“Los días se hicieron semanas. Las semanas, meses. Y después, un día no muy especial, me dirigí a mi máquina de escribir, me senté y escribí nuestra historia. Una historia acerca de un tiempo, una historia acerca de un lugar, una historia acerca de la gente. Pero, sobre todas las cosas, una historia acerca del amor. Un amor que vivirá para siempre”. Esas fueron las palabras con las que Christian, el personaje interpretado por Ewan McGregor, le puso “fin” a una de las películas musicales más icónicas y románticas del cine, Moulin Rouge. En 2001 él y Nicole Kidman interpretaron a dos amantes prohibidos en la París del siglo XX y conformaron una de esas duplas hipnóticas que nunca pasan de moda. Hoy, 24 años después, las vueltas de la vida volvieron a unirlos, pero ahora por una tercera persona: Esther-Rose McGregor, su hija de “la realidad y la ficción”.
Esther-Rose McGregor es la segunda hija del actor Ewan McGregor y la diseñadora de vestuario Eve Mavrakis. Decidió seguir los pasos de su padre y hace unas pocas semanas estrenó Babygirl: el deseo prohibido (Babygirl), película en la que interpretó a la hija de Rory, el personaje de Nicole Kidman.
Fue justamente la joven actriz de 23 años la que marcó el reencuentro de la icónica pareja que enamoró al público a comienzos de los 2000 con Moulin Rouge.“Su hija está en Babygirl interpretando a mi hija. Todo es muy raro y el mundo es muy pequeño”, reconoció Kidman en enero cuando se cruzó con Ewan en los Globos de Oro. “Pero es hermoso”, sostuvo él. Como era de esperarse, el momento se volvió viral.
La heredera del ganador del Globo de Oro actúa, canta, modela, tatúa y busca posicionarse como una nueva estrella en ascenso a la que no hay que perder de vista. Sabe que carga sobre los hombros con un apellido pesado, pero decidió llevarlo con orgullo, aunque aportándole su propia impronta y personalidad.
Desde una temprana edad, encontró su lugar en la industria fashionista. Comenzó a trabajar con las marcas Miu Miu, Dolce & Gabbana y Celine. En 2018 hizo su primera campaña para Fendi junto a su hermana mayor Clara McGregor, también modelo y actriz. Pero, en un momento dado, decidió complementar las pasarelas, las campañas y las portadas de revista con los sets de filmación. Arrancó con algunos cortometrajes y en 2022 tuvo su debut en la pantalla chica justo al lado de su padre.
¿Fanáticos de Star Wars por acá? A los cuatro minutos y diecisiete segundos del episodio de la serie Obi-Wan Kenobi (Disney +) aparece una extraña mujer de cabello rosa llamada Tetha Grig (Esther) que le ofrece especies al Maestro Jedi (Ewan). “Estoy buscando a mi hija. La raptaron y la trajeron a este planeta”, le dice él. “Si está aquí, ya puede despedirse de ella. Nadie sale de este lugar. Yo también era la hija de alguien”, le responde ella y le da un pequeño frasco como “cortesía de la casa”. Los fanáticos enloquecieron al enterarse de que los actores eran, en la vida real, padre e hija.
En una entrevista con el programa The Late Late Show With James Corden (CBS), el protagonista de El gran pez (Big Fish) aclaró que, contrario a lo que podía pensarse, su hija no obtuvo el papel gracias a él, sino que audicionó. La directora, Deborah Chow, le dijo: “Encontré una chica genial, pero resulta que es tu hija. ¿Estás contento con eso?”. Él le aseguró que “sería increíble” trabajar juntos y reconoció que se sorprendió gratamente con el talento de Esther. “Estuvo simplemente brillante. No sabés realmente lo que está pasando con tus hijos hasta ese momento en el que actué con ella y me pareció algo muy normal y natural”, indicó.
Durante los dos años siguientes, Esther se abocó de lleno a su carrera de modelo y a su otra gran pasión: los tatuajes. Además de llevar varios diseños en la piel, incluidas unas hortensias en la parte superior del brazo derecho en honor a su abuelo, tiene su propio estudio en Nueva York y ella misma realiza varios de los pedidos. “Mi objetivo principal es mostrar que los tatuajes son una extensión de uno mismo. No hay muchas opciones en lo que respecta a la apariencia física, pero con los tatuajes se puede alterar el cuerpo. Quiero mejorar la forma en que las personas se ven a sí mismas y hacer que se sientan más cómodas con su propia piel”, expresó hace tres años en una entrevista con el medio escolar Washington Square News.
