Desde que Gastón Benavídez le convirtió el penal decisivo a Franco Armani, la historia de Talleres cambió para siempre: frente al River de Marcelo Gallardo, alzó la Supercopa Internacional y consiguió el primer título de la T en la era profesional. Sin embargo, la euforia por aquel logro histórico se fue apagando con el correr de las semanas. En los 59 días siguientes, el equipo quedó fuera de los playoffs del Apertura, acumuló 11 derrotas y apenas una victoria, el Cacique Medina renunció como entrenador y quedó último en el Grupo D de la Copa Libertadores tras las primeras fechas. Ahora, tras la derrota 2-1 en el clásico ante Instituto, Pablo Guiñazú —quien había asumido como reemplazo de Medina— también presentó su renuncia.
«Pablo Guiñazú llegó hasta hoy, no voy a continuar en el interinato. No encontré la forma, yo no los pude ayudar. Hay que ser hombre y reconocerlo. Me duele en el alma, porque los jugadores saben muy bien lo feliz que soy adentro del club». Con estas palabras, en la sala de prensa del Mario Alberto Kempes, el histórico ex jugador de la T dejó su cargo como entrenador interino.
Guiñazú renunció a su interinato en Talleres.
Contemplando que en cinco días Talleres debe recibir a Libertad por la cuarta fecha de la Copa Libertadores, el equipo debe seguir trabajando para revertir su presente en la CL a pesar de la partida del Cholo. El principal candidato para tomar las riendas de la T es Mariano Levisman, quien mientras dirigía Alexander Medina era entrenador de la Reserva y durante este interinato fue asistente de Guiñazú.
La sangría de Talleres, un problema que empezó antes de la Supercopa
Aunque el balance de los últimos dos meses parece dramático, la seguidilla de malas noticias para Talleres había comenzado antes de la Supercopa: en las primeras ocho fechas del Apertura, el equipo sufrió cinco derrotas, empató dos encuentros y ganó apenas uno. La victoria ante River fue un oasis que permitió estirar la continuidad de Alexander Medina, quien ya estaba en la mira del mundo Talleres. Sin embargo, no logró revertir el rumbo: tras la final, el rendimiento del Matador continuó empeorando.
Sólo contemplando el torneo local, tuvieron que pasar cuatro partidos luego de la final ante River para Talleres ganara un partido: post Asunción, empató cuatro partidos al hilo por el Apertura -entre ellos el clásico ante Belgrano- y sólo ganó uno. Esta fue la última victoria del Matador cordobés. En el medio, quedó eliminado de la Copa Argentina ante un equipo de la Primera B: Deportivo Armenio le empató ¡en cinco minutos! un partido que ganaba 3-0 y se lo terminó ganando por penales.
EFE/ Paloma Del Solar
Y lo que ya era un secreto a voces finalmente se confirmó tras la derrota frente a San Pablo en el debut de la Copa Libertadores: luego del 0-1, el Cacique Medina dejó de ser el entrenador del club tras llegar a un acuerdo con la dirigencia.
Desde que asumió Guiñazú su interinato, la cosa siguió empeorando: de siete dirigidos, perdió cinco y quedó afuera de los playoffs del Apertura. Ahora, sin torneo local ni Copa Argentina, la principal preocupación en el costado Matador de Córdoba debe ser la Copa Libertadores: deberá ganarle sí o sí a Libertad de Paraguay para empezar a remontar y, de mínima, soñar con recaer en la Sudamericana para prolongar su año internacional.