En enero se produjo una escalada de violencia en el conurbano bonaerense que dejó cifras sangrientas en los primeros 31 días del año: se registraron al menos seis asesinatos y aumentaron los enfrentamientos armados, con varias víctimas en estado de gravedad. Si se suman los ladrones fallecidos, el número total de muertos asciende a 11.
El asesinato del repartidor Lucas Aguilar (20), el jueves, atacado con siete puñaladas en Moreno, fue el detonante que disparó la tensión, el viernes, frente a la intendencia. Fue el último caso de una seguidilla de víctimas. Un nutrido grupo de amigos y compañeros del joven se juntó frente para exigir respuestas y pasado el mediodía se desataron serios incidentes: corridas y piedrazos contra el edificio comunal y vehículos policiales dañados que desembocaron en la respuesta de la policía, que detuvo a 19 manifestantes.
Moreno se suma a una lista de municipios del GBA como La Matanza o Lomas de Zamora en las que se viene repitiendo una ola de hechos de inseguridad con víctimas fatales, que se intensificó en los últimos diez días. En un enero que se volvió sangriento, sobre todo en la última quincena, hubo al menos seis personas asesinadas en situación de robo en diferentes distritos del conurbano, según el análisis de notas periodísticas ya que no hay estadísticas oficiales.
La escalada de violencia no parece frenar en este febrero que acaba de comenzar: este sábado a la madrugada, un motociclista que era perseguido por motochorros en ruta 7, en Francisco Alvarez, también partido de Moreno, chocó y murió. Sucedió alrededor de las 5 de la madrugada y el joven iba pidiendo ayuda a los gritos, hasta que los motochorros lo alcanzaron, le rozaron la moto, se desestabilizó, chocó contra un poste de luz y murió. Los ladrones se dieron a la fuga.
Este recrudecimiento de la violencia en el conurbano bonaerense y los incidentes del viernes obligaron a salir dar explicaciones, primero, a Ismael Castro y Mariel Fernández, secretario de Seguridad e intendenta de Moreno respectivamente, y luego a Javier Alonso, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Coincidieron en que hay «una ola creciente de violencia interpersonal«.
Tanto Alonso como Castro enfatizaron que «la escalada de violencia es en todo el país, y el Conurbano bonaerense no es la excepción». El secretario hizo hincapié en que «el delito va mutando y es necesario poner más voluntad y esfuerzo», mientras que el ministro de Axel Kicillof se la agarró con los medios de prensa: «Si ustedes hacen un reality con el dolor ajeno y están todo el día con la misma información, pareciera que fueran más los hechos de violencia».
Marcha en Moreno, frente e la Municipalidad, por el asesinato del delivery Lucas Aguilar (20), a quien mataron a puñaladas. Foto Enrique García Medina
Castro prometió reforzar las estrategias para proteger a los delivery, que suelen ser blanco sencillo para atacarlos y robarles las motos. Según informaron las aseguradoras, se roban por día entre 120 y 130 rodados, la mayoría en la zona oeste del Gran Buenos Aires.
“Salimos todos días a trabajar, llevando pedidos y estamos a la buena de Dios, tenemos miedo”, dijo un repartidor de 22 años. «Hay zonas como ésta en las que ya no se puede venir, ni siquiera de día», señaló un chica que conduce un ciclomotor.
Morir por una riñonera
Si bien el de Lucas desató el reclamo de vecinos y trabajadores, esta última semana fueron varios los crímenes conmocionantes.
El miércoles a la noche, Camila Elena Rocha (24) y su novio Brian estaban caminando por la calle Tuyutí, en Ingeniero Budge, localidad del partido de Lomas de Zamora. Iban a comprar comida cuando se les acercaron dos delincuentes en bicicleta armados para robarles sus objetos de valor.
Camila Rocha, de 24 años, fue asesinada en Ingeniero Budge para robarle.
Uno de los ladrones quiso sacarle la riñonera a Camila, pero su novio intentó defenderla y golpeó a uno de los delincuentes. En medio del forcejeo el ladrón le disparó a Brian y desafortunadamente la bala impactó en el pecho de la joven.
