Las intensas lluvias en la alta montaña desencadenaron este domingo un gran alud de barro, que obligó a interrumpir el tránsito en el Paso Internacional Cristo Redentor, el principal corredor que conecta Argentina y Chile a través de la Ruta Nacional 7, en Mendoza.
El desprendimiento de barro se produjo entre la zona de Polvaredas y Picheuta, en Luján de Cuyo. Uno de los aludes se detectó en el kilómetro 1.178 de Cortaderas y el otro en el kilómetro 1.160 de la zona de Pichueta, específicamente.
Vialidad Nacional, Gendarmería y la Policía de Mendoza trabajaron en la zona y decidieron cortar el tránsito como medida preventiva. Pero el fenómeno climático también afectó el lado chileno, que hizo el cruce intransitable.
El hecho dejó varados a más de 500 vehículos. Unos 300 estuvieron detenidos en Punta de Vacas y 200 en Uspallata, en dirección a Chile. Otros habrían quedado demorados en Potrerillos y el cruce de la ruta 40 y 7 en Luján. Además, la demora en la reapertura generó una intensificación en el tránsito.
Las autoridades esperaban poder habilitar la circulación este lunes a la mañana, pero debido a que continuaba cayendo material de arrastre, tuvieron que demorar la apertura del tránsito. El paso se habilitaría este martes por la mañana, cuando se garantice la seguridad vial en la zona afectada.
A mediados de enero cinco aludes, entre Potrerillos y Uspallata, habían interrumpido el tráfico en la misma ruta, de Mendoza a Chile.
Trabajos en el paso del Cristo Redentor, en Mendoza, tras un alud en Chile que dejó argentinos varados.
En aquel episodio, las intensas lluvias en la zona cordillerana habían provocado que varios vehículos particulares y algunos transportes de carga quedaran aislados en el camino. A pesar de que no se habían registrado heridos, varios automovilistas tuvieron que refugiarse con sus vehículos particulares y de transporte de cargas y quedaron temporalmente atrapados en medio de la ruta.
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DS