En cuestión de minutos, la oposición en el Senado pasó de la euforia al desencanto. Después de lograr con holgura la habilitación para votar el proyecto que impulsó un sector del radicalismo, la iniciativa que buscaba crear una comisión investigadora para determinar la responsabilidad de Javier Milei y de su entorno más cercano en el criptogate, fue rechazada.
El proyecto impulsado por el fueguino Pablo Blanco no contaba con dictamen de comisión y necesitaba, para ser tratado, dos tercios del total de la Cámara. Es decir, un mínimo de 48 votos. Como si esto fuera poco, debía reunir esta mayoría dos veces seguidas: una vez para habilitar la votación en el recinto y otra más para la votación de la iniciativa.
El primer resultado -la habilitación- ilusionó a la oposición: marcó 53 avales, 17 rechazos y 2 ausencias. La segunda -la votación-, expuso la presión del Poder Ejecutivo a los gobernadores, fracturó al radicalismo y dejó un tendal de decepcionados: hubo 47 votos positivos, 23 en contra y 2 ausencias.
El proyecto quedó a un voto de aprobarse por el viraje de siete senadores que apoyaron el debate, pero se opusieron a crear la comisión investigadora. Mónica Silva, de Río Negro, hizo el camino inverso.
¿Quienes son los siete que modificaron su postura e impidieron la investigación del criptogate?
Uno de los casos más paradójicos es el del jefe del bloque radical, Eduardo Vischi, que fue coautor del proyecto junto a Blanco, pero terminó rechazando su propia iniciativa. El correntino se referencia políticamente con el gobernador, Gustavo Valdés, un aliado circunstancial del Gobierno nacional, a quien la Casa Rosada acude cuando necesita sus votos en el Congreso. Se presume que el giro de Vischi tiene que ver con la presión que ejerció el Poder Ejecutivo para evitar que se investigue la participación de Milei en lo que podría considerarse una criptoestafa. Su coprovinciana, Mercedes Valenzuela, también rechazó el proyecto.
El mismo análisis se podría trasladar al resto de los gobernadores radicales, cuyos leales quedaron a la vista: se trata de Eduardo Galaretto, alfil del gobernador santafesino Maximiliano Pullaro; Mariana Juri, aliada del mendocino Alfredo Cornejo; y Víctor Zimmermann, quien responde al chaqueño Leandro Zdero. La senadora radical Stella Maris Olalla, aliada al gobernador Pro, Rogelio Frigerio, también giró.
En Pro, el misionero Martín Goerling Lara modificó su voto y evitó quedar descalzado de su bloque, que rechazó tanto la habilitación como el proyecto. La única que se diferenció de esta postura fue la senadora Guadalupe Tagliaferri, aliada del exalcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, crítico de Milei y su círculo chico.
Completaron los 23 rechazos los seis libertarios así como los referentes de los bloques provinciales, que se mantuvieron firmes en su negativa en ambas votaciones. Se trata de Lucila Crexell (Neuquén), Carlos Mauricio Espínola (Corrientes), Juan Carlos Romero (Salta) y Alejandra Vigo (Córdoba).