En el estadio Brigadier General Estanislao López, el Santos de Pelé vio caer su invicto de 43 partidos en mayo de 1964. En el coliseo del barrio Centenario de Santa Fe, 47 años después, el seleccionado argentino que dirigía Sergio Batista fue eliminado en los cuartos de final de la Copa América 2011 por Uruguay. Y también allí, casi a orillas del Río Salado, comenzará este jueves la 41ª edición del torneo de la Primera Nacional: Colón recibirá a Temperley en el primero de los 634 encuentros que se disputarán en los próximos 10 meses y que otorgarán dos ascensos a la Primera División.
Con apenas un fin de semana de descanso a principios de junio, al finalizar la primera ronda, y las pausas que imponga el todavía incierto calendario electoral nacional, el certamen tendrá una estructura similar a la del año pasado, aunque la cantidad de participantes será menor: se redujo de 38 a 36 debido a que la temporada pasada no hubo descensos desde la Liga Profesional. Los equipos estarán divididos en dos zonas de 18 conjuntos y los integrantes de cada grupo se medirán dos veces con cada uno de sus 17 adversarios (una como local y una como visitante).
Al completarse las 34 fechas de esa primera etapa, los líderes de cada zona se enfrentarán en una final, a partido único y en campo neutral, por el título y el primer ascenso. El segundo boleto a la Primera División se resolverá en un Reducido en el que competirán el perdedor de la final y los conjuntos que terminen entre el segundo y el octavo puesto de cada grupo. Así, el elenco que se consagre campeón lo hará tras haber jugado 35 partidos en el año, mientras que el que consiga el segundo ascenso habrá disputado 41 encuentros.
Si bien el número de competidores será menor que en 2024, la cantidad de descensos será mayor, ya que este año serán cuatro (y no tres) los conjuntos que perderán a fin de año su lugar en la Primera Nacional y caerán a la Primera B o al Torneo Federal A, según estén directa o indirectamente afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino: correrán esa suerte el penúltimo y el último de cada una de las zonas.
En este torneo ya no estarán Aldosivi y San Martín de San Juan, que ya están compitiendo en el Torneo Apertura de Primera, ni Guillermo Brown de Puerto Madryn, Atlético de Rafaela y Brown de Adrogué, que descendieron el año pasado. En cambio, se sumarán Colegiales, campeón de la Primera B, que jugará en la segunda división del fútbol argentino por primera en casi siete décadas (su última participación fue en el certamen de 1956 de la vieja Primera B); Central Norte, campeón del Torneo Federal A, que regresará al Nacional tras 37 años (solo participó en la primera edición, en la temporada 1986/87), y Los Andes, que le ganó la final por el tercer ascenso a Sarmiento de La Banda y volvió a la categoría de la que se había despedido en abril de 2019.
Marcos Díaz y Ariel Pereyra, el arquero y el entrenador con los que Colón buscará el ascenso. Foto: Club Atlético Colón.
Como es habitual en la Primera Nacional, fue febril la actividad durante el período de inscripciones y transferencias de futbolistas (que se extenderá hasta el 13 de febrero), y los planteles experimentaron fuertes restructuraciones. El encuentro que abrirá la temporada en el Cementerio de los Elefantes encontrará frente a frente a dos de los equipos que se movieron mucho y bien en este mercado de pases.
Para su segundo intento de volver a Primera después de un frustrante 2024, Colón tendrá como pilares a hombres de vastísima experiencia en la elite y que ya vistieron la casaca del club. El más destacado es el delantero Emmanuel Gigliotti y tras él se encolumnan el arquero Marcos Díaz y el zaguero central Guillermo Ortiz. En este nuevo ciclo, el plantel estará conducido por un entrenador debutante y que como jugador también representó al Sabalero: Ariel Pereyra. “Es un perfil funcional a lo que queremos: un técnico capacitado, pedagógico y que puede insertar juveniles en el futbol profesional”, explicó el director deportivo, Iván Moreno y Fabianesi.
Gabriel Hauche regresó a Temperley después de casi 19 años. Foto: Club Atlético Temperley.
