“Porque siempre estaba atento a nuestro país, estábamos en sus oraciones”, reflexionaba el padre Alberto Barros, al señalar que Francisco fue “el Papa del corazón abierto, de la fidelidad al Evangelio”.
En declaraciones exclusivas a C6Digital, Barros considera que esa fidelidad al Jesús Misericordioso es de la Iglesia latinoamericana que estuvo presente en la Iglesia universal con este pontífice, el primero no europeo en los 2.000 años de existencia de la Iglesia Católica.
“Un mundo más fraterno, más justo, era el sueño de Francisco y ése es el sueño de Dios”, sintetiza.