para poner en marcha hábitos de consumo de alcohol más saludables.
Pero, ¿y si te apetece un enfoque más ligero, como el de enero moderado?
Los pequeños proyectos dan satisfacción, ya sea limpiar la mesa del comedor para poder organizar una cena u ordenar los juguetes lo suficiente para que sea más fácil aspirar la habitación. He aquí cómo empezar.
Identifica tu dolencia personal
Todos tenemos diferentes porotos bajo el colchón, por así decirlo.
“Pregúntate: ¿Qué hay en mi casa que realmente me molesta ahora mismo?”, dijo Tyler Moore, autor del libro Tidy Up Your Life, quien también comparte consejos en su cuenta de Instagram Tidy Dad.
Moore vive en un departamento de dos dormitorios con su mujer y sus tres hijas, por lo que sus proyectos suelen ser a pequeña escala.
“Concéntrate en un área que pueda marcar la diferencia en poco tiempo”, dijo Moore.
“Quizá sea tu cajón de las especias. O tu bolsa de trabajo”.
Si miras alrededor de tu casa y tienes varios espacios con un desorden similar, puede que el problema sea una cosa, en lugar de un espacio.
Algunos culpables habituales:
libros, cables de carga, incluso los zapatos de deporte de los adolescentes.
En ese caso, identificar el objeto que está causando problemas puede conducirte a una solución específica
(“Necesito guardar mejor los zapatos”) en lugar de una sensación de agobio (“Vivo con haraganes, y voy a regalar todos los objetos que esos ingratos aprecian”).
Cuando se le preguntó qué espacio solía dar más problemas a los clientes, Bremer respondió rápidamente:
la despensa.
“La gente guarda demasiados envases”, dijo, y señaló que ella decanta la comida de los aperitivos en recipientes transparentes.
Moore dijo que le parecía que el pequeño proyecto más satisfactorio de abordar era el cuarto de baño, tirar los productos duplicados y acorralar las cosas de cada persona en su propio sitio.
“Te prepara bien para el día”, dijo.
Otras tareas modestas a considerar:
un cajón de medias, un gabinete de juegos, un armario de ropa blanca, contenedores de comida, tu colección de bolígrafos.
Expresa claramente tu objetivo
“Haz un poco de introspección antes de empezar”, dijo Elliot Berkman, profesor de psicología de la Universidad de Oregón, quien estudia la motivación.
“¿Qué intentas conseguir? ¿Quieres que tu casa esté bonita para los invitados? Quizá guardas cosas en los cajones pero no los organizas”.
¿Quieres que tus hijos le den de comer al perro?
Guarda las provisiones en recipientes en un estante bajo.
Establece también un objetivo en términos de tiempo, dijo Preston.
Para los organizadores reacios, decir:
“El martes voy a dedicar una hora a revisar la ropa de la temporada pasada” tiene más probabilidades de dar resultado que “tengo que ocuparme del armario la semana que viene”.
Resígnate a algunos montones
Las fotos en las redes sociales no muestran pilas de correspondencia o libros sin leer junto a la cama, pero la mayoría de nosotros las tenemos.
“Recuerda, solo es un problema si es un problema”, dijo Preston, quien admitió que no le gusta archivar papeles y los aparta de la vista en otra habitación cuando viene gente a casa.
“Me molesta, pero no tanto como para hacer algo al respecto”, dijo.
No te dejes influir para depurar objetos sentimentales (o incluso inútiles) si no te molestan.
Por supuesto, la ecuación cambia si los libros de texto universitarios de los que no puedes desprenderte invaden el espacio de algún miembro de la familia.
En una casa compartida, “hay que llegar a algún tipo de acuerdo”, dijo Preston.
Retírate a tiempo
Moore dijo que hace poco pasó media hora organizando una caja de cargadores y cables.
“Cuando terminé, estaba listo para seguir con otra cosa, y mi mujer me dijo:
‘Vamos a dejarlo’”, contó.
“Disfruta de ese pequeño proyecto”.
Aunque tu objetivo a largo plazo sea acabar ordenando todas las habitaciones de la casa, estos pequeños proyectos son bloques de construcción cruciales.
“Lo que buscas son pequeñas victorias”, dijo Berkman.
“Así es como se crea un hábito”.
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Elizabeth Passarella
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