Tres meses después de Boca, con Cerro Porteño, Diego Martínez está en boca de todos: en el partido de ida por la Fase 2 de la Copa Libertadores derrotó -o, mejor dicho, vapuleó- 4-0 a un débil Monagas que tendrá que hacer posible lo imposible para dar vuelta el resultado en Paraguay.
La victoria de Cerro Porteño ante Monagas. Foto: Copa Libertadores
Apenas firmó con el Ciclón de Barrio Obrero a mediados de diciembre de 2024, la dirigencia empezó a trabajar para armar un plantel con refuerzos a gusto y piacere del entrenador: Roberto Fernández, Guillermo Benítez, Jonathan Torres, Alan Soñora (titulares vs. Monagas), Gastón Giménez y Abel Luciatti (suplentes).
Con ellos y una buena base de jugadores que vienen de finalizar segundos en el campeonato paraguayo (por eso clasificaron a esta Fase 2 de la CL), armó un equipo que sólo perdió un partido en lo que va de la temporada. Por torneo local: 2 ganados, 2 empatados y 1 perdido. Y ayer, comenzó la Libertadores con el pie derecho.
Es tan cierto que los jugadores que Martínez dirigió en Huracán (Guillermo Benítez y Alan Soñora) entienden su idea y con ello hacen jugar al equipo, como también que lo flojito que fue Monagas en todas sus líneas permitió que el despliegue de CP resaltara sobre la media.
La victoria de Cerro Porteño ante Monagas. Foto: Copa Libertadores
El partido siempre se jugó en campo de Monagas. Con Piris da Motta y Soñora como principales generadores de juego, Cerro atacó triangulando con Domínguez y Carrizo y abriendo a los laterales por las bandas para generar mayor presencia en área adversaria. Desde que Costa abrió el marcador a los PT 14´, el derrotero no paró: Benítez a los 33´, Domínguez a los 45´ y Viera a los 18´ del ST terminaron de decorar un resultado que, por actitud y forma de juego, luego del primer gol ya estaba cerrado.
Con dominio de principio a fin, el poderío de Cerro fue total. A esto se le sumó la expulsión de Oscar Piris, que complicó aún más el panorama para Monagas en la ida y de cara a la vuelta.
Llegó e hizo un buen trabajo de pretemporada, trajo refuerzos que se adaptaron rápidamente a su molde y gana. Si bien todavía queda mucho, de la mano de Diego Martínez, Cerro Porteño se arma para competir en la Libertadores.
La victoria de Cerro Porteño ante Monagas. Foto: Copa Libertadores