Las placas para horno son herramientas indispensables en cualquier cocina, pero su limpieza puede convertirse en una tarea tediosa, especialmente, cuando quedan restos de comida adheridos a ellas tras su uso. Sin embargo, es posible dejarlas impecables sin demasiado esfuerzo ni dañar el material. Con los métodos adecuados y un poco de constancia, se pueden mantener en perfecto estado durante años.
A continuación, algunos consejos para eliminar esos molestos restos y prolongar la vida útil de las placas para horno.
1. Actuar lo antes posible
El primer paso para facilitar la limpieza de las asaderas es actuar de manera inmediata. Cuando la comida quemada o los residuos se enfrían, tienden a adherirse con mayor fuerza a la superficie de la placa.
Después de cocinar, si el horno y la placa aún están tibios (pero no calientes), es el momento ideal para eliminar la mayor cantidad de residuos. Es aconsejable utilizar una espátula de silicona para retirar los restos sueltos antes de que se enfríen por completo.
2. Dejar en remojo con agua caliente y detergente
El agua caliente es el mejor aliado para ablandar la grasa y los residuos adheridos. Se debe llenar un recipiente grande con agua caliente y añadir unas gotas de detergente líquido desengrasante. Luego, poner el agua caliente directamente sobre la placa y cubrirla con un trapo húmedo para mantener la humedad y el calor.
3. Utilizar bicarbonato de sodio y vinagre
El bicarbonato de sodio y el vinagre son dos ingredientes naturales y efectivos para combatir la suciedad difícil. Espolvorear una capa generosa de bicarbonato sobre la placa, especialmente en las zonas donde haya residuos más pegados. Luego, rociar vinagre blanco sobre el bicarbonato. Se verá cómo comienza a burbujear, lo que indica que están actuando los productos para descomponer la grasa.
Se sugiere dejar que la mezcla repose durante 15 y 20 minutos. Después, frotar la superficie con una esponja o un cepillo de cerdas suaves. Este método no solo es eficaz, sino también seguro para la mayoría de las placas porque no daña los revestimientos.
Herramientas para manchas persistentes
En caso de que los residuos sean extremadamente resistentes, se puede recurrir a herramientas específicas para este tipo de tareas como:
- Rasquetas de cocina: ideales para placas de metal o vidrio, puesto que permiten eliminar restos adheridos sin rayar la superficie. Siempre se debe pasar con cuidado y en un ángulo bajo.
- Esponjas de fibra metálica: utilizarlas únicamente en placas de acero inoxidable, dado que podrían dañar otros materiales como el teflón o el antiadherente.
- Productos químicos específicos: existen limpiadores comerciales diseñados para desengrasar y eliminar restos difíciles. Se deben seguir las instrucciones del fabricante y ventilar bien la zona al usarlos.
Enjuague, secado y prevención
Una vez eliminados los restos de comida, enjuagar bien la placa con agua caliente para eliminar cualquier residuo de jabón, bicarbonato o producto químico. Secarla con un paño limpio o deja que se seque al aire antes de guardarla.
Por último, prevenir la acumulación de residuos es la mejor estrategia para mantener las placas en buen estado. A continuación, algunas prácticas que ayudan a evitar que haya restos de comida en las asaderas:
- Usar papel de hornear o tapetes de silicona: colocarlos sobre la placa antes de hornear evita que los alimentos entren en contacto directo con la superficie.
- Engrasar ligeramente la placa: si no se usa papel, aplicar una fina capa de aceite antes de cocinar. Esto crea una barrera que facilita la limpieza posterior.
- Limpiarla después de cada uso: aunque no veas restos visibles, la grasa puede acumularse con el tiempo. Una limpieza rápida después de cada uso evita problemas mayores.