Con el ingreso de nuevos directores en las distintas áreas del Teatro Colón, el Ballet Estable –conducido a partir de esta temporada por Julio Bocca– entra también en una nueva etapa que, en principio, comienza por la apertura de una audición para cubrir puestos en la compañía: un total de veinte bailarines -entre chicas y muchachos- fueron elegidos este sábado al concluir un concurso con aspirantes argentinos y de otros lugares del planeta. Los límites de edad fueron entre los 18 y los 26 años.
Los artistas así seleccionados tendrán un tipo de contratación diferente a las de los, en su mayoría, integrantes del Ballet actual; se denominan técnicamente “contratos temporarios”, e incluyen aportes de seguridad social y de obra social.
Este sábado desde temprano comenzaron a llegar bailarines jóvenes al Teatro Colon para la audición final para el selección del Ballet Estable. Foto Federico Lopez Claro
Las pruebas consisten en una clase de técnica clásica, otra de partenaire y otra de danza contemporánea a cargo de los maestros del Ballet. Desde luego, no son clases en el sentido de que tienen que aprender alguna cosa: es mostrarse en las distintas técnicas con lo que es el pan cotidiano del bailarín hasta que se retira; es decir, la clase diaria que incluye ejercicios en la barra, en el centro de la sala y en las líneas diagonales.
Las proveniencias
Una auténtica sorpresa es la proveniencia de los bailarines que solicitaron la inscripción: fueron más de 500, aproximadamente; 180 bailarines argentinos, y 350 del resto del mundo.
La cola para la audición de bailarines y bailarinas para el Ballet Estable que dirige Julio Bocca.Foto Federico Lopez Claro
No es extraño que las solicitudes iniciales hayan llegado de países de América Latina como Brasil, México, Costa Rica, Chile, México, Uruguay, Paraguay o el Salvador, entre otros. Es un poco menos esperable, por la lejanía geográfica, que provinieran de Alemania, España, Italia, Francia, Austria, Eslovaquia y Estonia. Pero también hay bailarines originarios de países que seguramente nos resultan un tanto exóticos como Albania o Montenegro.
De este total, fueron preseleccionados aproximadamente 160 postulantes.
Esta fase final de las audiciones es cerrada para prensa y público en general y cuenta con la evaluación de un jurado integrado por la española África Guzmán –intérprete durante veinte años de la Compañía Nacional de Danza de España y asistente del gran coreógrafo Nacho Duato-; Nadia Muzyca, ex primera bailarina del Teatro Colón; Luis Ortigoza, también argentino y vinculado durante muchos años al Ballet Municipal de Santiago de Chile y, desde luego, el propio director del Ballet Estable, Julio Bocca.
Y llegaron
El día anterior a la instancia definitiva del concurso, Julio Bocca decía que el proceso previo había sido sumamente exigente y muy cargado de tensión: reducir a menos de la mitad el número de personas que pasarían a la fase final involucraba una revisión muy escrupulosa del material en video y los antecedentes de cada postulante.
“La verdad –contaba- es que nos encontramos con un muy buen nivel y la participación además de muchos bailarines argentinos; ahora veremos quiénes se presentan ya que algunos extranjeros no podrán venir por los costos del pasaje”.
Efectivamente, los números se redujeron: llegaron 41 varones y 101 mujeres desde Brasil, Uruguay, Chile, Italia, España, Japón, El Salvador, Guatemala, el Reino Unido y Estados Unidos.
La importancia del Instituto del Colón
M.L. es una estudiante avanzada de Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, donde se formaron un gran número de bailarines que fueron y siguen siendo estrellas internacionales. No se presentó a la audición porque está por debajo de la edad establecida, pero sabe que sí lo hicieron muchos de sus compañeros.
Dice: “Cada uno se preguntará por sus motivos personales y es normal que nos cuestionemos adónde quiero ir, dónde puedo probar o dónde puedo aprender. Para nosotros este teatro es como nuestro hogar y crecimos aquí adentro y aunque pasen los años cada vez que lo pisamos es como si fuese la primera vez”.
