La relación de Sting con Argentina es tan rica como extensa y merecería coronarse con un libro. La relación de Sting con Charly García empezó casi sin que el exlíder de The Police lo supiera, en aquel histórico concierto de Amnistía Internacional en el estadio de River, en 1988. Pero lejos, muy lejos de aquel Charly irascible que dejó aquella noche una frase para la historia (“Acá el boss (jefe) soy yo”, en referencia al apodo de Bruce Springsteen), este fin de semana se produjo un reencuentro entrañable entre el ex Sui Generis y Serú Girán y el cantante que supo renovar el rock a finales de los 70 en compañía de Andy Summers y Stewart Copeland. Alejandro Lerner formó parte de los encuentros y en diálogo con LA NACIÓN repasó los detalles.
“La relación con Sting empieza por mi amistad con Dominc Miller, con quien somos amigos desde hace 25 años”, cuenta el autor de “Volver a empezar”. Miller es argentino y es el guitarrista histórico de la carrera solista de Sting. Pero no se conocieron aquí sino en el famoso castillo francés de Miles Copeland, el manager de The Police. “Nos conocimos por una invitación de Miles a su castillo. Es el mismo que aparece en el video de ‘Bring on the Night’”, cuenta Lerner. “Una vez por año invita a compositores de distintas partes del mundo a un camp de composición de 10 días para trabajar en colaboración. Cuando llego, se me acerca un flaco con remera negra desgastada. ‘Yo también soy argentino, che’, me dice. Era Dominic. De ahí en más nos hicimos muy amigos y colaboramos muchas veces en nuestros discos. De hecho hace muy poco grabamos en mi estudio de Los Ángeles y allí me contó que venía a la Argentina”.
Lerner acababa de llegar de una mini gira por Perú y Ecuador cuando recibió la invitación para cenar con Sting, Doming Miller, el baterista Chris Maas y amigos y allegados locales como Charly García y el productor de los dos conciertos de Sting en el Movistar Arena, Diego Finkelstein. “Con Sting tuve una charla muy casual. Habíamos estado en una cena el día anterior muy relajada. Pudimos charlar de cosas casuales. Con Domincis sí hablé más porque somos muy amigos. No quiero ser cargoso. Entiendo esa situación en la que muchos quieren hablar con el gran protagonista porque vivo una realidad compatible. Cada vez que estuve con él fue muy afectuoso conmigo y ya me siento un poco más integrado a su núcleo cercano”.
Para Alejandro Lerner, tanto su reencuentro con Charly como los momentos compartidos por el autor de La lógica del escorpión y el ex The Police fueron significativos y muy emotivos. “Tenemos una relación de mucho cariño con Charly. Soy una persona que no he sido parte de su ambiente, sino que nos vemos cada tanto, pero compartimos cosas maravillosas, como cuando vino Geoff Emerick, el ingeniero de The Beatles. Estuvimos en mi estudio, en el Pie y después fuimos a cenar los tres. Nos causó gracia anoche vernos en la misma situación, sentaditos uno al lado del otro en el concierto de Sting. Ya nos había pasado en una de las visitas de Deep Purple. Hemos sido muy abiertos con nuestras búsquedas artísticas, podemos ver tanto a Sting como a Santana o, en su momento, a Manzanero”.
El primero en retirarse
Digno del gran profesional que es, Sting fue el primero en retirarse de la cena que compartió el sábado con sus amigos locales y sus músicos, ya que el domingo debía cumplir con el primero de sus dos conciertos en el Movistar Arena. “Es un hombre muy educado, muy refinado y súper simpático. En la cena dijo: ‘Como hay cantantes presentes ya saben por qué me tengo que ir temprano’ y yo me permití responder con un chiste: ‘Si necesitás un back up avísame’”.
Como en cada una de las esporádicas salidas de Charly García, lo primero que intentan saber sus seguidores es cómo se encuentra de salud. Ahora es Lerner quien responde esa pregunta: “Está grande, pero es él, el Charly que nos dio tanta felicidad. Como se lo presenté a Sting: ‘Charly es el que inventó todo en Argentina’. Quizás nos gustaría verlo mejor, pero es Charly, el que yo amo, admiro, el que nosotros amamos y admiramos. Nunca voy a dejar de agradecer la belleza que ha generado”.
Como las crónicas del concierto, que coincidieron en que se trata de un show sólido, emotivo, que pasea por los grandes pasajes de la voluminosa obra del músico, desde sus días en The Police hasta su extenso recorrido solista, Lerner quedó fascinado con lo que vio en la noche del domingo. Por eso hoy volverá al Movistar Arena. “Hoy voy con mi esposa. Es un show buenísimo. Me encantó, un show distinto, en trío: guitarra, bajo y batería; muy artístico. Se lucen mucho los tres y la capacidad vocal de él es formidable”.
Tras girar todo el año tanto por el país como por América Latina, Estados Unidos y Europa, Lerner coronó el 2024 con un premio que describe como “la frutilla de la torta”. el Grammy a la excelencia musical. “Este año vamos por más giras: por Argentina, también Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Italia y si puedo volveré a Israel. También estoy terminando mi disco nuevo, pero aún no tiene fecha de salida”, concluye el músico.