Tras cometer el crimen, escaparon en bicicleta, aunque inmediatamente el novio y los vecinos llamaron a la policía. Camila fue trasladada en ambulancia al hospital Allende y derivada al hospital Gandulfo, donde murió por la gravedad de la herida en su pecho. Los dos delincuentes fueron detenidos en la provincia de Santa Fe, gracias a las imágenes que habían registrado las cámaras de seguridad y a los testimonios de los vecinos que pudieron reconocerlos.
Uno de los sospechosos que habría disparado contra Camila Rocha fue detenido en Santa Fe.
Los jubilados que respondieron a los ladrones
Siete horas después de que Camila fue asesinada en Ingeniero Budge, en el partido de Malvinas Argentinas, Emilio Ponchón, un jubilado de 87 años, mató a un ladrón que entró en su casa para robar. Fue el segundo caso en 24 horas de un adulto mayor que abatió a un delincuente que, previamente, quiso asaltarlo.
«Te voy a disparar, cuidado», le alertó Ponchón al ladrón, mientras sostenía una carabina calibre 22. El jubilado no dudó y le disparó. Fueron cuatro disparos que impactaron en el cuerpo del sospechoso. Ninguno en la espalda, por lo que para los investigadores está claro que le disparó de frente y no mientras el asaltante escapaba.
El ladrón que entró a robar a la casa de un jubilado de 87 años y terminó muerto.
El hecho ocurrió cerca de las 5 de la madrugada de este miércoles en una casa sobre la avenida Olivos 344, en Pablo Nogués. Según fuentes judiciales el dueño de la casa había sufrido reiterados robos en los últimos días y vivía con miedo. Ponchón, que estaba durmiendo, se despertó sobresaltado porque escuchó ruidos, fue a buscar el arma y tras la voz de alto, no dudó y disparó.
La última semana del mes se tiñó de sangre, como se remarcó, con una sucesión de hechos delictivos que había arrancado con otro jubilado que, también víctima de un robo,se defendió a balazos y mató a un motochorro en Villa Madero. Según lo registrado por las cámaras de seguridad, Nicolás Cisco (78) estaba tranquilo estacionando en reversa su Toyota SW4 blanca cuando apareció otra camioneta que frenó a su lado. Había tres delincuentes en su interior, y uno de ellos se bajó e intentó abrirle la puerta. Estaba armado, pero fue sorprendido por Cisco, que comenzó a disparar.
Nicolás Cisco (78), un jubilado que estaba estacionando, se defendió de un ataque y mató a un ladrón de 16 años en La Matanza.
El ladrón, identificado como Lucas Sebastián Graneros, de 16 años, cayó desplomado. Al ver la situación, sus cómplices escaparon a toda velocidad. Uno de ellos, incluso, estaba también cerca de la camioneta del jubilado, y cuando escuchó los disparos se subió rápido a la Renault del lado del conductor. El cómplice que estaba al volante aceleró y se fueron.
El raid delictivo tuvo situaciones aberrantes como la que padeció Teresa Martínez, de 92 años, que apareció asesinada en su casa de Temperley, atada a su cama. La nieta de la víctima dio aviso a la policía luego de encontrar su abuela sin vida en su habitación y dijo que los asesinos se llevaron 200 mil pesos. Fueron atrapados días después en su casa de Almirante Brown.
La peor semana del año había arrancado con el asesinato de Omar Teccse Quispe (38), de nacionalidad peruana y quien trabajaba para la aplicación Uber. Manejaba un Peugeot Partner en la madrugada del lunes, cuando fue asaltado en Isidro Casanova. Fueron vecinos del barrio Santa Clara los que escucharon un disparo y lo encontraron herido agonizando, con un tiro en la cabeza. Teccse Quispe tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Paroissien en un auto particular porque la ambulancia no llegaba. Murió en el camino.