Alan, de 18 años, en la audición de bailarines y bailarinas para el Ballet Estable del Colón. Foto Federico Lopez Claro
Por ejemplo, Alan Gómez Vinacha, 18 años y a punto de cursar octavo año del Instituto, ambiciona entrar al Ballet del Colón porque siempre vivió aquí, siente que el Colón es su casa, no querría vivir en otro país ni hablar en otro idioma. Dice que su punto fuerte desde el punto de vista técnico son los saltos: “Salto muchísimo pero lo principal es que siento la música y que sé bailar”.
Julieta, de 18 años, a punto de ingresar a la audición en el Colón. Foto Federico Lopez Claro
Por su parte, Julieta Fochesato (18) dice: “Cursé el Instituto desde muy chica y no tengo dudas de que el Teatro es mi lugar. Hay muchas compañías en el mundo pero esta es mi casa. ¿Si estoy nerviosa? Sí, pero menos que el año pasado cuando se hizo una audición no internacional para tomar bailarines contratados. ¡Ahora dejo todo en manos de Dios!».
Más testimonios
Los varones han sido convocados primero, a las 9 de la mañana, y van llegando muy de a poco, aparentemente muy tranquilos.
Juan Luis Fernández (21 años) comenzó a estudiar ballet cuando tenía ocho años en la Escuela del Teatro Libertador San Martín de la ciudad de Córdoba. Tiene ya una buen recorrido profesional: varios meses en distintas compañías europeas haciendo obras de repertorio como Cascanueces y El lago de los cisnes:
Juan Luis Fernández, de 21 años, vino desde Córdoba a la selección en el Colón. Foto Federico Lopez Claro
“Cuando volví a la Argentina fui contratado como refuerzo del cuerpo de baile y participé en varias producciones: La bella durmiente, Giselle, un programa mixto con obras neoclásicas y contemporáneas y La bayadera. ¿Por qué me presento a esta audición? Porque para mí el nombre de Julio Bocca es muchísimo; y también porque me sentí muy cómodo bailando aquí el año pasado y fui recibido con mucha calidez por parte de los compañeros”.
Y luego van llegando las chicas, cuya prueba comienza a las 10 de la mañana.
Victoria, Julieta y Romina vienen de Montevideo; llevan las camisetas del Teatro Sodre de Montevideo. “Somos egresadas de la Escuela de Ballet del Sodre, y las tres formamos parte de un ballet clásico juvenil de la misma escuela; su propósito es que nos fogueemos en el escenario haciendo giras por el interior del país”.
Victoria, Julieta y Romina llegaron de Montevideo para el selección realizada por Julio Bocca.Foto Federico Lopez Claro
Las tres coindicen en que el prestigio del Ballet del Colón y el nombre de Julio Bocca son aspectos importantes para haberse presentado. Y también en que para llegar a esta última parte de la audición se da por descontado un muy buen nivel técnico. “Así que nos imaginamos que se valorará sobre todo la actitud”.
Ana Carolina (18) y su hermano Tiago (sumamente tímido) son originarios de Niteroi, Brasil, y se formaron en la Escuela del Teatro Municipal de Río de Janeiro. Formaron parte de una compañía juvenil con la que tuvieron mucha experiencia en obras de repertorio. Dice ella: “El Ballet del Colón es un gigante en el mundo entero y me parece, si logro ingresar, que será para mí una gran experiencia profesional”.
Angela es italiana aunque estudió ballet en Viena y este es su último año de formación: “Siempre admiré al Ballet del Colón, y lo he seguido en YouTube. Es una gran inspiración para mí y deseaba ser parte de él. Me gusta hacer ballet clásico, por supuesto, pero también danza contemporánea. En fin, como bailarina quiero hacer todo; si me dicen ‘hay que rodar por el piso’, allí voy”.
Angela, una bailarina italiana que se anotó y fue seleccionada para la audición final en el Teatro Colón. Foto Federico Lopez Claro
El Ballet del Colón cumple este año un siglo de vida, como los otros cuerpos estables. En lo que concierne específicamente al Ballet son cien años de crecimiento, de conquistas, de retrocesos, de alejamientos y regresos, de alegrías y tristezas.
Un inmenso número de nombres enormemente valiosos –bailarines, directores, coreógrafos y maestros- han atravesado este tiempo y han dejado sus huellas. Es muy bueno conocer el pasado para entender el presente y pensar el futuro.
Al cierre de esta edición, las audiciones continuaban y no había lista de seleccionados.
Sobre la firma
Laura Falcoff
Redactora de la sección Spot / Espectáculos [email protected]
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