Cuando una familia deja a su mascota en un refugio, el momento suele transcurrir en silencio. Esta vez, en cambio, una despedida distinta tocó miles de corazones. Junto a Bootsie, un gato curioso y lleno de ternura, llegaron siete páginas manuscritas por un niño que lo amaba con sinceridad. Esas hojas no solo incluían instrucciones, también contenían recuerdos, dibujos y una súplica: que alguien cuidara bien de él.
La historia se conoció gracias a una voluntaria del Refugio de Animales del Condado de Simpson, en Franklin, Estados Unidos. La compartieron en Reddit bajo el título “Esta carta de un niño entregando a su gato me destrozó”, y en menos de 24 horas la publicación reunió más de 30.000 “likes”.
La mujer, de 44 años, explicó que la carta la conmovió por completo. “Está escrita por alguien que conocía muy bien a Bootsie y deseaba que se sintiera querido. Fue imposible contener las lágrimas”, declaró a Newsweek.
El texto detallaba la personalidad del animal. Que Bootsie respondía a los abrazos, prefería sentarse en el regazo o ser sostenido, y conocía trucos como dar la pata o chocar los cinco. Y que aunque compartía la casa con perros, no lograba convivir con otros felinos, ni siquiera con su hermano. Además, el niño pedía que no le tocaran la espalda, ya que el año anterior había sufrido una infección provocada por un parásito que obligó a intervenir a un veterinario.
Además de las descripciones, la carta incluía dibujos hechos a mano que explicaban cómo acariciarlo y qué evitar. El mensaje se repetía de manera clara: “Por favor, cuiden bien de Bootsie”. En sus palabras, el niño dejó ver una mezcla de tristeza y esperanza. “Lo voy a extrañar, pero si él está feliz, yo también. Su sueño es convertirse en un gato gordito, amoroso y de interior”, escribió para cerrar la nota. Cartas como esta no llegan todos los días a un refugio. Esta no solo explicaba cómo era Bootsie, también mostraba cuánto significaba para su pequeño dueño.
La voluntaria aseguró que la decisión de dejarlo ahí no surgió de un problema con el animal. Bootsie no tuvo la culpa, pero la situación familiar exigía esa elección. “El niño dejó la vara muy alta para quien lo adopte”, agregó.
Los comentarios en la publicación reflejaron la profundidad del impacto. Un usuario destacó: “Nos importa lo que pase con Bootsie porque ese chico nos mostró quién es. Ya no es un gato más, es el que disfruta las caricias y los juguetes con forma de corazón”. Otro escribió: “Estoy sollozando por el cuidado y la consideración con los que describió a su gato”. Mientras tanto, Bootsie permanece en el refugio hasta que una familia lo adopte.
Consejos para quienes adoptan un gato que vivió en otro hogar
Aunque situaciones como esta no resultan frecuentes, muchos animales terminan en refugios por razones que nada tienen que ver con su conducta. Según un estudio publicado en la revista Animals, entre las causas más habituales para dejar perros y gatos en estos espacios se encuentran los problemas de comportamiento (28 %), las mudanzas o dificultades habitacionales (18 %) y la imposibilidad de brindar cuidados adecuados (16 %).
Este tipo de situaciones plantea un desafío para las familias que deciden adoptar a un gato que formó parte de otro hogar. Según explica el sitio especializado Pet Plan, los felinos poseen una memoria emocional notable, por lo que es común que atraviesen un período de duelo o de nostalgia cuando existió un lazo fuerte con sus cuidadores anteriores. En esos casos, resulta fundamental acompañar el proceso con medidas que faciliten una adaptación gradual y respetuosa al nuevo entorno.
- Respetar los tiempos de adaptación: no todos los gatos responden igual ante los cambios. Algunos pueden necesitar días o semanas para explorar su nuevo entorno con seguridad.
- Mantener algunas rutinas previas: si es posible, conservar el tipo de alimento, el horario de las comidas o algunos objetos familiares, como una manta o juguete, puede ayudar a reducir el estrés.
- Crear un espacio propio y tranquilo: ofrecer un rincón seguro y silencioso dentro del hogar facilitará que el gato se sienta protegido mientras conoce su nuevo ambiente.
- Prestar atención a las señales corporales: observar su lenguaje corporal y respetar sus límites fortalecerá el vínculo desde el primer momento.
- Consultar al refugio sobre sus cuidados previos: detalles como zonas sensibles, alergias o costumbres pueden marcar la diferencia en la experiencia de adopción.
- No forzar la interacción: permitir que el animal se acerque por voluntad propia genera una relación basada en la confianza mutua.
- Reforzar con cariño y paciencia: con tiempo, cada gato encuentra su lugar. Incluso aquellos que llegan con heridas invisibles pueden volver a confiar cuando se sienten amados.