La calma del viernes en la localidad de Boulogne, partido de San Isidro, se convirtió en un escenario de terror y desesperación cuando una fuga de gas desató una violenta explosión en una vivienda de la calle María B. de Cazón al 2500. El estallido, seguido de un incendio, no solo cobró la vida de un hombre de 73 años, sino que dejó a cuatro personas gravemente heridas, destruyó varias casas del vecindario y provocó la huida de varias mascotas de vecinos.
Desde Dirección de Prensa y Comunicación del municipio de San Isidro informaron a LA NACION que aún se encuentran a la espera de los resultados de las pericias para esclarecer el origen de la explosión que derivó en una tragedia.
Aunque el viernes por la mañana los vecinos habían denunciado el intenso olor a gas en el barrio y los técnicos de la empresa Naturgy acudieron para inspeccionar la situación, el estallido fue inevitable. Antes de que pudieran intervenir, según relataron fuentes oficiales a LA NACION, a las 16:45 aproximadamente se reportó la explosión en la calle Cazón 2648, entre Junín y 14 de julio. El gas acumulado detonó con una fuerza devastadora, provocando una violenta explosión que desató un incendio de gran magnitud.
La onda expansiva redujo a escombros la casa de Horacio Lugo, de 77 años, quien quedó atrapado bajo los restos de su propia vivienda. Luego de los desesperados intentos de los rescatistas por sacarlo con vida, el hombre fue trasladado de urgencia al Hospital de Boulogne, donde falleció horas después debido a la gravedad de las quemaduras y lesiones sufridas en la explosión que destruyó su hogar.
Las llamas alcanzaron a muchas viviendas y lesionaron a otras cuatro personas, que fueron trasladados de urgencia al hospital de Boulogne y ahora luchan por su vida. Las otras víctimas fueron identificadas como:
- Sergio Gómez, de 42 años, que se encuentra en “estado crítico” y recibe respiración asistida.
- Gabriela Pedrozo y Facundo Mansilla padecieron quemaduras graves y su estado es “reservado”.
- Ana María Blanes, de 76 años, resultó con lesiones menores y se encuentra fuera de peligro.
Una de las víctimas, Facundo Mansilla, era parte del grupo de técnicos que trabajaba en el vecindario en el momento de la explosión. Su equipo apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que el estallido los alcanzara.
La explosión no solo redujo a escombros la casa de la víctima fatal, sino que provocó daños en varias viviendas linderas. Vidrios destrozados, techos derrumbados y paredes con grietas dejaron en evidencia el impacto del desastre.
Como medida preventiva, la empresa proveedora de gas ordenó el corte total del suministro de gas en la zona, mientras los peritos intentan determinar con precisión qué desencadenó la trágica explosión.
Desde Dirección de Prensa y Comunicación del municipio de San Isidro informaron a LA NACION que a las 16.50 intervino la Policía de la Provincia de Buenos Aires y Bomberos y que luego de unas horas “el operativo en el lugar de la explosión concluyó con éxito, tras completar todas las tareas necesarias para la seguridad y limpieza del área afectada”.
Con la colaboración del equipo de bomberos voluntarios, efectivos de la Policía Bonaerense, agentes de tránsito y grúas, así como personal de obras y de higiene urbana, la municipalidad desplegó un operativo en la zona que incluyó tareas de peritaje, la remoción de escombros con “dos retroexcavadoras y dos bocats”, la demolición de la vivienda de Horacio Lugo y la limpieza total del terreno y del área.
Además, se retiraron los rodados afectados y se extrajo el vehículo que se encontraba dentro de la casa. También se repararon los tubos de gas para prevenir futuros incidentes, se reforzaron las estructuras de las casas linderas para garantizar su estabilidad, y agentes de Defensa Civil dispusieron el cierre del perímetro con lonas y cintas de peligro. Durante la noche, el área permaneció custodiada por la Patrulla Municipal de San Isidro.
Mientras el fuego se apagaba y los heridos eran trasladados a distintos hospitales, el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, se presentó en el lugar de la tragedia para acompañar a los vecinos.
Los familiares de las víctimas, Gómez y Pedrozo abrieron una colecta solidaria en las redes sociales donde pidieron colchones, ropa de cama, vestimenta, calzado y dinero para ayudar a otros vecinos afectados por la explosión.