«El análisis es claro: generamos expectativa como un equipo que puede producir más de lo que produce, pero que no concreta lo que se produce, y ahí es donde claramente nos está faltando. Es algo reiterativo que nos está sucediendo en esta seguidilla de partidos, en el primer tercio de lo que va del año. Generamos buenas expectativas, pero no concretamos y sin goles no podés ganar, entonces nos está faltando eso».
Marcelo Gallardo lo viene repitiendo casi en loop hace ya varias semanas. Su frase, de hecho, podría corresponder a cualquiera de los últimos partidos de River, pero es de este domingo, cuando incluso respondió menos de la mitad de las preguntas en conferencia porque no quería ser reiterativo en el análisis. El diagnóstico lo tiene claro, aunque no le encuentra todavía el antídoto: su equipo genera buena situaciones de gol, pero necesita nada menos que 19 remates para poder concretarlas.
El dato, bastante flojo y que desnuda el principal déficit en esta parte del semestre (al principio era la generación, ahora la definición), surge de la gran cantidad de tiros que River registra en las cuatro competencias que tuvo hasta el momento (torneo local, Copa Libertadores, Copa Argentina y la Supercopa Internacional contra Talleres): en total, fueron 282 en 17 encuentros, de los cuales apenas 15 tocaron la red. 86 tuvieron al arco como destino final, lo que le da un promedio de concreción de uno cada casi seis.
River Plate –
Tremendo caño de Mastantuono
ESPN.
Esto confluye en una media goleadora de 0,88 (no llega al tanto por juego) que, de mantenerse en lo que resta de la temporada, sería la más baja de la historia de River: actualmente, de acuerdo al relevo realizado por el estadígrafo Silvio Maverino, el 1925 es el peor con un promedio de 0,94 (30 goles en 32 encuentros). Si se realizara un corte a la altura del año en la que se está actualmente, el 2010 (Astrada como DT) y el 2011 (J.J. López) son los únicos que empeoran a este 2025, aunque luego se superaron: que sean dos de los tres años más tristes de la historia del club habla por sí solo.
En un año en el que otros #9 del fútbol argentino como Maravilla Martínez y Gabriel Ávalos acumulan nueve y ocho goles respectivamente, al equipo de Gallardo le está faltando esa contundencia de los delanteros: el goleador es Borja con cuatro tantos (la mitad de los anteriormente mencionados), seguido de Colidio (tres) y Subiabre (uno), en tanto que Driussi y Tapia aún no festejaron (el chileno, incluso, se quedó afuera del banco contra Barcelona y no fue convocado para este domingo).
En el análisis, la cuestión también pasa por los que juegan detrás de ellos, que vienen mostrando poco peso ofensivo: Mastantuono es el que más intenta y uno de los mejores jugadores del año, pero sus gritos fueron dos (uno de ellos, a Ciudad de Bolívar); mientras que Matías Rojas es el otro volante que convirtió (Platense, en la primera fecha). Después, salvo Montiel, Martínez Quarta, Paulo Díaz y González Pirez (uno cada uno), ninguno más aportó un tanto: River necesita que jugadores como Meza, Aliendro, Simón, Lanzini y hasta un Nacho Fernández que ingresó bien contra Talleres tengan una mayor presencia en la red.
El resumen del empate de River contra Talleres
River Plate –
El resumen de River 1 – Talleres 1
ESPN.
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