El accidente aéreo entre un avión comercial y un helicóptero militar ocurrido en Washington, que dejó a todos sus pasajeros sin vida, conmueve al mundo.
Sin embargo, no es la primera vez que el Río Potomac es protagonista en una tragedia que incluye un avión y decenas de muertos. Anteriormente, ya había ocurrido una desgracia similar.
Era una mañana fría en la Capital de Estados Unidos, cuando el 13 de enero de 1982 el vuelo 90 de Air Florida partía desde el Aeropuerto Nacional de Washington D.C con destino a Fort Lauderdale, con escala en la ciudad de Tampa.
A pocos minutos de haber despegado, todavía muy cerca del suelo, el avión chocó contra el puente Williams de la calle 14, en aquel momento cubierto de nieve, y posteriormente cayó al Río Potomac, también helado.
La aeronave, llamada Bueing 737-222, llevaba a bordo 74 pasajeros de los cuales fallecieron setenta.También, volaban cinco tripulantes, de los cuales murieron cuatro.
Además, perdieron la vida otras cuatro personas que transitaban el puente en auto.
Milagrosamente, cinco personas sobrevivieron al impacto, aunque varios de ellos quedaron con costillas rotas y lesiones.
Los rescatistas tuvieron que actuar rápido para lograr sacarlos a todos del río antes que se murieran congelados. Lamentablemente, uno falleció ahogado mientras esperaba a que lo ayuden a salvarse.
Un sobreviviente falleció mientras esperaba a que los rescatistas lo ayuden.
Foto: FTP CLARIN
Qué dice la investigación
Luego de una profunda investigación posterior, liderada por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, se concluyó que había dos responsables del accidente: el piloto y el clima.
En aquel día, la temperatura era de cuatro grados bajo cero. Un rato antes del despegue, había caído una tormenta de nieve que congeló algunas partes del avión.
Por el mismo motivo, el Aeropuerto de Washington D.C se mantuvo cerrado durante horas. Había una sola pista en funcionamiento, por lo que hasta que no se terminara de limpiar, no podía despegar ni aterrizar ningún vuelo.
El equipo de aviación estaba tirando anticongelante a presión a sus unidades, entre ellas estaba el vuelo 90 de Air Florida que ya llevaba una hora de retraso.
Es por este contexto que se culpó al piloto de apresurarse a despegar en condiciones climáticas desfavorables, aun cuando se le había alertado anteriormente desde el control.
Su grave e irreversible error fue no esperar a que las alas y el motor de la nave se descongelen, ya que estaban tapadas con hielo.
En unos audios que los investigadores dieron a conocer, cuando ya estaban todos embarcados, uno de los 5 pilotos había advertido sobre lo dificultoso de arrancar, pero el capitán a bordo se negó a recibir más descongelante porque, según el, llevaría una hora mas de espera.
Sin embargo, esta decisión no fue la única que ocasionó la caída fatal.
Todavía en la pista del aeropuerto, listos para arrancar el despegue, los pilotos acordaron quedarse unos minutos detrás de otro avión que los calentaría un poco y así lograr derretir parte del hielo.
Lo que no se imaginaron era que toda esa agua y hielo quedarían acumulada en la parte de las alas, lo que provocó un nuevo congelamiento en esa zona que hizo que se vuelva más pesado.
Los investigadores detallaron que una bola de nieve congelada obstruyó el motor e indico al tablero que ya habían alcanzado la máxima potencia, pero en realidad no habían llegado ni al 70%.
Por lo tanto, esta velocidad no era necesaria para mantenerse en el aire.