Katia Giménez Molins, psicóloga y directora del Centro de Psicología Montjuic en Barcelona, España, dialogó con el sitio Men’s Health sobre la conducta de los niños y las señales que se deben tener en cuenta para saber si son felices o no.
Según su perspectiva, los adultos responsables de ese niño deben generar un contexto favorable para que se desarrollen y sean libres para tomar decisiones. Aunque es un aprendizaje diario y continuo, la profesional indicó que existen siete señales para saber si la crianza va por buen puerto.
“La felicidad infantil no se basa solo en que tenga muchos momentos de alegría o felicidad, sino más bien en la seguridad, la autoestima y la capacidad de gestionar emociones y relaciones de manera saludable”, indicó Giménez Molins.
Los siete indicios para identificar la felicidad de un niño
1) Expresa sus emociones con naturalidad: la libertad a la hora de pensar y expresarse en fundamental para los niños y niñas. Al no tener ninguna barrera emocional, ni límites, la persona fluye de otra forma y conecta con el resto de las personas. “Sabe que puede expresar sus emociones sin ser juzgado y que sus padres o cuidadores le acompañarán en su regulación emocional”, aclaró la profesional.
2) Muestra curiosidad e interés por su entorno: explorar, conocer, interactuar, son tres actos indispensables para que los niños comiencen a soltarse y así sociabilizar con el entorno. Según Giménez Molins, un niño que “hace preguntas, experimenta y disfruta descubriendo el mundo” eleva los niveles de confianza y el deseo de tener un aprendizaje continuo.
3) Mantiene vínculos afectivos positivos: la psicóloga Giménez Molins aseguró que la base de la felicidad infantil es el “apego seguro”. Esto se traduce en la confianza en su entorno familiar y la compañía tanto de su círculo íntimo como de amigos, quienes ofician de soporte emocional en momentos difíciles.
4) Disfruta del juego y de actividades creativas: la espontaneidad es una de las claves para que un niño se críe de manera sana. “Un niño que juega libremente, solo o en compañía, y encuentra placer en la creatividad y la imaginación demuestra estabilidad emocional. Que un niño o niña quiera jugar es buena señal”, aclaró Giménez Molins en el informe de Men’s Health.
5) Se siente a gusto con otras personas: este ítem es indispensable para sociabilizar. La idea de compartir no solo revitaliza a la persona, sino que le da la oportunidad de compartir vivencias con otras. “La interacción con otras personas a menudo conlleva placer y sensación de conexión”, sostuvo la profesional.
6) Maneja la frustración y se adapta a los desafíos: “Un niño feliz no es aquel que nunca se frustra, sino el que aprende a gestionar sus emociones cuando las cosas no salen como esperaba”, sintetizó la psicóloga sobre este ítem fundamental para el desarrollo cognitivo de la persona.
7) Descansa y se alimenta de forma equilibrada: el descanso y la alimentación reflejan el estado emocional de un niño. Las rutinas saludables y el bienestar emocional le dará un espaldarazo en momentos tristes.