El avance de liderazgos extremos en distintas partes del mundo ha significado un grave retroceso para los derechos de personas, tanto de la diversidad sexual como de distintos grupos, incluyendo a las mujeres.
Sin ir más lejos, en Estados Unidos, en los últimos días se dio a conocer que la administración del presidente Donald Trump implementó medidas que afectaron directamente a la comunidad LGBTI+, como la prohibición del servicio militar para personas transgénero y la eliminación de protecciones contra la discriminación en el ámbito sanitario y laboral, por nombrar algunas.
Estas acciones no sólo atentaron contra derechos fundamentales, sino que también fomentan discursos de odio y exclusión en diversos sectores de la sociedad.
En Argentina, la llegada de Javier Milei a la presidencia ha supuesto un desmantelamiento de políticas de género y diversidad. El cierre de organismos como el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad es una señal alarmante que borra los avances logrados en materia de derechos humanos.
El contexto argentino es aún más preocupante si consideramos el aumento de la violencia de género. En 2024, se registraron entre 255 y 294 femicidios en el país, lo que equivale a un asesinato de una mujer cada 34 horas, según distintas fuentes.
Las fuerzas políticas que promueven estas medidas buscan invisibilizar las violencias específicas que sufren mujeres y disidencias, argumentando que la violencia afecta por igual a todas las personas.
Frente a este panorama mundial, las empresas y lugares de trabajo tienen la responsabilidad de mantener su compromiso con la inclusión y la diversidad. Construir espacios de trabajo equitativos y respetuosos no sólo fortalece los derechos humanos, sino que también contribuye a la generación de entornos más innovadores y competitivos.
La eliminación de políticas de protección no debe traducirse en un retroceso dentro del ámbito corporativo, sino en un refuerzo del compromiso con el talento diverso y la igualdad de oportunidades.
Emilio Maldonado / FUNDADOR DE FACTOR DIVERSO , CHILE [email protected]
El Juicio en Ausencia, y el estado de inocencia
Se está a un paso de implementar el tan largamente deseado “Juicio en Ausencia” que descongelaría el paralizado proceso judicial por la Causa Amia.
No obstante ello, sería conveniente un simple pero necesario agregado al título de la Ley, pues considero que la misma debería caratularse “Juicio en Ausencia y de no Comparecencia”, como ya se ha hecho en otros países. El fundamento de tal cambio radica en que los perpetradores del atentado a la Amia no están ausentes. Se sabe dónde están, poseen cargos jerárquicos en su país de origen y viajan por el mundo sin que nadie los detenga, a pesar de la orden de Interpol. Sucede que no quieren comparecer ante la Justicia argentina. En ausencia significa que pueden estar muertos, desaparecidos, ocultos o protegidos sin saber nada de ellos.
Fue el Caso Martin Bormann, juzgado durante los juicios de Núremberg después de la Segunda Guerra Mundial. Al no compareciente se lo intima personal y públicamente y queda expuesto ante la humanidad. Por tal motivo, el proyecto es incompleto.
Víctor Zajdenberg / [email protected]
El estado de inocencia, principio que constituye, sin dudas, una conquista de la humanidad, es implícitamente reconocido en el art. 18 Constitución Nacional. Pero no hay derechos absolutos. Puede verse como una presunción establecida por la ley, que cede frente a la prueba en contrario y atiende al fin de que no se aplique sanción penal sin sentencia judicial firme. Como demanda determinado tiempo tramitar juicios más o menos complejos, no es racional suponer, entretanto, que es inocente un sujeto involucrado en la Justicia con suficiente evidencia probatoria. Así, una sentencia interlocutoria fundada y firme, dictada luego de oír al reo y basada en las pruebas reunidas, permite sostener la presunción judicial de su culpabilidad y dictar medidas cautelares necesarias. También suspender en su función o empleo a un acusado, o impedir su ingreso, si las circunstancias lo inhabilitan por desconfianza, aunque no exista sentencia definitiva firme. Cierto es que medidas de esa naturaleza pueden implicar sufrimiento físico y moral, pero no implican condena penal. Son provisorias y no deben ser arbitrarias.
Creo que, como enseñaba antaño Vélez Mariconde (Derecho Procesal Penal), una declaración judicial de presunta culpabilidad debiera tener valor inclusive fuera del proceso judicial. Agrego, aunque se dictara en un año electoral.
Cesar B. López Meyer / EX JUEZ PENAL / [email protected]
Milei, y la “renuncia forzosa” de la ex embajadora Cavallo
Sonia Cavallo fue removida como embajadora argentina ante la OEA por decisión del presidente Milei. La prensa informa que el motivo obedece a la crítica que su padre, Domingo Cavallo, efectuó al plan económico.
Con el mayor de los respetos, la causa de su alejamiento forzoso me hace pensar que fue designada por haber sido su padre, en su momento, defensor del presidente y no por sus antecedentes, como corresponde en un país serio.
Roberto A. Meneghini / [email protected]
Del “Milei dictador” a los carteles de “Cristina presente”
Suenan insólitas las acusaciones de la oposición sobre que Milei es “dictador” y tantas otras, cuando el Centro de Buenos Aires aparece tapizado de carteles con la foto de una condenada que tratar de eludir la Justicia, desestabilizar, y sembrar amnesia sobre el desastre que con sus delitos causó en el país.
Los carteles no llevan firma y dicen “Cristina es presente” e irónicamente al pie “Primero la Patria”. Cualquiera ve que esa señora no es ni de lejos nuestro presente, y es de desear que tampoco nuestro futuro. Y que ella pretenda decir “primero la Patria” luego de esquilmarla, venderla y destruirla, es una muestra de libertad que no podría tener ni de lejos en los países dictatoriales que defiende. Pero ella y sus seguidores se cuidan muy bien de habitar.
Carlos Sala Spinelli / [email protected]
“La Patagonia en llamas y Jones Huala suelto”
Los bosques nativos de Río Negro, Neuquén y Chubut están siendo víctimas de las represalias de los falsos mapuches por la reciente recuperación de las tierras que fueron usurpadas por falsas comunidades mapuches, durante los gobiernos kirchneristas. La Patagonia está en llamas, y el grupo terrorista Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), que lidera Facundo Jones Huala, reivindicó el inicio de estos incendios.
Es necesario que la Justicia castigue a los golpistas del fuego, y que los gobiernos mejoren y aumenten su equipamiento con motobombas, y aviones hidrantes y helicópteros de mayor capacidad de carga de agua.
Ricardo E. Frías / [email protected]
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