Aunque en el medio también creo French Thyme, un dúo musical junto a Leo Major, de a poco la británica empezó a priorizar su carrera actoral. Tal es así que en 2024 se convirtió en “una chica Almodóvar”, aunque, en sus propias palabras, su audición fue “decepcionante”. Cuando le llegó el material estaba grabando un cortometraje, así que, con el poco tiempo que tenía estudió el guion, grabó el video y lo mandó por mail. Sin embargo, se olvidó un pequeño detalle: chequear el destinatario. Quedó mortificada cuando se dio cuenta de que había “arruinado” su oportunidad con el director español. Pero, se llevó una grata sorpresa.
Tres meses después, mientras estaba grabando Babygirl le confirmaron que sería parte de La habitación de al lado (The Room Next Door), la primera película en inglés de Pedro Almodóvar protagonizada por Tilda Swinton y Julianne Moore. Aparecería en un flashback como la versión adolescente de Martha, el personaje de Swinton. ¿A quién fue una de las primeras personas a la que compartió la noticia? A su padre de ficción, el mismísimo Antonio Banderas. “Cuando le conté que me dieron el papel, él dijo ‘¡No puede ser!’”, le reveló la actriz a Variety. ¿Qué hicieron después? Se sacaron una selfie y se la mandaron a Almodóvar.
Tras el estreno de La habitación de al lado, McGregor volvió a la pantalla grande con Babygirl: deseo prohibido, el thriller erótico dirigida por Halina Reijn. Allí interpretó a Isabel, la hija mayor de Romy (Nicole Kidman), una renombrada empresaria de Nueva York casada con Jacob (Antonio Banderas), un director de teatro, que, insatisfecha con su vida sexual, comienza un affaire con Samuel (Harris Dickinson) un joven pasante de su empresa.
La propia Esther admitió que la historia la tocó muy de cerca pero con roles invertidos. “Gran parte de mi vida personal y de las cosas que viví con mi familia, y la dinámica de eso, extrañamente se replicó en la pantalla, solo que de manera opuesta, ya que estaba lidiando con mi madre en lugar de con mi padre”, admitió McGregor en diálogo con Vanity Fair sobre la película que grabó con Kidman y que, en cierta forma, cerró el círculo en más de un sentido.
En 2016, durante las grabaciones de la serie Fargo, Ewan McGregor conoció a la actriz Mary Elizabeth Winstead y un año después empezaron a surgir fuertes rumores de que eran algo más que compañeros de trabajos. Esto resonó aún más cuando ella se separó de su marido, Riley Stearns. En 2018, y luego de que los captaran a los besos, el actor solicitó el divorcio de su esposa Eve Mavrakis tras 22 años juntos y cuatro hijos en común, Clara, Esther, Jamyan y Anouk, por “diferencias irreconciliables”.
En aquel momento, el flamante noviazgo no le cayó nada bien a las hijas mayores del actor. Clara describió a la nueva pareja de su padre como “un pedazo de basura” y Esther compartió una canción que ella misma compuso y que decía: “Ver esas fotos me hace llorar / No sé cómo perdonar / No sé si lo puedo hacer / Arruinarme a mí, si te hizo un hombre“. No obstante, con el paso del tiempo ambas pudieron recomponer el vínculo con su padre y reconectar, sobre todo, desde el arte.
En 2021, el protagonista de Lo imposible (The Imposible) y su pareja fueron padres de un niño, Laurie, y tanto Clara como Esther-Rose le dieron la bienvenida. Incluso la menor de las hermanas expresó en las redes: “Si vas a comentar algo desagradable, recordá que estás en el Instagram de una joven de 19 años que está feliz con la familia que tiene ahora”.
Hoy, a los 23 años, Esther-Rose McGregor es una de las caras nuevas de Hollywood. Tras sus dos grandes proyectos en la pantalla grande, y de trabajar en la serie High School, fue confirmada como parte del elenco de la nueva serie de Amazon Prime, We Were Liars, basada en la novela homónima de E. Lockhart.
Aunque la propia Esther sostuvo que gracias a su padre, tuvo el “privilegio” de descubrir su pasión de chica y que es plenamente consciente de que su apellido le “abrió puertas”, también reconoció que eso no le aseguró trabajos: “Si fuera una m***da, sería una m***da, así que definitivamente reconozco ese privilegio. No creo que alguna vez me tomaría negativamente que me llamaran ‘nepo baby’ (‘bebés del nepotismo’ es el término con el que se define a los hijos de famosos que eligieron las mismas carreras que sus padres y se beneficiaron de su reconocimiento para potenciar sus propias carreras). Si querés, podés, pero no voy a permitir que eso disminuya el trabajo duro que puse en esto”.