Un reciente estudio liderado por el astrofísico Or Graur, de la Universidad de Portsmouth, reveló que los antiguos egipcios podrían haber sido los primeros en representar de manera simbólica a la Vía Láctea. El análisis incluyó más de 555 piezas funerarias —en su mayoría ataúdes de madera de más de 3.000 años de antigüedad— que contenían grabados y pinturas estelares asociadas a la diosa Nut, figura clave del cielo en la mitología egipcia.
Estas representaciones, que hasta ahora se creían decorativas o simplemente religiosas, muestran patrones y curvas que, según el investigador, podrían corresponder a la estructura visual de nuestra galaxia.
El hallazgo no solo ofrece una nueva mirada sobre la cosmovisión egipcia, sino que además conecta su arte funerario con una comprensión ancestral del universo, mucho antes del desarrollo de la astronomía moderna.
Lo que el estudio descubrió: claves del hallazgo
El trabajo de Graur se basó en más de 555 análisis de sarcófagos del Reino Medio egipcio (2055 a 1650 a.C.), y reveló detalles que podrían cambiar la forma en que entendemos su cosmovisión:
- Se encontraron grabados y pinturas de estrellas dentro de los ataúdes, algo ya conocido, pero ahora relacionado directamente con la estructura de la Vía Láctea.
- Se analizaron representaciones de la diosa Nut, con su cuerpo arqueado y cubierto de estrellas, como si simbolizara el cielo estrellado.
Viñeta cosmológica de Nut en el ataúd exterior de Nesitaudjatakhet en la colección del Museo Arqueológico de Odesa OAM 52976 (C107). Foto: Mykola Tarasenko / Odessa Archaeological Museum.
El estudio fue acompañado por el análisis de textos religiosos como los Textos de las pirámides y el Libro de Nut, que describen un cielo sagrado atravesado por dioses y estrellas.
¿Cuál es la pista más llamativa del estudio?
La pista más llamativa del descubrimiento surgió del ataúd exterior de Nesitaudjatakhet, una cantora egipcia fallecida hace más de 3.000 años. En su sarcófago, la diosa Nut aparece con una curva negra ondulante que atraviesa todo su cuerpo, desde los pies hasta las manos. Esta representación no se repite en otras obras similares y fue interpretada como una posible referencia directa a la Vía Láctea.
Graur también comparó estas imágenes con techos estrellados en tumbas como la de Seti I y con relatos de textos antiguos, reforzando la hipótesis de que los egipcios entendían a la galaxia como parte central del camino espiritual de los muertos.
El estudio fue acompañado por el análisis de textos religiosos como los Textos de las pirámides y el Libro de Nut, que describen un cielo sagrado atravesado por dioses y estrellas. Foto: Freepik.
Nut: la diosa que abraza el cielo y protege el alma
Según la mitología egipcia, Nut era la diosa del cielo, hija de Shu (el dios del aire) y Tefnut (la diosa del calor). Su imagen suele mostrarse como una mujer desnuda, arqueada sobre la Tierra, con estrellas en su cuerpo. Tenía un rol esencial: tragaba al sol Ra cada noche y lo volvía a parir cada mañana, simbolizando el ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento.
Nut estaba íntimamente ligada a los sarcófagos porque protegía a los muertos en su tránsito hacia la otra vida, acompañándolos simbólicamente a través del cielo nocturno.
Mirá también
Mirá también
¿Por qué vemos diferentes colores en los océanos?: la explicación de un experto de la NASA
Mirá también
Mirá también