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San Martín, de San Juan, se está acomodando a la primera división. Rosario Central, en cambio, sumó dos victorias seguidas en el arranque del torneo Apertura 2025. Se impuso 3-0 sobre Godoy Cruz y venció a Lanús por 2 a 1. En la Cordillera, bajo un calor agobiante, aunque seco, jugaron un interesante primer capítulo, en el que el equipo conducido por Ariel Holan fue evidentemente superior.
Sin embargo, hubo una situación que se robó la escena. Ocurrió a los 31 minutos. Un gol (porque era gol) que no fue. Una de las situaciones desperdiciadas que quedarán en la memoria colectiva durante mucho tiempo. Arrancó con una explosión de velocidad de Jaminton Campaz por el sector izquierdo, indomable como también ocurrió en el exiguo triunfo contra Lanús. Levantó la cabeza y le cedió el festejo a Enzo Copetti, que se embarulló y la pelota siguió de largo, para la soledad de Gaspar Duarte.
El volante formoseño, de 22 años, quiso pegarle con la izquierda, la pelota le pegó en la otra pierna, se elevó, chocó con el travesaño y, al final, la arañó Matías Borgogno, el arquero local. ¿Qué quiso hacer? ¿Pararla con la zurda y dar un latigazo con la derecha? Lo cierto es que pareció un blooper, porque el balón engañó a sus piernas. Igual, pudo ser gol: el travesaño le dio más dramatismo a la escena. El primer tiempo acabó sin goles.
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— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) February 1, 2025
Ariel Holan no lo pudo creer. Mientras tanto, le cambió la cara a Rosario Central. “Lo primero que destaco es una energía que lleva al equipo a ser protagonista. Las transiciones de defensa a ataque son de primer nivel, porque tenemos jugadores picantes y podemos poner en aprietos a cualquier equipo. Lo que nos falta es mejorar el control y la posesión del balón, aunque lo están haciendo muy bien en el corto tiempo que tuvimos de entrenamiento. Ahí tenemos que profundizar”, suele decir el entrenador.
Y va más allá: “En la parte defensiva hay que hacer el esfuerzo para que cuando atacamos no quedemos como un equipo largo y nos consuma tanta energía. La presión del equipo es buena. Tanto O’Connor, Malcorra, Campaz y Copetti, que es un león, exigen mucho a los defensores rivales y eso es muy importante para el equipo”. El DT, al igual que el volante, también se agarró la cabeza.
