Una reconocida obstetra de Rosario, referente del parto respetado en esa ciudad, está siendo juzgada por la muerte de dos bebés y una mujer, luego de sendos partos domiciliarios asistidos por ella.
María Cristina Giménez, de 69 años, está acusada por homicidio culposo y lesiones gravísimas. Los casos ocurrieron en 2015 y 2017. Las madres sufrieron complicaciones y terminaron internadas. Una de ellas murió durante el trabajo del parto y la otra tuvo que ser sometida a una histerectomía (cirugía que consiste en extirpar el útero).
Una de las víctimas es Mariela Zuñiga, que murió el 4 de mayo de 2015. Los fiscales Mariana Prunotto y Matías Edery acusan a Giménez de «imprudencia y negligencia». Según la investigación, la obstetra prometió un parto seguro y atendió a Zuñiga en su casa sin intervención hospitalaria ni controles de rutina.
Lamentablemente, todo salió mal. Ese día, a las 16.30, la víctima se descompensó en pleno trabajo de parto. Giménez, al darse cuenta de la gravedad de la situación, trasladó a la mujer en su auto particular hasta el Hospital Roque Sáenz Peña.
Los médicos recibieron a la parturienta sin signos vitales. Trataron de salvar al bebé, pero no pudieron. Luego constataron daños en el útero de la madre.
Los fiscales aseguran que incluso en esa circunstancia, Giménez no informó a los médicos sobre el parto domiciliario ni la emergencia anterior.
Segundo caso
El otro caso ocurrió dos años después. El 7 de marzo del 2017, como si nada hubiera pasado, apuntan desde la acusación, convenció a otra mujer (cuyo nombre no trascendió) para tener un parto en su casa con las misma consignas, garantizando la seguridad de la vida de la madre y su bebé. Pero la tragedia se repitió. A las 12.30, la mujer empezó a mostrar signos de malestar durante el trabajo de parto.
Otra vez, como hizo con Zuñiga, la obstetra trasladó a la mujer en su auto particular hasta el Hospital Eva Perón, sin la asistencia de un servicio de ambulancia. Tampoco avisó a los médicos lo que había ocurrido antes, ni dijo nada del parto domiciliario.
Los médicos hicieron una cesárea de urgencia. Pero durante el proceso quirúrgico encontraron al feto fallecido y lesiones en útero. Por la gravedad de las heridas, tuvieron que practicarle una histerectomía a la paciente.
Acusaciones
Los fiscales consideran que hubo una “conducta negligente, imprudente» que la inhabilita en «su arte y profesión”. Cuestionan que no informó los riesgos reales del parto domiciliario, asumió los peligros de una práctica sin respaldo institucional, no contrató un servicio de traslado prehospitalario ante una eventual emergencia ni notificó a ninguna institución sanitaria.
“Su conducta negligente, imprudente e imperita en su arte y profesión, sumada a la inobservancia de los reglamentos y deberes a su cargo, se tradujo en que, conociendo los antecedentes médicos de la paciente, quien había tenido un parto anterior con cesárea, le aconsejó, trató y practicó un parto domiciliario, a pesar de que dicha práctica estaba contraindicada por la comunidad médico-científica”, consideraron los fiscales, según informó el sitio Rosario 3.
Los fiscales piden una pena de siete años de prisión efectiva y diez años de inhabilitación especial para ejercer como profesional de la salud. El caso se debate en el Centro de Justicia Penal de Rosario, y la causa está a cargo de los jueces Carlos Leiva, Florentino Malaponte y Paula Álvarez
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