
Iguazú (LaVozDeCataratas) – Cada 8 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Pueblo Gitano, una jornada que no solo honra la historia y cultura de esta comunidad milenaria, sino que también invita a derribar mitos y prejuicios aún arraigados en muchas sociedades.
Para conocer más sobre lo que significa ser parte de este pueblo nómada, en LaVozDeCataratas dialogó con Mirna, mujer gitana que vive desde hace muchos años en la ciudad de Posadas, Misiones. Entre trajes coloridos, historias heredadas y una mezcla de acento firme nos conto:
“Ser gitano es llevar la libertad en la sangre. Nosotros venimos de muchos caminos, no tenemos un país, pero sí tenemos un pueblo que no se olvida de dónde viene. Es el respeto por la familia, por los mayores, por nuestras costumbres. Ser gitano es caminar con el alma libre, pero el corazón unido a los nuestros.”
Entre el mito y la tradición: ¿las mujeres gitanas adivinan la suerte?
La imagen de la mujer gitana leyendo la mano o las cartas es un clásico que aparece en películas, ferias y plazas. Pero ¿qué hay de verdad en eso? ¿Es parte de su cultura o solo un estereotipo popular?
Mirna responde con picardía: “Es cierto que muchas mujeres gitanas leían la suerte con cartas o miraban la mano, sobre todo las más viejas. Es una tradición que viene de antes, cuando se vivía de eso también. Pero no todas lo hacemos, ni es una regla. Es parte del folclore, sí, y hay quienes lo sienten y lo hacen con respeto. Pero no somos todas adivinas, eso que quede claro.”
Explica que hoy muchas mujeres de su comunidad tienen oficios, trabajan en comercio o estudian, aunque reconocen con orgullo sus raíces y tradiciones espirituales.
“Lo que sí tenemos es intuición. Cuando crecés entre sabias, entre mujeres que aprendieron a leer gestos y silencios, te queda algo de eso. Pero más que suerte, lo que miramos es lo que no se dice.”
Cultura viva, identidad resistente
“La gente muchas veces no nos entiende. Nos ven diferentes, y no saben que nosotros también sentimos, amamos, lloramos, trabajamos. Solo pedimos respeto y que nos conozcan por lo que somos, no por lo que se dice.”
El 8 de abril se conmemora además el aniversario del Primer Congreso Mundial Gitano realizado en Londres en 1971, donde se adoptaron los símbolos del pueblo romaní: la bandera azul y verde con una rueda roja, que representa el camino y el nomadismo, y el himno «Gelem Gelem», que recuerda el sufrimiento y la resistencia del pueblo gitano, especialmente durante el Holocausto.
Ser gitano es, sobre todo, resistir. Es bailar en medio del viento, con los pies descalzos y la mirada en el horizonte. Y aunque no todos lean la suerte, su historia sigue escrita en la memoria de cada camino recorrido.