Es probable que haya que esperar un poco más para ver una inflación mensual por debajo del 2%. Según estimaciones de consultoras económicas, a pesar de la reducción del ritmo de devaluación mensual del 2% al 1%, el índice de precios al consumidor (IPC) de febrero aún no mostraría un “1″ por delante, ubicándose entre el 2,2% y el 2,6%.
El principal motivo esgrimido por los analistas que, según el caso, ubican la inflación de febrero en un nivel similar o incluso algo superior al dato de enero –fue de 2,2%, según el Indec–, es el incremento del precio de la carne en las últimas semanas. En segundo lugar, se suma el aumento en las tarifas de colectivos y trenes en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
En este contexto, el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra, comentó que, si bien aún faltan los relevamientos de la última semana de este mes, su estimación preliminar de inflación arroja 2,4%. “Incluso podría alcanzar el 2,5%, acelerándose respecto de enero, producto principalmente de una aceleración de precios en los alimentos, liderados por la carne vacuna, que más que compensa un mes favorable en términos de precios estacionales”, analizó.
En opinión de Sigaut Gravina, el menor ritmo devaluatorio todavía no se verá reflejado en el número general de la inflación de febrero. Sin embargo, añadió que “sí ayudó a que el IPC núcleo sin alimentos y bebidas siguiera bajando”.
Por su parte, la economista Florencia Iragui, de la consultora LCG, coincidió en que la inflación de febrero se mantendría en niveles similares a los de enero. “Nuestro Relevamiento de Precios de Alimentos y Bebidas muestra aceleración, con un incremento mensual promedio del 2,5% en las últimas cuatro semanas”, detalló.
Hay que recordar, subrayó Iragui, que un 50% de este aumento mensual proviene del fuerte ajuste en carnes. “Adicionalmente, se encuentra el incremento mensual de varios precios regulados ya frecuentes como electricidad, gas y prepagas, a los que se les suma la suba de colectivos en la región metropolitana”, detalló la economista.
Respecto del impacto que puede tener en el IPC la menor devaluación mensual, Iragui opinó: “Entendemos que la baja del ritmo del crawling podría intentar alinear la inflación a ese porcentaje [1%] pero, con una visión de más largo alcance, podemos decir que, con la creciente percepción de atraso cambiario, la reducción del crawling del 2% al 1% podría terminar perdiendo eficacia”.
La medición de la Fundación Libertad & Progreso, en tanto, arroja una suba de precios de 2,2% en el segundo mes del año. Según Lautaro Moschet, uno de sus economistas, “los relevamientos de precios de las últimas semanas reflejan un panorama menos alentador que las estimaciones preliminares de inflación para febrero, que anticipaban un dato inferior al de enero”.
Al igual que varios de sus colegas, Moschet hizo hincapié en el impacto que tuvo la suba de la carne vacuna. En este sentido, dijo: “En particular, el precio de la carne registró fuertes incrementos, cercanos al 7%, lo que, debido a su significativa incidencia en el índice de precios, terminó impulsando al alza la proyección de inflación. Por este motivo, estimamos que se ubicará en torno al 2,2%”. Y acotó: “No obstante, esperamos que el impacto de este shock, originado por la menor oferta de carne, sea transitorio y que la inflación retome su senda descendente en el segundo trimestre del año”.
Sin precisar una cifra concreta, Federico González Rouco, economista de la consultora Empiria, afirmó que él no cree que la inflación del segundo mes del año pueda “empezar con un 1″. “Nosotros vemos que en febrero todavía no se perforará el 2% porque hubo algunos aumentos puntuales, con la carne como el más relevante, que posiblemente le pongan un piso. Esperamos algo cercano a enero, quizás apenas por encima. Para marzo-abril, sin embargo, sí estimamos que el dato pueda empezar con 1″, remarcó.
En Analytica proyectan una inflación general del 2,4% en febrero, una leve aceleración respecto a enero. “Esta situación puede revertirse en marzo con el impacto de la caída en el crawling peg a pesar de la suba que suelen tener los precios con estacionalidad”, señaló Claudio Caprarulo, director de esta consultora.
Al explicar las razones de su estimación, Caprarulo enfatizó que en su medición “se destaca una fuerte suba en el precio de la carne del 8%, principalmente por lo que sucedió en la primera semana del mes”. Y agregó: “A su vez, en la última también hubo un aumento importante en el precio de las bebidas. El peso significativo que tiene la división de alimentos y bebidas ya pone un límite a la desaceleración en la tasa de inflación, al igual que la aceleración en la inflación mayorista en enero”.
En tanto, la cifra más alta es la que proyecta EcoGo, cuya estimación es de un 2,6%, con un alza de 3,5% en alimentos y bebidas. Sebastián Menescaldi, economista de esta consultora, comentó: “En principio, la suba en los precios mayoristas de la carne tendría un importante impacto en febrero, determinando que la inflación sea mayor que la de enero”.
También las proyecciones de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) arrojaron un 2,6%, pero en este caso el relevamiento comprende solo el ámbito de la Capital Federal. Nuria Susmel, una de sus economistas, comentó: “La estimación de inflación para la ciudad de Buenos Aires nos da 2,6%. El rebote esta impulsado por el aumento en el precio de la carne vacuna, que subió 12% en el mes”.
Además, Menescaldi señaló que el Gobierno podría apuntar a abril como el mes en el que la inflación comience con “1″, ya que marzo suele tener una alta estacionalidad, que se suma a nuevos aumentos en precios regulados, como el transporte. “Más allá de estos incrementos puntuales, el Gobierno está impulsando un proceso de desinflación que persistirá y permitirá reducir la inflación de manera significativa este año”, agregó.
Optimismo oficial
En el Gobierno, en tanto, son optimistas respecto de que cómo evoluciona la desaceleración de la inflación. Javier Lanari, vocero del presidente Javier Milei, escribió en su cuenta de la red social X: “Dato. La inflación mensual se encamina al 1%, en línea con el nuevo crawling peg. Estamos cada día más cerca de exterminar el cáncer inflacionario para siempre (el peor impuesto a los que menos tienen)…”.
A pesar de los aumentos en la carne y el transporte, algunas consultoras sí proyectan una inflación inferior al 2% para febrero. Entre ellas, C&T Asesores Económicos, que prevé que el índice podría quedar por debajo de esa marca. De todos modos, su directora, María Castiglioni Cotter, explicó que, si bien aún no han cerrado el análisis de la tercera semana de febrero, han observado que los precios se han movido más que en la semana anterior con la carne como factor clave.
Castiglioni Cotter también destacó que en la última semana del mes se sumará el impacto del aumento en colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires. “Esto podría acercar el índice al 2%, pero nuestro relevamiento indica que febrero terminaría por debajo de ese umbral”, concluyó.
Otra consultora que ve un índice de precios que empezaría con “1″ es Abeceb. Su macroeconomista senior, Elisabet Bacigalupo, subrayó: “Nuestras proyecciones apuntan a una inflación de 1,9% m/m en febrero perforando la barrera del 2%. La desaceleración sería traccionada por el impacto de la baja del crawling peg al 1% en el rubro bienes transables (que en enero dio 1,5% y podría volver a bajar), mientras que los servicios seguirían por encima de 2%”.