Misiones
Gustavo Córdoba analiza la realidad política nacional
Consultor dice que Milei desvía la atención para evitar que se hable de economía
Gustavo Córdoba, magister en comunicación política por la Universidad Austral y director de Zuban Córdoba y Asociados, analiza el inicio de este año político “de mucha incertidumbre con múltiples escenarios por delante”. Sostiene que “todavía no hay clima electoral” y que desde el gobierno de Javier Milei “hay un intento deliberado de la manipulación de la opinión pública por parte del gobierno nacional, para que no se hable de la economía que es el tema central excluyente”.
Da contexto y argumenta: “Emmanuel Álvarez Agis (licenciado y máster en Economía de la UBA) es un economista que tiene una doble capacidad de hablar de economía haciendo análisis político, lo cual es sumamente atractivo. Él dice que la economía argentina es como el jugar al waterpolo, arriba de la superficie del agua parece que va todo a una velocidad muy lenta, todo muy lindo, mucha estética, pero por abajo del agua la economía argentina, la real no y se están pegando unos patadones bárbaros; está todo mal abajo”.
¿Cómo se entiende que las voces que vienen del exterior no paran de elogiar que la Argentina va por un buen rumbo?
Sí, lo que pasa es que hay como una gran corriente de opinión interna y externa que quiere que a la Argentina le vaya bien, independientemente de los métodos que la Argentina ha elegido para salir del pozo económico. Hay como una especie de mezcla o de confusión de mucha gente que honestamente cree que vamos a salir adelante y un montón de otra gente que no le importa si Milei pisotea la democracia, pisotea a los colectivos que se movilizaron el sábado (por el 1 de febrero), si maltratan a periodistas, a la oposición, a todo el mundo de estúpido, de tarados. En ese sentido, nosotros vemos un clima muy similar a la dictadura militar. No porque hoy estemos en dictadura, al contrario, estamos en un esquema de democrático que funciona y funcionan muy bien las elecciones en Argentina, nunca han sido cuestionadas. Pero hay un clima de opinión interesante. Por lo negativo que representa la dictadura cívico militar que tuvimos del 76 al 83, hubo una gran parte de la sociedad argentina que miraba para otro lado, como diciendo ‘ustedes hagan lo que tengan que hacer, no me importa, yo sigo mi vida’. Y creo que hoy, a una parte de la sociedad argentina -podemos presumir la que votó a Milei- no le importa los aspectos democráticos, los consensos, los aspectos del clima de convivencia democrática que tiene que haber en una sociedad como la Argentina, para no desaprender todo lo que aprendimos del 83 para acá. Porque más allá de la inconsistencia económica, en el formato de la democracia hemos tenido instituciones de la República que han funcionado muy bien. Entonces, este es un primer punto que hay que destacarlo. Porque la pregunta del millón es: Vamos a suponer que Milei tiene suerte y entonces esta gente va a estar contenta seguramente, los que no están contentos con Milei -si el país progresa-, van a tener motivos para decir ‘bueno por lo menos estamos mejor hoy que antes’; ahora, ¿y si a Milei, no le va bien? Porque, como saben, la Argentina no es un país de primera línea en el orden mundial en materia económica, sino todo lo contrario. Somos una de las naciones que no tiene ni la más mínima incidencia y todo lo que pasa afuera, una brisita en el mundo real de la economía mundial, en la Argentina es una catástrofe.
Hay que atender esta situación: Donald Trump asumió el poder, Milei concurrió a la asunción y fue obviamente -imagino- a buscar coordenadas económicas importantes para su propia gestión. Creo que se volvió con la idea de que la gestión Trump o la agenda de Trump para Argentina y Latinoamérica es inexistente. Además, por eso el discurso radicalizado en Davos, atacando a todo el mundo. Yo no sé si tiene algún tipo de desorden, pero evidentemente tiene algún problema porque manifiesta con tanto énfasis que no dijo lo que realmente dijo. Entonces, todas estas consideraciones, me parece que tienen que ver también con una realidad de un país que está dividido, está polarizado, el gobierno apuesta a eso y apuesta a que no se discuta este problema de la economía que no tiene dólares y no le llegan los dólares y estamos viendo cómo el gobierno apela a un mecanismo de financiamiento vía carry trade (el inversor pide prestado dinero en una moneda con tasas de interés bajas como es el caso del dólar e invierte en activos con tasas más altas, obteniendo ganancias), para mantener los niveles de actividad mínimos, mientras la economía real de los argentinos está sufriendo. Hoy, por ejemplo, a un fabricante de colchones le conviene despedir a los 200 empleados pagar indemnizaciones y traer colchones de afuera. Esto ya lo hemos vivido. Entonces, no es que nadie puede decir, no esto no lo sabíamos. Ahí hay un punto de no retorno.
Desde el análisis político creo ver, y por los números que estamos teniendo, un clima de opinión consolidado de la oposición a Milei, al menos en términos sociales. Ahora, ?qué le falta a ese clima de opinión anti Milei? Le falta su correlato de representación política, no hay nada configurado y es probable que no haya nada que se pueda configurar. Te voy a dar un dato, en la oposición a Milei conviven sectores que son antikirchneristas y antimileistas. ¿Como se hace para juntar a estos sectores en la argentina hoy?
¿Tampoco hay referente que pueda nuclear este descontento?
No, pero por más que no aparezca, yo diría que hay que esperar a que la política dé un paso hacia adelante en esa dirección, con renunciamientos quizás con un espíritu de construcción de algo más importante. Te voy a dar un dato que es revelador: nosotros preguntamos si la gente en la Argentina de hoy votaría o no un frente antimilei. Hay un 35% de personas que dijeron que lo votarían y el 14%, que probablemente lo votaría. Si uno suma da 49. Mientras, el otro lado, sí votarían a un frente pro Milei es de casi 43 puntos. Entonces, ahí te das cuenta que hay un potencial. Pero eso es en la teoría, en el laboratorio de la opinión pública. Cuando lo llevás a la realidad chocas con esto que te decía recién de que en ese casi 49% tenés que juntar cosas que hoy no están juntas.
A propósito de juntar. ¿cómo está viendo el armado electoral? Vemos el intento del PRO de no quedarse afuera y la UCR, dividida por intereses.
Hoy pareciera que los ideales en política solamente se reducen a ocupar cargos y no a llevar adelante ideas, esto es llamativo. Como también es llamativo que figuras importantes de partidos tradicionales se sumen a algo que obviamente no los va a llevar en primera línea. Más allá de que te puedan dar algún carguito, es muy difícil creer que vas a ser protagonista de primera línea en el partido de La Libertad Avanza (LLA). Al contrario, creo que Milei, independientemente de cómo le vaya en cada provincia, va a tratar de poner candidatos a diputados y senadores donde corresponda que tengan un perfil de lealtad hacia LLA casi absoluto.
Creo que hoy la clase política Argentina ciertamente está muy desorientada, yo te diría que el colectivo general de la clase política argentina está todavía sin entender el desafío que les propuso Milei, quien de alguna manera representa esa frustración económica que viene arrastrando la sociedad argentina. Y está este dilema democrático, esta incivilidad como la pone en palabras Mario Riorda (politólogo argentino) de que nos puede costar caro en términos democráticos si le damos rienda suelta a esta incivilidad, al hablar sin saber o hacer culto a la fake news como este gobierno, que es el gobierno que más ha utilizado fake news desde el retorno a la democracia y que ha hecho, ciertamente una política de Estado.
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