El refugio para migrantes de la organización Jewish Family Service of San Diego (JFS) cerrará después de seis años de brindar ayuda a miles de personas en esa importante ciudad de California. El cambio en las políticas migratorias desde la llegada de Donald Trump redujo el financiamiento federal, lo que dejó sin apoyo económico al albergue y provocó el despido de 115 empleos.
Fin del CBP One: impacto en migrantes, cierre de refugios y despidos masivos
Desde el 20 de enero, cuando Trump eliminó el uso de la aplicación CBP One, el refugio de San Diego dejó de recibir a familias y solicitantes de asilo. Esta plataforma, que permitió a miles de migrantes obtener permisos temporales para vivir en Estados Unidos, les daba a los extranjeros la posibilidad de solicitar una cita en los centros de refugiados y asilados, así como también gestionar legalmente su ingreso a EE.UU.
Inicialmente, la medida se implementó como una excepción dentro de la orden de salud pública del Título 42. A partir de mayo de 2023, CBP One permitió que los solicitantes accedieran al permiso condicional como parte de la estrategia de la administración de Joe Biden para ampliar las “vías legales” de ingreso a EE.UU.
Hasta su cancelación, el refugio operado por Jewish Family Service utilizaba la aplicación para coordinar el ingreso de migrantes bajo medidas excepcionales.
Jewish Family Service de San Diego: un refugio sin migrantes
Ubicado en el área de Kearny Mesa, el Jewish Family Service de San Diego proporcionó asistencia a más de 200 mil migrantes en tránsito desde 2018. Su labor incluyó alojamiento temporal, alimentación y transporte hacia sus destinos finales dentro de Estados Unidos. Sin embargo, la falta de nuevos ingresos económicos desde la cancelación de CBP One dejó sin sustento la operación.
“Desafortunadamente, las recientes políticas federales de inmigración han impedido que las personas que buscan asilo crucen la frontera en un puerto de entrada y sean liberadas de la custodia federal de inmigración a corto plazo y puestas a nuestro cuidado”, explicó Michael Hopkins, CEO de Jewish Family Service of San Diego, en la página oficial de la organización.
Entonces, anunció el cierre del proyecto: “Con estos cambios y la cancelación de la financiación federal, el componente de Servicios de refugio para migrantes de nuestro trabajo de Welcome the Stranger se suspende mientras continuamos comprendiendo mejor las necesidades futuras de la comunidad”.
Impacto en los trabajadores del refugio y dudas sobre el financiamiento
El cierre del refugio dejó sin empleo a 115 trabajadores, lo que afectó a muchas familias que dependían de estos ingresos. Las ONG de asistencia a migrantes han sido una fuente estable de empleo en la región, por lo que la noticia generó preocupación y malestar entre los empleados despedidos.
“Buscamos opciones para reubicar a nuestro personal en otros departamentos en el futuro”, afirmó Michael Hopkins. Sin embargo, aún no hay un plan claro para la recolocación de las personas afectadas.
Según publicó NBC, en octubre de 2024, Jewish Family Service obtuvo 22 millones de dólares en fondos federales para operar los refugios de migrantes dentro de la Red de Respuesta Rápida de San Diego (SDRRN, por sus siglas en inglés). Hasta la fecha del cierre, la agencia no había recibido esos recursos, lo que generó dudas sobre la distribución y el uso del dinero asignado.