Se retiró Nicolás Domingo: «Sonrío porque sucedió»

Ganó ocho títulos en su carrera. Lo principal, con River: el Apertura 08, la Copa Argentina y Recopa Sudamericana en 2016 y el de la BN en 2012. En Independiente: la Sudamericana 2017 y la Suruga 2018. El Ascenso 2014 con Banfield y el Clausura 2020 con Olimpia.

En el texto de despedida, dio un anuncio de lo que será su futuro: «Estar del otro lado de la línea de cal será el nuevo destino”. Seguramente, dentro de poco lo veremos entrenando a un equipo.

Recuerdo como si fuera hoy cuando tenía siete años y solo soñaba con ser jugador profesional y entonces estaba enojado con mi mamá, por el simple hecho que me había hecho nacer lejos de Bs. As. Pobre mi vieja, pero yo creía que no iba a poder jugar en River, pues estaba muy lejos.

Febrero del 2000, tenía 14 años cuando me fui de mi querido Totoras con un bolso lleno de sueños por cumplir. Fueron pasando los años, compartiendo en la pensión con infinitos compañeros, el secundario, mi primer trabajo en Caja del club y también el terciario. Entrenamientos, partidos, momentos buenos y los no tantos… Y un día llegó ser Sparring de la Selección, que un tal Loco Bielsa me lleve a dos amistosos al banco de la Mayor, inimaginable en cualquiera de mis sueños. Con ello llegó mi primer contrato, y finalmente sí, ese tan ansiado día, un 29 de mayo del 2005, en el Monumental, vs Gimnasia, mi viejo en la tribuna, y faltando 15’ me llamó el Negro Astrada y me hizo debutar en mi tan querido River Plate. El viaje comenzó definitivamente.

Jugar bien y mal, pretemporadas, concentraciones, infinitos viajes, lesiones, alegrías, frustraciones, ser titular, quedar fuera de la lista, escuchar infinitas opiniones, que podías, que no. Cambiar de club, volver a empezar, levantarte una y otra vez, seguir, insistir, no claudicar y volverlo a intentar. Claro que es así, porque así es la vida, y lo que es fácil dura poco.

Hoy solo quiero decirles Gracias a mis compañeros, los de Inferiores hasta los del último día. Hemos crecido juntos, reído de alegría, festejado algún logro, ganar un partido o un título y también llorado de tanto dolor por esa bendita derrota que tanto te hace crecer. A los encargados de pensión, a los técnicos de Inferiores, a cada uno de los DTs de primera, a los incansables PF, a los CT, a los utileros, a los staff médicos, a esas personas silenciosas que ayudaron en cada club por el que pasé, a cada presidente, representantes, periodistas. Y a ustedes, sus hinchas, algunos me adoptaron como suyos, cada CLUB tuvo su magia y los llevaré siempre conmigo.

Cómo no mencionar a mis viejos, a mi hermano, a mis amigos de la infancia, a los amigos que sumaron en el camino, tíos, primos, a mi querido Unión F.C. A todo Totoras, nada hubiera sido posible sin ustedes.

Y finalmente a ellas, mis dos amores, mi mujer María Emilia y nuestra amada hija Roma, gracias por darme esa paz y tranquilidad para poder dar este paso tan importante en mi vida con tanta seguridad.

Y llegó el último partido, un 27 de octubre del 2024. Tan solo 19 años después, sin dudas que un maravilloso viaje. Arsenal 1-0, gol incluido. Lo hice con tanta pasión, con tanto compromiso, con tanta dedicación, con tanto profesionalismo, como si fuera siempre ese primer día.