Temperley, ahora dirigido por Aníbal Biggeri, también apostó a la recuperación de jugadores con antecedentes en el club. Entre ellos, el más destacado es Gabriel Hauche: el delantero de 38 años, que fue campeón con Racing, brilló en Argentinos Juniors e incluso representó al seleccionado argentino, regresó al Gasolero, en el que debutó como profesional hace dos décadas. También volvieron al Celeste Adrián Arregui, Fernando Brandán y Luciano Nieto, y se incorporaron, entre otros, los experimentados Javier Toledo (se perderá el debut por una lesión), Claudio Pombo y el arquero Ezequiel Mastrolía.
La contratación de futbolistas con sólido recorrido en Primera fue un recurso al que muchos clubes echaron mano. Defensores de Belgrano sumó al rosarino Emiliano Vecchio, Quilmes incorporó a Leonel Vangioni, Ferro contará con Gonzalo Castellani y Fernando Monetti, Arsenal se hizo con los servicios de Ciro Rius y Talleres de Remedios de Escalada será el nuevo destino de Nelson Acevedo.
Emiliano Vecchio vestirá la camiseta de Defensores de Belgrano tras jugar la última temporada en Unión Española de Chile. Foto: Club Atlético Defensores de Belgrano.
Pero si un club de la Primera Nacional hizo ruido durante estas semanas fue San Miguel. Apalancado por el dinero que recibe por un contrato de patrocinio, según explicó a Clarín Federico Almada, presidente de la institución (y, a la sazón, propietario de la empresa que aporta esos fondos), el Trueno Verde contrató a Sebastián Battaglia como entrenador y configuró un plantel con hombres con antecedentes en Primera como el uruguayo Brahian Aleman, Gino Peruzzi y Cristian Erbes.
Pero no solo eso: también sumó a jugadores que ya han demostrado su valía en esta categoría. Los dos máximos anotadores de la temporada pasada, Agustín Lavezzi (Tristán Suárez) y Bruno Nasta (Racing de Córdoba), vestirán este año de verdiblanco. También lo harán el zaguero Ezequiel Parnisari, los mediocampistas Claudio Mosca y Gustavo Turraca, y los delanteros Emanuel Dening y Lautaro Parisi. La misión de Battaglia será transformar ese vistoso plantel en un gran equipo.
Sebastián Battaglia tendrá en San Miguel su segunda experiencia en la Primera Nacional: dirigió a Almagro en 2018. Foto: Club Atlético San Miguel.
No será sencillo ese reto para el exentrenador de Boca en un certamen en que la reunión de futbolistas de renombre no garantiza éxito y que varias veces ha visto claudicar a equipos que parecían destinados al ascenso. De ello puede dar cuenta San Martín de Tucumán, que el año pasado fue el conjunto que más puntos sumó, que más victorias logró, que menos derrotas sufrió y que menos goles recibió en la etapa regular, y que finalmente se quedó con las manos vacías. Como en la fábula de la liebre y la tortuga, el premio recién puede abrazarse cuando se cruza la línea de meta. Y para ello faltan unos cuantos meses.
Así se jugará la primera fecha
ZONA A
Viernes 7 de febrero
17.00 Arsenal – All Boys
Sábado 8 de febrero
17.00 Colegiales – Alvarado
17.00 San Miguel – Tristán Suárez
17.00 Quilmes – Gimnasia y Tiro
17.00 Almagro – San Martín de Tucumán
17.00 Los Andes – Patronato
Domingo 9 de febrero
19.00 Racing de Córdoba – Deportivo Maipú
21.30 Ferro – Güemes
Lunes 10 de febrero
19.00 Atlanta – Deportivo Madryn
ZONA B
Jueves 6 de febrero
21.10 Colón – Temperley
Viernes 7 de febrero
19.00 Nueva Chicago – San Telmo
21.30 Chaco For Ever – Estudiantes
Sábado 8 de febrero
20.30 Gimnasia de Mendoza – Estudiantes de Río Cuarto
Domingo 9 de febrero
17.00 Mitre – Defensores Unidos
17.00 Central Norte – Talleres de Remedios de Escalada
17.00 Gimnasia de Jujuy – Defensores de Belgrano
19.15 Almirante Brown – Deportivo Morón
Lunes 10 de febrero
21.30 Agropecuario – Chacarita