Misiones
La industria señala que hay varios rubros perjudicados
Casas prefabricadas chinas y de EE.UU. ganan licitaciones a constructores locales
La entrada de productos extranjeros, que se ofrecen a menores precios que los nacionales, está poniendo en jaque a varias industrias del país. Los constructores de casas de madera figuran entre los recientes sorprendidos y afectados por la mayor competencia internacional.
Es que están llegando casas prefabricadas desde China y Estados Unidos, que compiten en rapidez de armado y precio. Los productos están logrando posicionarse como alternativa para grandes empresas que requieren oficinas o viviendas en zonas de explotación minera o petrolera. Pero también en las últimas semanas han aparecido ofertas de una gran variedad de viviendas para ensamblar que pueden comprarse directamente desde Amazon y con envío gratis al país.
En varios casos las construcciones (llamadas Tiny house), están hechas de acero, chapa, plásticos y otros materiales. Y en general cotizan por debajo de los 16.000 dólares.
Hay variados modelos de Tiny House y algunas por menos de U$S15 mil.
Los constructores locales señalan que pese a no ofrecer la misma calidad que las construcciones de madera, las viviendas extranjeras amenazan ser un gran peligro para el trabajo nacional. Se acotó que por las facilidades para importar, se está trayendo hasta vidrio desde el exterior.
De mal a peor
Para Guillermo Fachinello, presidente de la Asociación de Productores Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones (Apicofom) la situación con las importaciones se muestra cada vez más preocupante.
“Estamos en un momento complicado y creemos que se va a ir complicando más. Un ejemplo de lo que está pasando se dió en Vaca Muerta donde estábamos en una licitación compitiendo con varias empresas para abastecer a unas 40 viviendas, con la posibilidad de luego ampliar a 40 más. Finalmente nos ganó un importador de casas chinas, esto ocurrió hace unos diez días”, comentó el industrial misionero.
Y acotó como agravante “En otras zonas están haciendo viviendas que vienen desde Estados Unidos”.
Por lo sucedido consideró que hay preocupación por la tendencia a importar de todo. “Recorriendo la ruta se puede ver la cantidad de máquinas que se están importando. Vemos que hay más grúas de Brasil, cuando sabemos que Córdoba tiene empresas que exportaban grúas. No es sólo viviendas lo que está entrando desde el exterior, pasa en todos los rubros y sectores. Hay muchos productos de ferretería que están llegando y desplazando a los nacionales, después también muchos productos de metalmecánica. Hasta vidrio se está trayendo de afuera”, recordó el directivo misionero.
Enfatizó que en el caso de importantes empresas mineras y petroleras, están mandando traer las casas que necesitan para sus complejos vía importación. “Son empresas que tienen un importante poder adquisitivo y pueden hacer importaciones directas. Y eso está dejando a muchos sectores sin el trabajo que antes tenían”.
El empresario local también recordó que hay más difusión o publicidad de las casas chinas en el país, pero alertó que deben considerarse algunos costos que no están muy explicados. “Vemos en las redes que se están ofreciendo las casas chinas. Pero también hay falta de información sobre los costos logísticos, instalación de sanitarios y de electricidad que requieren”.
Por otro lado, aclaró que las construcciones chinas son más baratas, pero por los bajos impuestos que tienen. “Sí, las casas chinas vienen a un costo de un 30% menos que el nuestro. Lo que queremos aclarar es que nosotros hasta salir de la fábrica tenemos un precio competitivo, pero ahí se le agrega luego un 54% de impuestos de un montón de cosas”.
Casas como de juguete
Para Diego Eskiviski, ingeniero forestal y profesional ligado a la exportación maderera, la oferta de casas provenientes de China o Estados Unidos todavía es muy incipiente y no puede competir con la calidad de las casas de madera argentinas. También comentó que hasta el momento no hay grandes cambios para la exportación de productos argentinos hacia Estados Unidos.
“No creo que sea mucho el volumen de las casas chinas porque en el país hay una oferta muy importante de viviendas de madera”, consideró el profesional. Y también señaló que la oferta de casas para particulares tienen puntos negativos a considerar. “Son para un público particular, son como casas de juguete, se instalan de forma rudimentaria sobre el suelo. Por los precios que tienen no van a competir nunca con la calidad de una vivienda de madera estilo americano”, consideró.
En cuanto al actual escenario para exportar madera misionera a Estados Unidos, consideró que todavía no hay certezas de lo que pasará con los aranceles que impuso Trump a Canadá que es su principal abastecedor de madera. “No es algo que nos afectaría mucho igualmente porque la madera que EE.UU. importa de Canadá es para la parte estructural de las viviendas. Lo que exporta Argentina hacia Estados Unidos o incluso Canadá es madera de remanufactura, como componentes para muebles, revestimientos, accesorios de la vivienda. Así que no creo que vaya a cambiar mucho nuestra dinámica de exportaciones”.
Por otro lado evaluó que “las medidas de Trump pueden llegar a ser positivas si logran reactivar la construcción en Estados Unidos. Ahí se va a incrementar el pedido de madera y seguramente tendremos más solicitudes”.
