Miguel Ángel Borja se había retirado del campo de juego el viernes en el Bosque frente a Gimnasia con lágrimas porque presumía que el dolor que había sentido en la zona de su aductor izquierdo lo dejaría afuera del superclásico en el Monumental del próximo domingo 27 de abril, pero el goleador de River mostró una notable evolución en los entrenamientos de este sábado y este domingo en el Camp de Ezeiza y desde el entorno del Colibrí afirman que «se siente mucho mejor» de la inflamación en la inserción del aductor derecho con el pubis. De esta manera, la ilusión del 9 de llegar en condiciones físicas al duelo frente a Boca aumenta considerablemente.
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