Sexo tántrico: 4 técnicas exóticas del arte del amor consciente para reavivar la pasión

“Contra lo que nos gustaría creer, no nacemos siendo buenos por naturaleza para las relaciones y para el sexo. Pocos de nosotros nos hemos beneficiado de una educación formal en sexualidad o amor sexual. Aunque somos hijos de la revolución sexual, aún estamos condicionados por sistemas de creencias que podrían haber inculcado en nosotros culpabilidad, miedo, inseguridad o vergüenza”, señalan Charles y Caroline Muir en su libro Tantra. El arte del amor consciente (RBA).

Es así que, basados en milenarias enseñanzas esotéricas hindúes, sistematizaron las lecciones en herramientas útiles para parejas actuales que buscan una forma diferente de relacionarse y pretenden mantener el amor y la pasión sexual a lo largo de los años.

Ambos son expertos en adaptar las antiguas enseñanzas hindúes del Tantra a la vida occidental. Charles está considerado el creador y pionero del Movimiento Tantra Moderno en Estados Unidos. En 1978, creó el formato Tantra: El Arte de Amar Conscientemente, el Masaje de Puntos Sagrados y otras técnicas. Caroline, por su parte, se enfoca en guiar a mujeres y parejas hacia el placer para que puedan disfrutar de las mejores relaciones de sus vidas; y hace décadas que se enfoca en problemas de libido y falta de intimidad.

Aunque se lo llama el “yoga del sexo”, el elemento sexual del Tantra es sólo una parte de su enfoque. Foto: ilustración Shutterstock.

Aunque se lo ha calificado como el “yoga del sexo”, los autores explican que el elemento sexual del Tantra es sólo una parte de su enfoque: “Las metas del Tantra son más elevadas y amplias que simplemente lograr habilidad en el amor. La meta última es la unidad. Los tántricos aspiran a una conexión o unión espiritual, experimentar el yo individual como parte del Todo. Para ayudar a lograr esa Unidad, se recurre a técnicas de visualización y meditación, y se practica ritos de unión sexual y una forma de comunicación con la pareja altamente desarrollada”.

Tantra: 4 técnicas exóticas

“Las técnicas exóticas presentadas aquí pueden tomarse como una deliciosa entrada al menú del amor”, anuncian Charles y Caroline Muir. Antes de empezar, sugieren centrar la mente, honrarse y disfrutar el uno del otro.

1 – La libación o el néctar de los tres picos

El Tantra reconoce tres partes (o picos) del cuerpo que liberan un tipo de jugo energético. El primer pico está centrado en el paladar y va a lo largo del frenillo hasta el labio superior. Su estimulación inspira y activa la liberación de una especie de rocío sexual, el cual se derrama por todo el cuerpo desde el chakra superior. Este líquido es de una naturaleza muy distinta que la saliva; es una humedad más cálida que “hace la boca agua”, es la secreción más “sutil” del cuerpo tántrico sutil.

Los pezones y los pechos con su línea directa al chakra corazón son el segundo pico y fuente de un néctar especial. Deben alternarse las funciones de dar y recibir.

“Las técnicas exóticas presentadas aquí pueden tomarse como una deliciosa entrada al menú del amor”, dicen los autores. Foto: ilustración Shutterstock.

El tercer pico está en los órganos del segundo chakra, el yoni y el lingam. No hablamos de la eyaculación del hombre ni de la amrita de la mujer, son tipos de energía distinta. El néctar del tercer pico, como el de los otros dos, es un jugo del cuerpo sutil; es menos sustancioso que el del cuerpo físico, pero su influencia para estimular la pasión es igualmente poderosa en todos los sentidos.

El éxito de estas técnicas reside en la concurrencia de la acción yin y yang (dar y recibir).

2 – El beso del labio superior

Este beso es una técnica tántrica que utiliza un conducto energético entre el valle del labio superior de la mujer y su clítoris. El amante lame suavemente el labio superior de su amada, utilizando su lengua y labios para llegar al frenillo. Mientras él lame su labio superior, ella lame su labio inferior y visualiza el canal sutil que va de su frenillo a su clítoris. Una vez que se abra ese canal como conducto de energía sexual, una mujer podrá experimentar en su clítoris una estimulación profunda solo mediante el beso.

3 – El beso de la lengua al paladar

Esta es una técnica extremadamente erótica para la transferencia de energía sexual. Mientras la mujer siente su orgasmo pega su lengua al paladar y la mantiene ahí el tiempo que dure su orgasmo. El hecho simultáneo del orgasmo y el contacto con el paladar sensible libera una energía profundamente almacenada en su chakra, de la coronilla hacia su lengua.

Charles y Caroline Muir son los autores del libro Tantra. El arte del amor consciente (RBA).

4 – Visualización: la torre de anillos de luz

Este tipo de amor, que utiliza la visualización junto con una forma especializada de masaje tántrico, requiere que la mujer controle su músculo pubococcígeo (PC, del piso pélvico, que sostiene los órganos pélvicos). Se puede utilizar con cualquier postura con el lingam dentro de la vagina. La mujer visualiza su yoni como un cilindro compuesto de anillos de luz amarillenta, al tiempo que realiza un masaje íntimo sobre el lingam de su amado contrayendo su músculo PC a su alrededor.

La doctrina tántrica concibe al lingam como un microcosmos del cuerpo entero, de igual forma que la reflexología concibe al pie. Por tanto, presionar a lo largo de los distintos meridianos del lingam afecta a todas las partes del cuerpo del hombre.

“Estas técnicas no son un fin en sí mismas; son simplemente medios para viajar por el sendero tántrico, un camino hacia la Unidad. Es un viaje del espíritu que ofrece el Tantra; y el amor íntimo, apasionado y espiritual es su combustible, su energía”, dicen los autores.

“El Tantra utiliza la energía del amor para iluminar nuestro interior, de modo que podamos llegar a conocernos, tanto a nosotros mismo como el uno al otro, mejor. Esta luz de amor es un instrumento para los amantes; aquellos que habitan en su reflejo pueden lograr un compañerismo radiante, original y duradero”.

Basado en fragmentos del libro Tantra. El arte del amor consciente (RBA), de Charles y Caroline Muir.