
Iguazú (LaVozDeCataratas) En anticipación al fin de semana largo por el Día del Trabajador, la Fundación Vida Silvestre Argentina insta a trabajadores del volante y al público en general a extremar precauciones y respetar rigurosamente las velocidades máximas en las rutas misioneras. Este llamado cobra especial relevancia en áreas protegidas como el Parque Nacional Iguazú y el Parque Provincial Puerto Península, donde la circulación a alta velocidad representa no solo un peligro para la fauna silvestre, sino también para la seguridad de las personas.
Según estimaciones, más de 5.000 animales silvestres son atropellados cada año en las rutas del norte de Misiones, dentro de áreas críticas para la conservación como la selva misionera. Este impacto no solo compromete los esfuerzos de preservación de especies emblemáticas como el yaguareté, sino que también subraya la urgente necesidad de modificar las conductas de manejo en estas zonas.
«Respetar las velocidades máximas es una forma de proteger la biodiversidad que es patrimonio de todos los misioneros, pero también es un acto de responsabilidad hacia nuestra propia seguridad y la de quienes nos rodean», expresó Lucía Lazzari, coordinadora del programa bosques de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
En este contexto, se refuerza el llamado a las autoridades nacionales y provinciales para intensificar las labores de control y fiscalización durante el fin de semana largo. Se solicita además la instalación y homologación de radares de control de velocidad en tramos críticos de la Ruta Nacional 12, herramientas esenciales para garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes.
La Fundación invita a toda la ciudadanía a sumarse activamente, reduciendo la velocidad, concientizando a otros conductores y compartiendo este mensaje de cuidado y responsabilidad. Además, se destacan los esfuerzos recientes en la adaptación de infraestructuras para pasos seguros de fauna, como veredas secas en alcantarillas y puentes, cercos guía y rampas de escape en puntos estratégicos hacia áreas protegidas.
Aunque estas medidas representan avances significativos, se continúa monitoreando su efectividad y se trabaja en la implementación de nuevas soluciones para mitigar los atropellamientos en la selva misionera. «Cada kilómetro recorrido con conciencia es un aporte tangible a la conservación de nuestra biodiversidad y a nuestra propia seguridad. Es fundamental detener esta situación», concluyó Lazzari.