
Con una amplia concurrencia de estudiantes y graduados de la carrera Intérprete Universitario en Lengua de Señas Argentina, dictada en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (Fhycs), el intérprete oficial del Senado de la Nación, Andrés Miranda, arribó a Posadas para brindar una charla sobre el rol de la profesión y los avatares latentes.
Con oraciones verbales que parecían sencillas, Miranda puso en sus manos la interpretación, dando cuenta de que expresar lo que deseaba no era tan sencillo como parecía al plasmarlo en señas, situación que lo llevó a preguntarse: “¿Cómo hago para mejorar esto?, ¿qué giro lingüístico puedo darle?, ¿cómo hago para que una persona sorda pueda comprenderme?”, e invitó a los asistentes a participar.
De esta manera, se adentró en los motivos que lo llevaron a sumergirse en el mundo de la lengua de señas: “Muchas veces, estando en el Senado, decía, cómo me gustaría estar en casa, pero ¿qué hubiera hecho?; salir a pasear, mirar una peli… pero no. Decidí estar en el ámbito político como intérprete de lengua de señas, nada más y nada menos que en el Honorable Senado de la Nación Argentina”.
Y continuó: “Sin embargo, muchas veces me pregunto ¿qué hago ahí?, ¿quién me mandó?. La verdad me siento orgulloso de estar ahí, de ser parte de un equipo, y digo equipo porque desmenuzamos todo; nos juntamos días antes de la sesión, vemos qué temas van a tocar y entre todos analizamos cómo decir, qué giro le damos, cómo hacemos”.
Luego, reconociendo las dificultades que suelen presentarse en la comunicación, motivó a los estudiantes a continuar y no bajar los brazos: “¿Cuántos de ustedes muchas veces no pueden decir una oración?, cómo formularla, cómo desmenuzarla, cómo mejorarla, teniendo en cuenta que un giro lingüístico resuelve 70 palabras en una seña”.
“Cuando comencé a conocer los giros, quedé así -boquiabierto- porque no podía creer cómo podía resolverme un mensaje complejo, cómo podía avanzar, crecer y empecé a repensar, a contactarme, a ir a asociaciones de sordos, me zambullí en el tema porque lo decidí, yo decidí estar ahí”, enfatizó Miranda.
Comunidad hablante
La lengua de señas es utilizada naturalmente por personas sordas a través de gestos, movimientos corporales y expresiones faciales, sosteniendo leyes lingüísticas, y se aprende dentro de la comunidad de usuarios a quienes facilita resolver todas las necesidades comunicativas propias del ser humano, social y cultural.
Actualmente, gracias a la oferta académica, también está al alcance de personas oyentes que deciden comprender y -en muchos casos- formar parte de ese grupo lingüístico-cultural, mientras que los sordos oralizados que no las comparten y están integrados en el mundo oyente, no pertenecen a la comunidad Sorda.
Según fuentes consultadas, todavía existen muchos niños sordos que están impedidos de adquirir el código lingüístico necesario para acceder a las relaciones personales y al conocimiento del mundo, por lo que crecen limitados en su desarrollo psico-afectivo, cognitivo y socio-cultural, situación que los termina marginando y aislando del resto de la sociedad, causándoles graves daños emocionales y conductuales.

Charla sobre lengua de señas, por Andrés Miranda, en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales.
Acceso a la comunicación
Con el Aula Magna repleta, en la casa de estudios situada sobre calle Tucumán casi San Lorenzo, los estudiantes se hicieron notar en el público, conformado no solamente por quienes cursan la carrera en Posadas, sino también en otros puntos de la provincia, como San Pedro y Grauhapé.
A su vez, contó con la participación especial de personas sordas que cursan la carrera de Intérprete, y que: “En cada clase, cada encuentro, cada tutoría, enriquecen los conocimientos de docentes y estudiantes”, destacó Lilia Rodríguez, directora de la carrera.
Del encuentro también participaron Franco Olivera, presidente de la Asociación de Sordos de la Provincia de Misiones; Tatiana Antunez, presidenta del Consejo Provincial de Discapacidad de la Vicegobernación y Sofía Martinez, intérprete de señas de la Cámara de Representantes de Misiones, entre otros.
Única vigente en el país
Si bien hubo carreras similares que tuvieron apertura en distintas universidades del país, como en Villa María, Córdoba; Uncuyo, Mendoza y Paraná, Entre Ríos, actualmente la que se encuentra en la Universidad Nacional de Misiones (Unam) es la única en funcionamiento, con rango universitario.
Todo comenzó en la sede de Posadas el año 2018, a partir del Programa de Conocimiento de LSA y Cultura Sorda, que se dicta desde 2009, como proyecto del Área de Idiomas dictado a través de la Secretaría de Extensión.
Teniendo en cuenta que la demanda fue en aumento con un promedio de 900 inscriptos por año, las partes decidieron fortalecer la propuesta, creando la carrera de Intérprete Universitario en Lengua de Señas Argentina, con una duración de 3 años, carrera que en 2019 también comenzó a dictarse en San Pedro, con una matrícula aproximada de 120 estudiantes y Garuhapé en 2022 con 180 estudiantes.
Actualmente, la carrera cuenta con 36 graduados en total y, teniendo en cuenta las experiencias de quienes egresaron, los profesionales se desempeñan en diferentes ámbitos laborales. Mientras que, desde la academia, reconocen la importancia de que cada municipio cuente con su equipo de intérpretes.
Para finalizar, también resaltaron la importancia de que estudiantes y egresados realicen intercambios con intérpretes de otras provincias a fin de ampliar conocimientos, estando atentos a las variaciones lingüísticas existentes de un punto a otro, lo que se hace posible a través de Lengua de Señas Argentina.
Legislación
Cada 13 de abril se celebra el Día Nacional de la Lengua de Señas Argentina (LSA), en conmemoración a la aprobación de la Ley N° 27.710, que reconoce a la LSA como una lengua natural y originaria de las personas sordas, promulgada el 13 de abril de 2023.
En Misiones, se encuentra vigente la Ley XIX – N.º 80, que potencia e integra las políticas públicas para personas sordas e hipoacúsicas. Esta ley busca garantizar la accesibilidad universal, promover la igualdad de oportunidades y reconocer la lengua de señas como lengua natural de las personas sordas, fortaleciendo su identidad lingüística y cultural.
El artículo 30, punto 4, establece: “Las personas con discapacidad tendrán derecho, en igualdad de condiciones con las demás, al reconocimiento y el apoyo de su identidad cultural y lingüística específica, incluidas la lengua de señas y la cultura de los sordos”.
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