Mañana, 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una fecha destinada a aumentar la conciencia sobre esta condición del espectro autista y promover la comprensión y aceptación de las personas que lo viven.
El Síndrome de Asperger, forma parte de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) y se caracteriza por dificultades en la interacción social, comportamientos repetitivos y un enfoque restringido en intereses específicos.
Las personas que sufren el Síndrome de Asperger tienen un aspecto e inteligencia normal e incluso por encima de la media y con habilidades en muchos campos, por lo que su diagnóstico puede pasar mucho más desapercibido. Aunque las causas exactas del Síndrome de Asperger no se conocen completamente, se cree que son multifactoriales.
Síntomas del Síndrome de Asperger:
Los síntomas del Síndrome de Asperger pueden variar significativamente entre los individuos, pero generalmente incluyen:
– Dificultades en la comunicación no verbal, como el uso del contacto visual y las expresiones faciales.
– Problemas en la interacción social, que pueden manifestarse como dificultades para comprender las normas sociales o la incapacidad para iniciar o mantener conversaciones.
– Intereses intensos o especializados en temas específicos, a menudo con un alto nivel de conocimiento en esos campos.
– Comportamientos repetitivos o rutinas rígidas que pueden ser poco flexibles ante cambios. Las personas que padecen el Síndrome de Asperger se encuentran demasiado obsesionadas con un tema, elemento u objeto ignorando todo lo demás que ocurre a su alrededor.
Al contrario que ocurre con las personas que sufren un trastorno autista las personas con Síndrome de Asperger son capaces de acercarse a otras personas aunque no consiguen poderse relacionar por sus problemas de habla y del lenguaje, generándoles un aislamiento de la sociedad.
Posición de la OPS sobre el Asperger
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha subrayado la importancia de la detección temprana y el apoyo a las personas con TEA, incluido el Síndrome de Asperger. Reconocen que las intervenciones adecuadas pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de estos individuos, promoviendo su integración y participación plena en la sociedad. La OPS enfatiza la necesidad de eliminar el estigma asociado y de fomentar entornos inclusivos, donde se celebre la diversidad y se respeten los derechos de todas las personas, independientemente de sus capacidades.