Misiones
«No hay ausencias, hay presencias desde otro lugar»: el recuerdo de Juan Cruz y Luca a un año de la tragedia
Este jueves se cumple un año de la muerte de Luca Ceballos y Juan Cruz Martínez, amigos y estudiantes del colegio Santa María de Posadas, quienes perdieron la vida tras un siniestro vial ocurrido sobre la avenida Costanera, más precisamente en la rotonda ubicada frente a la ex Usina (intersección con avenida Santa Catalina). Se dirigían a la clase de educación física en un automóvil conducido por otro compañero de curso, quien posteriormente fue imputado judicialmente por doble homicidio culposo, al comprobarse que circulaba con exceso de velocidad.
En este contexto, esta tarde las familias realizarán un homenaje en la plazoleta que fue bautizada como «Los Lapachitos Blancos», en la Costanera.
«Es un día que te lleva un año atrás, es triste, y uno no está preparado para soltar, menos a un hijo. Lo vivimos desde la tristeza», expresó Gabriela, mamá de Juan Cruz en diálogo con Radioactiva (100.7).
«Ayer mi hija de 19 años me decía: ‘Mamá, no estés triste, no llores, porque no es solo un día. Nosotros lo recordamos todos los días, y vos sabés lo que quería Juan Cruz: quería que estemos bien’. Entonces queremos resignificar su paso por nuestras vidas», dijo, y añadió: «Yo estoy orgullosa de ser su mamá y de poder escuchar todos los mensajes de personas que me quieren, y también de quienes no nos conocen pero me escriben, porque lo que pasó nos tocó a todos como sociedad», agregó.
Gabriela explicó que buscan resignificar el dolor con un mensaje de amor y continuidad: «Hay vida después, es el amor lo que perdura; ese es el mensaje. Y con el símbolo de vida que es el árbol, queremos mostrar que no todo termina ahí, sino que se transforma en una nueva presencia».
En este mismo marco, recordó a Juan Ignacio Acosta, el estudiante del instituto San Arnoldo Janssen que falleció hace dos meses tras desvanecerse durante una práctica de kickboxing en un gimnasio de Posadas. Su muerte, causada por un hematoma subdural producto de un traumatismo severo en el cráneo, también dio lugar a una causa judicial aún en investigación. «Yo sentía el minuto a minuto de ellos (por los padres de Juani) en el hospital, sabía lo que estaban pasando. Pero también entendí que era un momento para ir hacia adentro. Por eso esperé el momento adecuado, y se dio. Nos encontramos las tres mamás en la plazoleta y le sugerí plantar el lapacho. Ella accedió, y a partir de ahí somos tres mamás unidas por una situación límite, pero convencidas de que no hay ausencias, sino presencias desde otro lugar, y que se puede continuar», expresó con emoción.
Con la frase «La gente buena no se entierra, se siembra» como bandera, las familias se reunirán esta tarde a las 18 en la mencionada plazoleta sobre la Costanera, al lado del Bike Park. Luego, participarán de una misa en la capilla San Rafael.
«Creo que a todos nos marcó un antes y un después. Por eso están todos invitados y, además, esta tarde vamos a estar recolectando alimentos no perecederos que serán entregados a los merenderos en los próximos días», concluyó la mamá.
Velocidad y tragedia
El siniestro vial se conoció cerca de las 14.30 del 11 de abril, cuando efectivos de la Seccional Decimosexta fueron advertidos por transeúntes que durante la copiosa lluvia en el cruce de la avenida Costanera y la rotonda ubicada frente a la ex Usina -en la intersección con la avenida Santa Catalina- había ocurrido un fuerte despiste.
En la alerta, los testigos explicaron que vieron que un vehículo Peugeot 207 colisionó e impactó fuertemente contra una camioneta utilitaria estacionada, dejando como saldo a sus ocupantes con graves lesiones. Ante esto, los uniformados se dirigieron a la zona y se encontraron con el rodado con evidencia del choque en la parte delantera del coche.
A la espera de una ambulancia, se hizo presente el padre del conductor, que al ver que su hijo y uno de los compañeros se encontraban sin lesiones graves, los trasladó rápidamente al nosocomio local mientras personal de bomberos trabajó en la extracción de los otros adolescentes que quedaron atrapados en el interior del coche.
Luego se supo que el grupo se dirigía a una clase de educación física y por ello el conductor pasó a buscar a sus compañeros, ya que tenía un carné de conductor. La muerte de Luca y Juan Cruz se conoció seis días después, el 17 de abril en horas de la siesta.
El 22 de mayo, en tanto, el menor del conductor del vehículo se presentó en sede judicial junto a su abogado y padres para la audiencia indagatoria, en la cual fue imputado por el delito de homicidio culposo agravado por la existencia de dos fallecidos. Allí, por recomendación del letrado, luego de escuchar los elementos en su contra, decidió abstenerse de declarar.
Como informó este medio oportunamente, esta audiencia se dio luego de la realización de una Junta Médica en donde se buscó establecer el estado de salud mental del menor. Puntualmente si presentaba estrés postraumático y/shock emocional. Así el equipo de profesionales que lo atendió no detectó estás consecuencias en el menor, aunque sugirió que siga con el tratamiento interdisciplinario. Ante eso, se definió la fecha para la mencionada audiencia.
Asimismo, quienes no pudieron brindar mayores detalles sobre lo ocurrido fueron los demás sobrevivientes, que declararon que no recuerdan nada sobre el momento del impacto por el cual perdieron a dos amigos.
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