Después de tres años al frente de la diócesis de San Rafael, Mendoza, el obispo Carlos María Domínguez debió dejar su cargo luego de que fuera denunciado «por acciones indebidas» contra «personas adultas», informó este jueves el obispado y admitió que la acusación contra el prelado terminó «provocando la renuncia efectiva» del mismo.
Carlos María Domínguez, obispo renunciante de San Rafael, Mendoza.
Domínguez, de la orden de los recoletos, había sido denunciado ante la justicia el 3 de febrero y en el marco del proceso legal interno de la iglesia el jueves pasado el Vaticano reveló que el papa Francisco aceptaba la presentación de su renuncia y nombró en su lugar como administrador apostólico al obispo auxiliar Marcelo Mazitelli.
Este jueves, el Obispado de San Rafael informó a la comunidad que “personas adultas han denunciado ante las autoridades competentes a monseñor Carlos María Domínguez por acciones indebidas infligidas contra ellas, provocando la renuncia efectiva del mencionado obispo” de 59 años.
Ante ello, el Obispado dijo que asumía » el compromiso de custodiar la intimidad de los denunciantes y sus familias, quienes siempre tendrán el derecho de acudir a la justicia civil”.
Además, la prelatura señaló que “dada la gravedad de los hechos declarados se ha iniciado una investigación para que se medien las acciones canónicas que corresponden conforme a los protocolos vigentes en la Iglesia”.
El comunicado del Obispado también expresó su «compromiso de transitar este proceso con transparencia y justicia, lamentamos la herida y el dolor que esto provoca» y confirmó en «que la búsqueda de la verdad ayude a un camino de sanación”.
Si bien no trascendieron mayores detalles sobre la denuncia, ni la identidad de las personas involucradas, la prensa mendocina logró establecer que se trataba de posibles abusos sexuales.
Domínguez, nacido en la localidad bonaerense de San Martín, llegó a Mendoza en marzo de 2023 donde se desempeñó como administrador apostólico de la diócesis y luego fue nombrado obispo.
En su carta de renuncia, Domínguez escribió: «Intuyo la perplejidad que cause en todos ustedes esta noticia. Pero, créanme, esta decisión me causa un profundo dolor» y afirmó que su labor pastoral la desempeñó «con todo el corazón».
«Quiero pedirles perdón por lo que hice mal, por lo que no hice y por lo que no supe hacer», añadió el prelado en su carta.
En la Conferencia Episcopal, Domínguez integra la Comisión de Vida, Laicos y Familia (Cevilaf) y delegado suplente de la Región Pastoral Cuyo.
SMB
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