Las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur, que operan en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, se comprometieron a destinar inversiones por unos 2.150 millones de dólares en los próximos 5 años para bajar la frecuencia y duración de los cortes de luz.
Así surge de la decena de documentos que presentaron las empresas ante el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) de cara a laaudiencia pública del jueves 27 de febrero para definir la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), que derivará en un aumento de tarifas a partir del 1° de abril.
Edenor, controlada por Energía del Cono Sur (Edelcos, de los empresarios José Luis Manzano, Daniel Vila y Mauricio Filiberti), pondrá unos US$ 1.275 millones entre 2025 y 2029 en su red, mientras que Edesur, de la multinacional italiana Enel, desembolsará unos US$ 875 millones.
Los cortes de luz y las tarifas, en la mira
Como contó Clarín, el Gobierno puso como objetivo que los cortes de luz se reduzcan entre un 40% y un 50% -dependiendo de las zonas- al final de este período regulatorio de 5 años.
La RQT significa el regreso a la «normalización» de los servicios públicos regulados de transporte y distribución de energía eléctrica y de gas natural por redes, después de que a partir de octubre 2019 se incumpliera la Revisión Tarifaria Integral (RTI) que hizo el expresidente Mauricio Macri y se volviera a una larga etapa de congelamiento de tarifas.
Con acuerdos y contratos firmados con entes reguladores autárquicos, y un camino de ajustes periódicos de sus ingresos (serían mensuales), las empresas como Edenor, Edesur y Transener -entre otras en el sector eléctrico que tienen regulación nacional- podrán tener certezas de mediano plazo en su operación y buscar financiamiento a tasas de interés más accesibles en el mercado local e internacional.
Por el impacto social, mediático y económico sobre los índices de inflación, con posibles efectos electorales, que tiene la cuestión de las tarifas, el Gobierno solamente autorizará un aumento de hasta 9,9% final en las boletas de los usuarios por encima de la evolución de los precios en abril, que incluso podría ser dividido en 2 o 3 cuotas.
En todo el primer trimestre, el ministro de Economía, Luis Caputo, buscará marcar una «pauta» de inflación descendente a partir de la suba de los precios regulados que dependen de la Nación. Y desde mayo 2025 hasta diciembre de 2029 habría incrementos mensuales sobre la base de índices de precios mayoristas, minoristas y la evolución pasada de los salarios.
Uno de los grandes temas en discusión, fuera de esta audiencia pública, es la diferencias entre «activos regulatorios» y «pasivos regulatorios».
Edenor y Edesur reclaman que por los incumplimientos del Estado nacional en la revisión tarifaria anterior no llegaron a percibir el equivalente a más de US$ 3.000 millones en total («activo»), mientras que el Gobierno busca regularizar la deuda de las distribuidoras con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que en el caso de las empresas del AMBA suma unos US$ 450 millones en conjunto («pasivo»).
Se espera una tensa negociación en ese sentido, porque implicará para el Estado reconocer una deuda originada entre el final del gobierno de Mauricio Macri, todo el período de Alberto Fernández y los primeros meses de Javier Milei por no haber aumentado las tarifas en línea con el incremento de los costos internos.
Mientras tanto, también existen tensiones por la tasa de rentabilidad sobre activos que dispuso el Gobierno, del 6,22% anual después de impuestos para Edenor y Edesur, mientras los privados sostienen que por el riesgo país y las proyecciones a futuro su rentabilidad debería estar por encima del 8% anual.
NE