Un grupo de pequeños productores de la zona Centro de Misiones le envió una carta a Francisco solicitando su intervención ante la crisis del sector y la desregulación del INYM dispuesta por el Gobierno.
A través del Obispado de Oberá, enviaron una carta en la que le piden al Sumo Pontífice su intervención ante la desregulación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) que impuso el Gobierno nacional, lo que, según afirman, profundizó la situación que ya vivían los productores.
La carta, firmada por integrantes de la Asamblea Permanente de Productores de la Zona Centro y respaldada por el obispo Damián Santiago Bitar, expresa la esperanza de que el Papa, conocido por su sensibilidad hacia los sectores más humildes, pueda interceder por ellos ante las autoridades.
Tareferos, productores y productoras exigen “medidas urgentes”
La solicitud llega en medio de un clima tenso en la provincia, donde ya se realizaron movilizaciones y acampes, como el que se sostuvieron hace semanas en el Cruce Karaben, en Oberá. Tareferos, productores y productoras exigen “medidas urgentes para garantizar la continuidad del trabajo en las chacras y secaderos”.
“La situación se ha vuelto insostenible”, manifestaron en la carta.


En el origen de esta crisis se encuentra el decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, impulsado por el presidente Javier Milei, que eliminó el sistema de fijación del precio mínimo de la hoja verde que regía a través del INYM. Este sistema, que tenía en cuenta los costos reales de producción, garantizaba un margen de rentabilidad para todos los actores de la cadena productiva: productores, tareferos, secaderos y molinos.
Sin esa garantía, los pequeños productores de yerba mate se encuentran ahora en una situación de incertidumbre, temiendo que sus costos de producción, que no disminuyeron, los lleven a la quiebra. En su carta, destacaron que el precio mínimo establecido por el INYM no solo protegía la economía de los productores, sino que también aseguraba la sustentabilidad de la actividad en toda la región.
Los pequeños productores de la asamblea argumentan que las grandes industrias yerbateras imponen un precio de compra de la hoja verde que no cubre los costos de producción, con ofertas que rondan los $300 por kilo, a plazos de pago que se extienden hasta los 180 días.
En contraste, los productores exigen $505 pesos por kilo para garantizar la rentabilidad del sector. Mientras tanto, el precio de la yerba en góndola continúa aumentando, lo que, aseguran, no beneficia al consumidor, sino a los intermediarios más poderosos, quienes se enriquecen a costa de la crisis.
La Asamblea de Productores destaca que más de 13.000 familias dependen de la actividad yerbatera en Misiones, poniendo en riesgo la supervivencia del trabajo rural en la provincia. En su comunicado, aclaran que no buscan “subsidios ni privilegios, sino la posibilidad de vivir con dignidad de su trabajo”.
Aseguran que su mayor preocupación es la pérdida de tierras, con muchos productores enfrentando la desesperación económica que los lleva a vender sus chacras y abandonar sus hogares en busca de una vida en las ciudades.
Ante este panorama, los productores de yerba mate apelaron a la figura del Papa Francisco, confiando en su capacidad de generar un puente de diálogo y apoyo para intentar revertir una situación que pone en riesgo la supervivencia de una de las tradiciones más emblemáticas de la región. (TN)