WASHINGTON.- El gobierno de Donald Trump ya tuvo un primer contacto con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela para avanzar en la liberación de rehenes norteamericanos y garantizar la repatriación de “criminales y pandilleros, y que lo haga de manera inequívoca y sin condiciones”. El primer contacto ocurre justo antes del primer viaje del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, a América Latina, su primera gira internacional.
Rick Grenell, enviado de Trump para Misiones Especiales en política exterior, viajó a Venezuela para reunirse con Maduro y discutir esos dos temas, un primer contacto entre el nuevo gobierno norteamericano y el chavismo que puede comenzar a dilucidar el futuro de la relación bilateral, y la estrategia de la administración trumpista para buscar un cambio de régimen en la nación caribeña.
“Desde la migración hasta la seguridad y el comercio, no hay otra región en el mundo que afecte las vidas de los estadounidenses a diario más que el hemisferio occidental, y es por eso que, en cuanto a la formación de equipos, en la era dorada del presidente Trump él ha priorizado a las Américas en esta administración”, dijo en una llamada con periodistas el enviado especial para América Latina, Mauricio Claver-Carone, que confirmó el encuentro de Grenell en Caracas.
“Los rehenes estadounidenses retenidos en Venezuela no sólo son inaceptables, sino que deben ser liberados inmediatamente”, añadió el funcionario.
Rubio comenzará este fin de semana una gira por la región en la que visitará Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y la República Dominicana, su primer viaje al exterior. El viaje servirá para comenzar a marcar el tono de la nueva administración de Trump en su vínculo con América Latina. El nuevo gobierno ha puesto especial énfasis en los primeros días del retorno de Trump al poder en la migración y la deportación de inmigrantes indocumentados a sus países de origen, la mayoría de ellos en la región. El viaje de Rubio también servirá para comenzar a delinear las alianzas del nuevo gobierno en el continente.
Claver-Carone despachó elogios para los mandatarios de la región que se reunirán con Rubio –no dijo nada sobre el presidente Javier Milei–, y dejó una mención especial para el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, cuya política de seguridad ha despertado críticas pero también duras críticas por supuestas violaciones de derechos humanos.
“Como muchos de ustedes saben, la primera llamada telefónica con un líder del hemisferio occidental por parte de Trump y la segunda a nivel mundial, fue Bukele, quien no solo es el líder más popular en el hemisferio occidental desde una perspectiva de índices de aprobación, sino que la razón por la que se ha vuelto tan popular es simplemente por las medidas extraordinarias que se han tomado en el país en materia de seguridad”, dijo Claver-Carone.
“Hace apenas una década, El Salvador era la capital mundial del asesinato y hoy es una de las ciudades más seguras del mundo. Y esas medidas extraordinarias, que francamente son la envidia de muchos países del hemisferio occidental, realmente lo han convertido en uno de los líderes más importantes no solo en materia de seguridad, sino también en un gran aliado en materia de migración”, dijo el funcionario norteamericano.
Claver-Carone dijo además que la presencia de China en el canal de Panamá es una amenaza para Estados Unidos y la región.
“Vemos que la presencia de China en el canal de Panamá, el Presidente lo ha dejado muy claro, no sólo es una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos, sino también para la del propio Panamá y, en última instancia, para la de la región. Y eso es algo que hay que abordar”, anticipó Claver-Carone.