Una noche de noviembre de 2019, un grupo de amigos de Morón, Hurlingham, Tres de Febrero y otras zonas del Oeste se reunió para celebrar un cumpleaños. Entre brindis y risas, alguien sacó un texto, lo leyó en voz alta y otros se animaron a hacer lo mismo. Lo que inició como una casualidad se convirtió en un hábito y, finalmente, en un »coso» literario. Victoria Albornoz, Gilda Olle, Yael Santamaria y Sergio Gramajo, fundadores de Te caigo en cuero, cuentan su historia.
‘’La definición propia de la palabra coso, es que no es nada, pero a la vez lo reemplaza todo. Es una palabra comodín. No se puede definir pero lo es todo porque podemos, con esa palabra, definir muchas cosas» explicó Sergio Gramajo haciendo énfasis en cómo definir a Te caigo en cuero.
El ‘’coso’’ es un espacio de lectura en vivo con una identidad marcada por el conurbano bonaerense. El grupo de fundadores tuvo una idea sobre el nombre: Te caigo en cuero” en relación a una expresión común en el conurbano. Lo que no tenían claro era el objetivo, pero sí sabían en qué no querían convertirse. “Nosotros no somos un taller. No corregimos textos, no damos clases. Compartimos, leemos, escribimos y organizamos encuentros donde la literatura y el arte se mezclan con la música, el teatro y la pintura”, destacó Yael Santamaria.
El grupo artístico del Oeste que forma parte de «Te Caigo en cuero»
Te Caigo en Cuero se convirtió en un refugio para escritores, poetas y artistas que buscan espacios donde expresarse y compartir junto a otros apasionados. “Queremos reivindicar nuestra identidad. La calle de tierra, la ropa colgada en el tendedero, el sonido del tren… Todo eso nos atraviesa y es parte de lo que escribimos”, afirmó Sergio Gramajo. Gilda Olle también explicó: ‘’Lo hacemos para divulgar porque somos un grupo autogestivo, y después para dar a conocer los textos de otros que también están en la corriente independiente y quizás no tienen medios de divulgación’’. El último encuentro realizado el 15 de marzo incluyó textos de Luna Debenedetti, Sergio Gramajo y Manuel Marchioni Fasanini.
Desde sus comienzos hasta ahora el colectivo creció en número y alcance. Pasó de ser un grupo cerrado a organizar eventos abiertos al público. Al principio era una iniciativa interna compuesta por trece amigos y compañeros. Con el tiempo empezaron a abrir la propuesta y en los encuentros que hacen una vez al mes hay más de 50 personas. En ocasiones, cuando la locación es una plaza, las personas que pasan caminando se detienen y terminan formando parte de ese encuentro.
Usualmente, el Cabildo Cultural de Morón es su base de operaciones, pero llevaron su arte a otros puntos del conurbano y de la Ciudad de Buenos Aires. Desde las bibliotecas populares de Lomas de Zamora y Luis Guillón hasta bares culturales porteños. En cada experiencia el grupo elige con cuidado los textos.
El escenario, listo para otro encuentro del colectivo artístico.
El colectivo se sostiene con el esfuerzo de sus integrantes quienes tienen otros trabajos, entre ellos, enseñar en escuelas y universidades. “No tenemos subsidios ni sponsors. Nos organizamos como podemos, ponemos plata cuando es necesario y tratamos de financiar lo que hacemos con la gorra o con alimentos no perecederos, que luego donamos” explicó Yael Santamaria.
A pesar de las dificultades de tiempo y dinero, Te Caigo en Cuero no deja de hacer y proyectar. Los varietés son otras de sus iniciativas: encuentros con música, actuación o lo que el grupo se inspire a hacer. El primero que salió de las típicas lecturas tenía un fin solidario: recaudar dinero para un compañero que necesitaba cubrir un tratamiento. Luego, se realizaron otras sesiones con iniciativas solidarias. Después se replicó y el año pasado, para el Día del Niño, fueron a compartir un día de lecturas y taller de fanzines en la escuela Padres del Horizontes en Parque Patricios.
Actualmente el grupo aspira a seguir creciendo. Su marca personal ya cuenta con remeras con su logo para sus integrantes, y sueñan con su editorial y hasta un programa de radio. “Todo lo que hacemos es a pulmón, pero nos encantaría poder vivir de esto algún día. Por ahora, seguimos armando los ‘cosos’, como llamamos a nuestros eventos, pero queremos hacer más” comentó Sergio. Gilda agregó ‘’Lo que queremos expandir es lo que hacemos, que nadie nos diga qué podemos leer o decir. La idea es seguir haciéndolo y pensándolo en más.