El jueves, también en Moreno, Pablo Bartoli, de 38 años, iba a su trabajo con una moto Honda Tornado 250 cuando le dispararon por la espalda. La víctima se desplomó en el asfalto y uno de los delincuentes huyó con la moto. Por el caso detuvieron a un adolescente de 17 años.
Los ataques a policías
Otra particularidad de este enero violento fue la seguidilla de ataques a policías porteños en el Conurbano. En todo el mes, 32 agentes fueron abordados por ladrones en el GBA: en promedio, hubo un caso cada menos de 24 horas. Es la cifra más alta de los últimos años, ya que en 2024 hubo 176 enfrentamientos (uno cada dos días) y en 2023, 98 ataques (uno cada tres días).
Uno de los efectivos, el oficial Brian Coria, integra además la lista de las 15 víctimas en robos: lo mataron dos motochorros que le quisieron robar su moto en Castelar, partido de Morón, el 15 de enero, y le dispararon cuando huía.
Estos enfrentamientos dejaron también tres ladrones muertos, a quienes les dispararon los policías mientras repelían los ataques.
Un caso fue el 16 de enero, en Isidro Casanova, partido de La Matanza, cuando cuatro ladrones quisieron robarle a un oficial de franco. Otro, el 21 de enero también en La Matanza (La Tablada), donde también cuatro motochorros quisieron robarle la moto a otro oficial.
El último, este miércoles, ocurrió en pleno centro de Moreno, cuando tres delincuentes abordaron a un policía de la Ciudad que iba en su moto, el agente abrió fuego e hirió a dos de los ladrones, que fueron trasladados por sus familiares al hospital municipal de Moreno: uno de ellos falleció.
La escalada forzó una reunión entre los ministros de Seguridad de la Provincia y la Ciudad, Alonso y Waldo Wolff, en la que acordaron formar una mesa de trabajo para buscar soluciones, pero también siguieron con cruces en la red social X.
Los funcionarios se reparten culpas
Javier Alonso insiste en que en el Conurbano «estamos mejor que el Gran San Pablo, el Gran Santiago y el Gran Montevideo. El homicidio bajó en comparación al año pasado, es más, contabilizamos más femicidios. ¿Qué dice el gobernador Axel Kicillof? Como siempre, el gobernador está atento a cada causa y a cada paso que damos. Sabemos que la mirada está en el Gran Buenos Aires, pero el delito se incrementó en todo el país».
En una seguidilla también de cruces por la red social X después de la protesta de Moreno, tanto los funcionarios provinciales como nacionales se repartieron culpas.
El presidente, Javier Milei, apuntó que por «la desidia, la inoperancia y el garantismo del Gobernador Kicillof» la Provincia «está sufriendo una catastrófica ola de inseguridad que está terminando en un baño de sangre para la gente común».
La respuesta del gobernador bonaerense no se hizo esperar. «Me repugna verlo lucrar políticamente con la muerte de un bonaerense, de un ciudadano argentino», escribió también en X, y le reclamó que «si realmente quiere colaborar con nuestra provincia podría empezar por devolver los 749 mil millones de pesos del Fondo de Seguridad de los que se apropió ilegalmente».
El de la inseguridad en el Conurbano, uno de los agregados urbanos más grandes del mundo donde viven 14 millones de personas, es un problema complejo, forzado, como advirtió el historiador Jorge Ossuna en una entrevista este sábado con Clarín, por «el desacople entre la dirigencia y la sociedad» que termina «perjudicando a vecinos y trabajadores víctimas de este delito capilar pero en ascenso».
Para el experto, la violencia está instalada hace varios años apoyada en una estructural fractura de la clase trabajadora que se expandió durante la cuarentena, pero existe una suerte de «detonación» con episodios violentos que se ven a diario. “Hay una ola de violencia con un trasfondo político y sociocultural. Un proceso de ebullición que nos conduce un escenario riesgoso«, advirtió.
Colaboró: Emmanuel Dalbe
AS
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Javier Firpo
Redactor de la sección Sociedad [email protected]
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