Al igual que en oportunidades anteriores la falta de colectivos provoca innumerables inconvenientes a quienes deben trasladarse hasta sus lugares de trabajo, que deben recurrir a diferentes maneras de transportarse para poder cumplimentar sus obligaciones laborales.

Alfredo, remisero, contó su experiencia “En realidad yo empecé a trabajar desde temprano porque algunas personas se pusieron de acuerdo para trasladarse desde los barrios. Así en los cuatro viajes que hice traje 13 personas. Pero escuchaba lo que decían mientras los llevaba hasta el km. 9, y estaban muy enojados. Fundamentalmente porque era un costo mayor al que normalmente realizan. Pero desde muy temprano se vio un tránsito casi imposible sobre la Avda. San Martin. Las colas en los semáforos eran interminables”.

En ese sentido, el del costo del transporte, se manifestó Cecilia, empleada de comercio “Encima que nos aumentaron el boleto hace pocos días (desde l 2 de mayo el costo del pasaje es de $1200 con tarjeta y $1500 en efectivo) ahora ni siquiera hay colectivos. Yo habitualmente vengo caminando a trabajar porque son unas 25 cuadras desde mi casa, y si tuviera que pagar 4 pasajes por día es mucha plata. Pero a veces por cuestión de apuro lo tomo. Hay mucha gente que vive lejos de donde trabaja y está obligada a hacerlo. Por ejemplo, la chica que trabaja conmigo vive muy lejos y ya me avisó que hoy no vendría. Trató de conseguir alguien en el barrio que la trajera, pero no pudo. Está bien que los choferes quieran ganar más. Todos queremos ganar más. Pero los que terminamos siempre perjudicados son los que deben utilizar el transporte.

Sofía se encentra sola, sentada en una parada vacía a excepción de su presencia y relata al ser consultada sobre si sabía que había paro “Sí. Sé que hay paro. Pero tengo que ir a trabajar y ya avisé que llego tarde y estoy esperando a un amigo que me pase a buscar para que me acerque. Si no tengo que caminar 7 kilómetros y se pierde mucho tiempo. Como tengo horario corrido de trabajo me quedaré un rato más para compensar la llegada tarde, y veré como hago para volver”.

Por todo ello es común ver las paradas de colectivos desiertas, y malestar en los usuarios del servicio público de pasajeros.