El sismo de 7,5 grados que sacudió este viernes por la mañana el sur de Chile y activó una alerta de tsunami que derivó en evacuaciones preventivas en Ushuaia volvió a poner en primer plano una pregunta clave: ¿cómo se mide un terremoto?
Los sismos son liberaciones repentinas de energía acumulada en la corteza terrestre. Esa energía se propaga en forma de ondas en múltiples direcciones, y su impacto puede sentirse a cientos de kilómetros del epicentro.
Para medir la fuerza de ese fenómeno, los expertos utilizan dos conceptos centrales: magnitud e intensidad. La magnitud se refiere a la cantidad de energía liberada y se calcula mediante la conocida escala de Richter, creada en 1935 por el sismólogo estadounidense Charles F. Richter. Esta escala —que va del 0 al 10 y crece en forma logarítmica— se mantiene como una de las herramientas más utilizadas para estimar la potencia de un terremoto.
La intensidad, en cambio, describe los efectos concretos que genera un terremoto: cuántas personas resultaron afectadas, los daños en viviendas o infraestructuras, y el impacto en el entorno.
Pero ¿sigue siendo la escala de Richter el instrumento más preciso para medir sismos en la actualidad? ¿Cómo se usa después de un terremoto y qué otras herramientas la complementan o reemplazan en la era de la tecnología avanzada?
Terremotos: cómo los mide la escala de Richter
La escala de Richter es una herramienta clásica de la sismología que lleva casi un siglo en uso. Fue desarrollada en 1935 por Charles Richter, físico y sismólogo estadounidense, en colaboración con el alemán Beno Gutenberg. Ambos trabajaban en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) cuando diseñaron este sistema que cambió la forma de estudiar los movimientos sísmicos.
El objetivo inicial era bastante concreto: diferenciar los temblores leves que ocurrían con frecuencia en el sur de California de los sismos más fuertes y destructivos que sacudían ocasionalmente la región. Así nació una escala que va del 0 al 10 y que no crece de forma lineal, sino logarítmica. Esto significa que un sismo de magnitud 6 libera diez veces más energía que uno de magnitud 5.
Aunque hoy existen métodos más avanzados, como la escala de magnitud de momento, la de Richter sigue siendo una referencia popular cuando se habla de terremotos.
Cómo afectan las distintas magnitudes de un terremoto
Por ejemplo, un temblor de la Tierra moderado podría tener una magnitud de 3.5, mientras que uno fuerte podría alcanzar 6.3. En el año 1960, ocurrió el terremoto más grave de la historia de la humanidad en Valdivia, Chile. Su magnitud en la escala fue de 9.5. El terremoto de esta mañana fue de 7.4 puntos de magnitud con epicentro en el mar, a poco más de 200 kilómetros al sur de Ushuaia. Se sintió con fuerza en Chile y Tierra del Fuego.
Esta escala permite que los científicos y autoridades de los países comprendan y cuantifiquen la magnitud de un terremoto y respondan de manera adecuada a los eventos que éste genera.
Lo cierto es que en los primeros años del siglo XXI, varios equipos de sismólogos consideraron esta escala antigua y propusieron una nueva alternativa.
Terremotos: cómo los mide la escala de Richter
En 1979, Thomas Hanks y Hiroo Kanamori, presentan una herramienta basada en la medición de la energía total liberada durante un temblor.
Cómo afectan las distintas magnitudes de un terremoto
El Servicio Geológico Mexicano estableció hace algunos años esta lista que relaciona la magnitud del terremoto medida según la escala de Richter y la intensidad que tiene, es decir, cómo afecta a las poblaciones:
- De menos de 3,5: lo registran los equipos pero las personas no lo perciben.
- Entre 3,5 y 5,4: se siente pero causa daños menores.
- Entre 5,5 y 6,0: ocasiona daños ligeros en los edificios.
- Entre 6,1 y 6,9: puede generar graves daños en zonas pobladas.
- Entre 7,0 y 7,9: a esta altura se considera mayor y se considera una catástrofe natural.
Si el terremoto fallecieron entre 1.600 y 2.000 personas y se vieron afectadas unas dos millones de la zona del centro y sur de ese país.