El fenómeno de las mini casas
La tendencia de las mini casas (Tiny House) sigue creciendo en todo el mundo, y ahora llega una opción novedosa para el mercado argentino: una vivienda prefabricada y móvil que se ofrece a través de Amazon por menos de 16.000 dólares. Este modelo (hay varios y hasta por menos de 15 mil dólares) combina funcionalidad, comodidad y precio accesible, convirtiéndose en una alternativa ideal para quienes buscan llegar a la casa propia con un precio accesible sin renunciar a las comodidades esenciales.El modelo se adapta a proyectos familiares, porque cuenta con tres habitaciones, baño totalmente equipado y cocina.
Según la publicación en el sitio web de Amazon, esta casa, de marca Generic, tiene un costo base de 15.800 dólares y está equipada con tres habitaciones, un baño completo y una cocina. Su diseño interno aprovecha al máximo los espacios, ofreciendo una distribución funcional. A pesar de ser compacta, el modelo D-Tiny House-1, incluye un comedor con capacidad para una mesa familiar de cuatro sillas, lo que destaca por su comodidad y practicidad. El baño está totalmente equipado con lavamanos, inodoro y ducha, ofreciendo un espacio suficiente para garantizar el confort de los residentes.
Además, la cocina permite realizar actividades cotidianas con normalidad, lo que convierte a esta vivienda en una opción completa. Amazon ofrece una variedad de opciones de casas prefabricadas, lo que permite a los compradores comparar precios, tamaños, estilos y características. Además, varias de esas casas cuentan con envío gratis.
La madera, en la lupa de Donald Trump
Trump anunció recientemente un arancel del 25% en la importación de madera que llega desde Canadá. Si bien los árboles son abundantes en Estados Unidos , economistas y constructores de viviendas advierten que el país no tiene actualmente la capacidad industrial para satisfacer la demanda y que gravar (o peor, cortar) las importaciones de madera canadiense podría exacerbar aún más la crisis de asequibilidad de la vivienda.
La madera blanda, que se obtiene de pinos, abetos, firas y otros coníferas, es valorada por su ligereza, trabajabilidad y resistencia. Como tal, sus aplicaciones son vastas, pero es un ingrediente crítico en la industria de construcción de viviendas en Estados Unidos: normalmente, el esqueleto y la piel de las casas (la estructura, el techo y el revestimiento) consisten en madera blanda, según recordó una reciente nota en CNN en español.
Opinión
Vicente Mazzittelli
Director del Departamento Construccion con madera de Faima
Una amenaza creciente y las normativas de construcción
La importación de viviendas prefabricadas desde China y Estados Unidos plantea un desafío significativo para la industria de la construcción argentina. En los últimos meses, han circulado informaciones en medios periodísticos sobre la posibilidad de adquirir casas prefabricadas a precios muy bajos en dólares, lo que ha generado preocupación en el sector local. Estas viviendas, en muchos casos, se comercializan como soluciones rápidas y económicas, pero su ingreso masivo al mercado nacional podría impactar negativamente en la industria de la construcción y en los miles de empleos que esta genera.
Uno de los principales riesgos asociados a la importación de viviendas es la falta de garantías sobre su cumplimiento con los reglamentos técnicos y normativas de seguridad vigentes en Argentina. La construcción en el país está regida por el Código de Edificación y diversas normativas que buscan garantizar la seguridad estructural, la eficiencia energética y el confort habitacional. Sin un adecuado control regulatorio, podrían ingresar al mercado viviendas que no cumplan con los estándares mínimos de calidad, generando un problema a futuro en términos de durabilidad y mantenimiento.
Es fundamental que se establezcan mecanismos estrictos de certificación para las viviendas importadas, asegurando que cumplan con los requerimientos del Instituto de Normalización y Certificación (Iram) y los reglamentos del Inti en lo que respecta a resistencia estructural, aislación térmica y seguridad contra incendios, entre otros aspectos. Asimismo, se debe garantizar que estos productos sean inspeccionados antes de su comercialización, evitando la competencia desleal con la industria nacional, que sí está obligada a cumplir con estas normativas. El sector de la construcción en Argentina no solo es un motor de desarrollo económico, sino también un generador de empleo formal en todo el país. La producción local de viviendas prefabricadas ha avanzado significativamente en tecnología y eficiencia, ofreciendo soluciones habitacionales de calidad y adaptadas a las necesidades climáticas y geográficas del territorio. La implementación de normativas claras y su estricto cumplimiento permitirán que cualquier vivienda, ya sea nacional o importada, garantice las condiciones necesarias para la seguridad y bienestar de sus habitantes.
En este contexto, es clave que las autoridades nacionales y provinciales refuercen los mecanismos de control y certificación, para evitar la proliferación de viviendas que no cumplan con los estándares requeridos. Solo así se podrá garantizar que la importación de soluciones habitacionales no represente un riesgo para los usuarios ni un golpe para la industria local.
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