Cabral y su gran momento en Independiente: «Interesa mucho el cómo ganar»

La ovación bajó desde los cuatro costados. “¡Chileeeno, chileeeno!”, fue el grito que se escuchó con fuerza en el estadio Libertadores de América – Ricardo Bochini. Luciano Cabral levantó la mano para saludar a los hinchas y retribuir la primera muestra de reconocimiento que le ofrendaron desde que llegó a Independiente.

Nacido en General Alvear hace 29 años, el enganche obtuvo la nacionalidad del país trasandino por herencia paterna. Aterrizó en el Rojo a principios de enero, proveniente del León, aunque su pase pertenecía al Grupo Pachuca. El club de Avellaneda se comprometió a desembolsar 1.000.000 de dólares por el 50% de su pase y firmó contrato hasta el 31 de diciembre de 2027. Cabral llegó en calidad de apuesta y no tardó en meterse a los hinchas en el bolsillo. El miércoles, contra Vélez, selló el 3-0 con un golazo infernal en el que exhibió varios de sus recursos: lectura de juego, criterio, capacidad para fabricar el espacio mediante la generación de pequeñas sociedades y pegada. Fue su segundo grito en Independiente: en la tercera fecha también había metido un lindo gol agónico ante Talleres en Córdoba (3-2).

“Soy una persona agradecida por el darme la oportunidad de portar esta camiseta. Trato de demostrar en cada partido, en los minutos que me toque. Es lo que merece esta institución, que el equipo le responda de esta manera”, expresó Cabral en alusión a su buen momento personal. Apenas 269 minutos jugados en cinco partidos, de los que fue titular en dos, le alcanzaron para ilusionar al público del Rojo. Lo primero que hizo el armador de juego cuando llegó fue pedir la emblemática camiseta con el dorsal 10, que había quedado vacante tras la salida de Sanntiago Toloza. El número, por ahora, no parece haberle pesado.

“Siempre interesa mucho el cómo ganar. Contra Vélez lo pudimos hacer en todas las líneas. Fue merecido el triunfo”, comentó Cabral, conforme con el funcionamiento colectivo que tuvo el equipo de Julio Vaccari ante el Fortín. En ese encuentro, el Rojo se levantó rápido de la caída sufrida ante River en el Monumental y llegó a los 16 partidos sin perder de local, con diez triunfos y seis empates.

“Estoy muy agradecido con mis compañeros por el partido que pudimos brindar. Desde el comienzo, demostramos que estábamos dolidos por el partido pasado, que no pudimos ganar. Gracias a Dios esta vez lo pudimos conseguir”, aseguró Cabral.

Vaccari, quien lo había mandado al banco ante River para poner a Pablo Galdames, le regaló un enorrme elogio que resume el concepto que tiene de él: “Es muy bueno, es un jugador distinto”.