En el Paraje Nueva Soledad de la joven localidad de Pozo Azul con un poco más de 10.000 habitantes, los productores reclaman mejores caminos para trasladar sus productos para la venta, y para las actividades cotidianas que realizan las familias.

Es tanta la desesperación que hace un año, unos 20 vecinos decidieron invertir más de 500 mil pesos para pagar el combustible de las máquinas y sin embargo la Municipalidad no cumplió.
Un grupo de colonos de varios parajes, organizó una reunión para elevar una queja en la que participó el dirigente Martín Sereno.
«Es una vergüenza lo que hicieron con estos trabajadores, se abusaron de sus necesidades, ya que preocupados y con el objetivo de tener los caminos en condiciones, hablaron con personal de Obras Públicas de la Municipalidad -que administra Edgar González (FR)- para pedirles una solución; y como se necesitaba dinero para los gastos, con mucho esfuerzo, juntaron más de 500 mil pesos, los entregaron; pero no les resolvieron el problema», cuestionó el candidato a diputado provincial por Tierra, Techo y Trabajo, Martín Sereno.

Calificó la situación como una burla y un engaño hacia quienes «la situación económica es insostenible. Los productores no pueden sacar los alimentos que producen; a los chicos se les hace difícil llegar a la escuela y ante una emergencia, las ambulancias no pueden entrar a las picadas», enfatizó.
Mientras que José Farías, uno de los perjudicados, que desde el año 2006 vive y planta tabaco en el lugar, señaló que entregaron el dinero «un día en que los operarios estaban trabajando; y sabemos que la nota de crédito que nos dieron en la estación de servicio por el combustible llegaron el intendente; pero se fueron con las máquinas y ya no volvieron. Esto fue en octubre del año pasado. Y no somos sólo nosotros, la mayoría de los productores viven con caminos que son un desastre. En Picada Unida y San Francisco, entre otros parajes, cada vez que llueve parece un tajamar, no se puede entrar ni salir», lamentó José.

«Pagamos pero las máquinas no llegaron»
Una de las cosas que más lamentan las familias de Nueva Soledad es que a cinco kilómetros funciona el Aula Satélite 357 de Piray Miní, y los alumnos del Nivel Inicial dejaron de asistir por el mal estado del camino del paraje donde viven. Prefieren concurrir a otra escuela que les queda cuatro kilómetros más lejos pero el camino es más transitable; es decir que se está vaciando el Nivel Inicial con todo lo que eso implica.

Mónica Cordero, de Picada Unida, relató que hace cuatro años, ella junto a sus vecinos les pasó lo mismo que a productores de Nueva Soledad. «Desde que vivimos acá, los caminos nunca estuvieron en condiciones; pareciera que las picadas y parajes no son importantes para las autoridades municipales, sin embargo somos los que producimos gran parte de la riqueza en la provincia. En aquella oportunidad junto a varias familias, entre 50 personas juntamos plata para que arreglaran el camino».
Pero cuando el intendente se enteró que «habíamos pagado por ese trabajo, él mandó las máquinas que sólo pudieron arreglar hasta cerca de la escuela, y pusieron como excusa que se rompió la retroexcavadora, y como es una zona peligrosa tenían miedo que robaran la máquina. Así que volvimos a estar sin caminos transitables», cuestionó Mónica.

Pero como el problema es acuciante, y cada vez que llueve quedan aislados: en octubre del año pasado volvieron a organizarse para juntar fondos y reiteraron el pedido al intendente González para que envíe las retroexcavadoras al lugar.
«Entre todos recolectamos 400 litros de combustible y 260 mil pesos que entregamos en mano al intendente junto con la nota de crédito por el combustible en junio del año pasado. Desde entonces no tuvimos respuestas, y los caminos están cada vez peores», se quejó la mujer.

Queja generalizada por falta de gestión municipal
Héctor Rodríguez trabaja colocando antenas satelitales en la zona de Pozo Azul, recorre el municipio con frecuencia, y sostiene que el problema del camino es recurrente en varios parajes; pero «lo llamativo es que los vecinos tengan que pagar a la municipalidad para que repare las condiciones de los caminos».
Destacó que si todos pagan sus impuestos, los gobiernos tienen la obligación de proveer servicios básicos y caminos transitables.
«Yo también soy agricultor, trabajo en mi chacra y acá se sufre la baja del precio del tabaco y lo caro que son los insumos; pero los malos caminos nos preocupa mucho porque a veces nos encontramos con 10 kilómetros por donde no se puede andar. La gurisada pierde días de clases, y si hay una urgencia de salud, es imposible que ingrese un auto o una ambulancia», aseveró.

Responsabilizó por la falta de solución al intendente Edgar González. «Además veo también que en otros parajes la gente se queja mucho, y el momento económico actual no ayuda. Cuesta vender lo que producimos, las cosas están caras, y por eso cuando me dicen que tenemos que pagar para que la municipalidad arregle los caminos, me parece una barbaridad. ¡Y aún pagando tampoco arreglan! Yo tengo más de 40 años y jamás pasó esto de tener que juntar plata para que los operarios municipales hagan su trabajo con las máquinas, que en definitiva son del pueblo», cuestionó Héctor. (Prensa TTT)
