Miles Teller es, sin dudas, uno de los actores más reconocidos de su generación. Gracias a su participación en exitosas películas como Whiplash (2014), Top Gun: Maverick (2022), Divergente (2014) y Los Cuatro Fantásticos (2015), el actor estadounidense se ganó el corazón de cientos de espectadores alrededor del mundo. Si bien una de sus principales características físicas son sus marcadas cicatrices en el rostro, muy pocas personas conocen la desgarradora historia que estas marcas tienen detrás.
De acuerdo a lo que el mismo contó en varias oportunidades, las cicatrices las obtuvo a causa de un accidente de tránsito que sufrió cuando tenía tan solo 20 años, en el año 2007. En este entonces, Teller todavía estaba cursando sus estudios universitarios y no había alcanzado la fama internacional que tiene en la actualidad. Según relató, al momento del impacto volvía de un festival de música al que había asistido con un grupo de amigos. Si bien todos los pasajeros del vehículo se salvaron, sí sufrieron heridas graves.
El fuerte golpe dañó la cara de Miles, quien terminó con heridas que pueden verse hasta el día de hoy. Sin embargo, lo cierto es que el resultado podría haber sido mucho peor. En una entrevista con el medio ABC News, en el año 2016, el actor recordó el incidente. “Mi amigo perdió el control de mi auto cuando iba a 80 millas por hora”, comentó durante la charla. “Dimos ocho vueltas de campana y salí despedido por la ventana. El coche aterrizó y yo estaba tirado a unos 15 metros del coche, inconsciente, cubierto de sangre. Mi amigo pensó que estaba muerto”, añadió.
Asimismo, Teller sumó que el auto voló sobre tres carriles mientras él salió disparado por una de las ventanas. Tal como contó, este accidente podría haberle costado la vida, pero claro está que ese no era su destino. En una entrevista que dio hace un par de años en The Guardian, el actor explicó que las secuelas y la recuperación del accidente en general fue muy doloroso. “Todo estaba bien, excepto mi cara”, aseguró.
Además de las cicatrices que hoy se pueden ver en su rostro, Miles terminó con una fractura de muñeca y tuvieron que colocarle aproximadamente 20 tornillos para arreglarle el hombro. Como su carrera recién empezaba, la mayor preocupación de Teller tras el terrible evento era las dificultades que las marcas en la cara le causarían a la hora de conseguir grandes papeles en Hollywood. Sin embargo, pasó todo lo contrario.
En el año 2010, el director John Cameron Mitchell le dio su primera gran oportunidad actoral para su película El otro lado del corazón. En el filme tuvo la posibilidad de actuar junto a un gran elenco encabezado con Nicole Kidman. Respecto de sus cicatrices, durante el proceso de casting, el jefe le comentó: “Me encantan. Cuentan una historia”. Por este motivo, Teller aprendió a dejarse llevar y resignificó aquel desafortunado accidente que tuvo junto a sus compañeros de la universidad.