Misiones
Unas 300 personas se acercan por año para recibir asesoramiento
Rehabilitarse, un paso más para dejar atrás las adicciones
La Fundación Centro de Atención y Prevención de Adicciones (Capa), ubicada en Eldorado, cumple cinco años de trabajo con personas afectadas por adicciones, principalmente en el Norte de la provincia.
Su responsable, Rubén Darío Gayoso, destaca la importancia de que la fundación haya nacido en esta ciudad.
“Hay muchas organizaciones que trabajan con adictos en la región, pero lo que nos diferencia es que nosotros nacimos aquí. Las otras trabajan bien, pero en su mayoría con personas trasladadas de otras provincias. Nosotros, al ser de acá, nos enfocamos en Eldorado y otras ciudades del Norte, como Iguazú, San Vicente, Montecarlo, Esperanza, entre otras. Esto facilita el contacto de los internos con sus familias, lo cual es clave para su rehabilitación”, comenta Gayoso.
El tratamiento en Capa sigue un enfoque cognitivo-conductual, que busca generar cambios en los pensamientos y comportamientos de los internos.
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“Trabajamos para que el cambio se produzca desde dentro de la persona. No sólo se busca la desintoxicación, sino también la rehabilitación, para que acepten que ciertas conductas son incorrectas y empiecen a tomar nuevas decisiones. Como centro cristiano, también implementamos la palabra de Dios en el día a día”, explica Gayoso.
Dentro de las estrategias para promover la reinserción social, el trabajo manual juega un papel clave.
“Tenemos una mueblería donde los chicos aprenden carpintería. Al principio, los muebles que hacíamos eran muy rústicos, pero con el tiempo hemos mejorado mucho. Esto no sólo les da una habilidad, sino que también nos ayuda a mantenernos económicamente. Además, tenemos otros proyectos como una panadería y un lavadero de autos. Estamos por abrir una casa de la mujer”, detalla el responsable.
La creciente demanda de ayuda
Si bien no existen estadísticas oficiales sobre la cantidad de personas afectadas por adicciones, Gayoso comparte la experiencia de la fundación: “Actualmente tenemos entre 35 y 40 personas en el centro, pero no damos abasto con la demanda. Anualmente, unas 300 personas se acercan buscando algún tipo de apoyo o consejo sobre problemas de adicciones en sus familias. Este problema no discrimina clases sociales; desde familias humildes hasta las más adineradas buscan nuestra ayuda. El único costo para las familias es una inscripción al ingresar, que no es elevada, y después no tienen que abonar nada más.”
La situación actual
Gayoso, nacido en Paraguay y radicado en Misiones desde hace años, reflexiona sobre el impacto de las adicciones en la región: “Hace 20 años vi el crecimiento de las adicciones en Buenos Aires, la aparición de las drogas a edades cada vez más tempranas. En Misiones, esta película ya la vi. Es una lucha que tenemos que enfrentar. Lo preocupante es que la situación cada vez está peor. Antes, los adictos se encontraban en sus barrios, conocidos y mejor contenidos. Ahora los vemos en todos lados, caminando por la avenida, y eso se refleja en los robos que ocurren con frecuencia. Antes los robos ocurrían en el barrio, pero ahora se trasladan a otras zonas para obtener el dinero necesario para seguir consumiendo”.
El problema de la pedra
Una de las principales drogas consumidas en el Norte de la provincia es la pedra, una variante barata pero de efecto inmediato.
“El mayor problema hoy es la pedra. Su costo es más bajo, pero a la larga es más caro por el corto tiempo de efecto que produce. La cocaína, en cambio, tiene un efecto más prolongado. La desesperación por seguir consumiendo la pedra genera conductas delictivas, lo que complica la situación social”, explica Gayoso.
A pesar del impacto positivo de la fundación, uno de los desafíos recurrentes que enfrenta es la falta de financiamiento.
“Nosotros no recibimos aportes estatales. Todo se solventa con contribuciones de personas y empresarios que confían en nuestro trabajo. El propio intendente nos ayuda de manera personal, no como institución. También tenemos emprendimientos productivos a cargo de los mismos jóvenes que están en la fundación”, comenta.
En resumen, la Fundación Capa sigue desempeñando un papel fundamental en la lucha contra las adicciones en el Norte de Misiones, ofreciendo atención, rehabilitación y oportunidades de reinserción a las personas afectadas, a pesar de las dificultades económicas.
Su enfoque integral, que incluye trabajo manual, apoyo cristiano y la conexión con las familias, es clave para el éxito en la rehabilitación de los adictos.
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