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Los últimos días de San Lorenzo requieren de lo más parecido a un milagro divino que pueda encontrarse en la Tierra para poder acomodar un club que hoy parece estar a la deriva. La cámara oculta que publicó Canal 9 en la que se lo vio a Marcelo Moretti recibiendo 25 mil dólares de una supuesta coima para fichar a un juvenil en las Inferiores hizo estallar a la institución. Obligado por propios y extraños, el presidente debió tomarse una licencia (hasta ahora, porque son varios de adentro y de afuera que siguen exigiendo su renuncia) y el encargado de tomar las riendas, Néstor Navarro, llegó al país y se hizo presente en el entrenamiento para intentar transmitirle algo de calma a un plantel que este sábado por la tarde debe enfrentar a Rosario Central en un partido repleto de condimentos, porque el rival es otro que pelea arriba y busca quedar bien posicionado de cara a los octavos, porque el clima de los hinchas estará más que caldeado y porque en la previa se homenajeará al recientemente fallecido y fana cuervo, el Papa Francisco.
